Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Por cuántas monedas te venden, mi Guate?

¿Cuántas monedas le costaste, Guate, para permitir la intromisión extranjera a todo nivel? Te vendieron sin preguntarnos. ¿Cuántas monedas más has pagado al sindicato de educación y a la corrupción que lo acompaña? ¿Le pusiste un precio al futuro de tantos niños?

.
Carolina Castellanos |
29 de marzo, 2024

Para quienes somos creyentes, hoy conmemoramos la traición de Judas quien, por unas cuantas monedas, traicionó a Jesús, vendiéndolo por unas cuantas monedas. La avaricia, las promesas, o tan solo ilusiones,  de una vida mejor, lo empujaron a cometer el acto más deleznable en la historia de la humanidad.

Como seres humanos que somos, imperfectos, a veces débiles y otras veces fuertes, sucumbimos a la infinidad de tentaciones que nos rodean. Quiero creer que la abrumadora mayoría estamos del lado de lo que consideramos bueno. Pero, como sucedió desde el inicio, hay quienes se apartan de ese camino.

Abusando de la falacia de la generalización, la llamada “clase política” sucumbe a estas tentaciones con suma facilidad. La cantidad de monedas necesarias para dar ese paso ha ido en aumento a lo largo de esta nuestra desbaratada y abusada democracia. En sus inicios, el asfaltar la ruta de acceso a las propiedades de los que ostentaban algún ápice de poder, era suficiente. Unas pocas monedas bastaban.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hoy, no hay suficientes monedas para satisfacer esas ansias de poder que el dinero genera. Ninguna cantidad es suficiente pues el poder embriaga. El resto de nosotros vemos pasar la danza de millones pues el descaro es extremo y la vanidad crece al ritmo de las monedas con las que comprometieron nuestra vida, trabajo y, sobre todo, nuestra libertad.

¿Cuántas monedas le costaste, Guate, para permitir la intromisión extranjera a todo nivel? Te vendieron sin preguntarnos. ¿Cuántas monedas más has pagado al sindicato de educación y a la corrupción que lo acompaña? ¿Le pusiste un precio al futuro de tantos niños?

No siendo suficiente, le pusiste precio a la salud de quienes te sostienen con el pago de impuestos? ¿Cuántos niños no tienen futuro pues padecieron de desnutrición desde el vientre de su madre? ¡Cuántas cosas más has vendido, mi Guate, a cambio de unas cuantas monedas!

¿Por cuántas monedas te venden, mi Guate?

¿Cuántas monedas le costaste, Guate, para permitir la intromisión extranjera a todo nivel? Te vendieron sin preguntarnos. ¿Cuántas monedas más has pagado al sindicato de educación y a la corrupción que lo acompaña? ¿Le pusiste un precio al futuro de tantos niños?

Carolina Castellanos |
29 de marzo, 2024
.

Para quienes somos creyentes, hoy conmemoramos la traición de Judas quien, por unas cuantas monedas, traicionó a Jesús, vendiéndolo por unas cuantas monedas. La avaricia, las promesas, o tan solo ilusiones,  de una vida mejor, lo empujaron a cometer el acto más deleznable en la historia de la humanidad.

Como seres humanos que somos, imperfectos, a veces débiles y otras veces fuertes, sucumbimos a la infinidad de tentaciones que nos rodean. Quiero creer que la abrumadora mayoría estamos del lado de lo que consideramos bueno. Pero, como sucedió desde el inicio, hay quienes se apartan de ese camino.

Abusando de la falacia de la generalización, la llamada “clase política” sucumbe a estas tentaciones con suma facilidad. La cantidad de monedas necesarias para dar ese paso ha ido en aumento a lo largo de esta nuestra desbaratada y abusada democracia. En sus inicios, el asfaltar la ruta de acceso a las propiedades de los que ostentaban algún ápice de poder, era suficiente. Unas pocas monedas bastaban.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hoy, no hay suficientes monedas para satisfacer esas ansias de poder que el dinero genera. Ninguna cantidad es suficiente pues el poder embriaga. El resto de nosotros vemos pasar la danza de millones pues el descaro es extremo y la vanidad crece al ritmo de las monedas con las que comprometieron nuestra vida, trabajo y, sobre todo, nuestra libertad.

¿Cuántas monedas le costaste, Guate, para permitir la intromisión extranjera a todo nivel? Te vendieron sin preguntarnos. ¿Cuántas monedas más has pagado al sindicato de educación y a la corrupción que lo acompaña? ¿Le pusiste un precio al futuro de tantos niños?

No siendo suficiente, le pusiste precio a la salud de quienes te sostienen con el pago de impuestos? ¿Cuántos niños no tienen futuro pues padecieron de desnutrición desde el vientre de su madre? ¡Cuántas cosas más has vendido, mi Guate, a cambio de unas cuantas monedas!