Javier Milei es un fenómeno político que se ganó al votante argentino, harto de los niveles de pobreza, en un gran país que encontró en la bancarrota debido al colectivismo socialista arraigado de décadas. La actividad económica del Estado significaba, con el sin número de empresas estatales, controles de distintos tipos de cambio, limitaciones y prohibiciones al comercio, subsidios de toda clase y una corrupción generalizada… la principal causa del desastre económico.

Milei gana unas elecciones siendo un novato en política, pero un polémico diputado que se caracterizó por hablar claro -demasiado claro, dirían algunos- que con una lógica contundente llegó a establecer que las ideas liberales clásicas podrían ser la solución a la creciente y permanente crisis económica argentina. Estas claras ideas él las clasifica como libertarias.

Jamás se había dado el caso de un político que gana unas elecciones presidenciales diciendo tantas verdades. Una posición a todas luces imprudente políticamente hablando. La abolición del banco central y la eliminación de subsidios a miles de argentinos son un ejemplo de lo que cualquier “experto” en campañas políticas hubiera aconsejado evitar.

Las ideas libertarias pegaron, impactaron de tal manera que jóvenes y viejos polarizaron en sus mentes los temas económicos y votaron por todo lo contrario al sistema vigente de décadas. El hecho del éxito del impacto y aceptación de la libertad como alternativa para la prosperidad de una nación, significa de por sí un reto del que ya empiezan a verse los frutos, aunque falta mucho por hacer.

Milei acaba de plantear la penalización de cárcel para quien ordene emisión monetaria inorgánica, porque el resultado es el robo y expropiación de patrimonios a través de lo que provoca: la inflación, el impuesto cruel que no pasó por el Legislativo.

Posiblemente influenciado por el libro “La inflación como delito” del Dr. Ricardo Rojas, miembro del claustro de catedráticos de la UFM y ex magistrado de Argentina, es que Milei hace esta propuesta. Aunque si logra eliminar la banca central argentina esto ya no sería necesario. Digo si lo logra porque la presión internacional y de la izquierda local es sumamente poderosa en contra.

En Guatemala el artículo 133, modificado en 1993, establece la prohibición otorgar financiamiento directo o indirecto, garantía o aval al Estado y a sus instituciones. De allí deviene la estabilidad macroeconómica que hemos mantenido. Con excepción de la emisión de más de Q. 20 mil millones que imprimió el gobierno en 2020 por los gastos de la pandemia, que presentó al Congreso y que este autorizó respaldado por el párrafo de este mismo artículo, que permite financiar al gobierno “…en casos de catástrofes o desastres públicos…”. La inflación se hizo sentir paulatinamente hasta llegar al 10% y, con el tiempo, ha disminuido a niveles del 4.5% debido al incremento de la producción de bienes y servicios, más allá de los pesares en nuestro país.

En América Latina, y en el resto del mundo, ha tenido impacto el mensaje de Javier Milei, incluso en esferas de eventos del Foro Económico Mundial, donde este personaje les dijo a los adoradores y forjadores del estatismo colectivista las verdades contrarias a sus doctrinas y fue aplaudido, con hipocresía o admiración. Causó sensación cual estrella de Hollywood.

¿Hasta dónde llegarán los resultados de Milei para constituirse en un parteaguas que entierre con hechos la tradicional verborrea socialista y se constituya en inspiración para una nueva era de políticos exitosos en lograr la prosperidad para nuestros pueblos? Estamos a un par de años de poder ver los resultados.