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Si el Norte fuera el Sur

Y así se pueden señalar muchas otras formas de doble moral de los burócratas estadounidenses. Pero, me parece que, con estas pocas, el apreciado lector podrá darse una idea de la pobreza moral de sus argumentos.

Deborah Matta |
22 de mayo, 2022

En su éxito musical del mismo nombre, Ricardo Arjona presenta su visión de lo que pasaría si Estados Unidos fuera América Latina y viceversa. Una creativa burla y crítica a la realidad que él describiría en su letra como: “las barras y las estrellas se adueñan de mi bandera y nuestra libertad no es otra cosa que una ramera”. Duras palabras para países que, como el nuestro, sus líderes se permiten prostituir ante las agendas de la “comunidad internacional”.

Pero más allá de la entrega de la soberanía nacional a los intereses extranjeros, EUA se caracteriza por asumir un papel de liderazgo moral global que, cada día, está más desgastado. Uno de esos instrumentos es un reporte sobre derechos humanos que el departamento de estado publica una vez al año. En este informe, el gobierno de turno de EUA se da el lujo de juzgar el estado de los DDHH de cada país del planeta. ¿Con qué derecho? ¿Con qué autoridad moral? Con ninguno de los dos anteriores. Simplemente con la autoridad que la fuerza les confiere al ser una gran potencia económica y militar que se siente con el mandado divino de imponer sus “valores democráticos” de la manera más impune e irresponsable y a como ellos creen que deberían ser impuestos de acuerdo a su “agenda de seguridad nacional”.

Así que, en el mejor espíritu de Arjona, vamos a hacer un reporte de la situación de los DDHH de los ciudadanos estadounidenses. Sin ninguna autoridad moral, pero como una creativa contribución para que los guatemaltecos entendamos lo fácil que es no ver la viga en el ojo propio sino señalar la paja en el ajeno.

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“..con 18 eres un niño para un trago en algún bar, pero ya eres todo un hombre pa` la guerra y pa` matar…”

Comencemos por una nación que se da el lujo de asesinar a sus enemigos por medio de drones que usualmente acaban con la vida de aquellos que han caído en una de tantas “listas” que esos señores elaboran. Daño colateral le llamarán a las personas que, en ese momento, acompañen al “objetivo de alto valor”. Así que la “precisión quirúrgica” no será tal. Por lo tanto, otros hombres, mujeres y niños inocentes habrán sido ejecutados también.

El último y más trágico de estos acontecimientos fue la masacre de 10 personas (entre ellas niños) que fueron extrajudicialmente ejecutados en Afganistan. Un  un “error” que buscaba venganza por la muerte de 13 infantes de marina en el aeropuerto de Kabul.

En una muestra de que ese poder que está por encima de cualquier consideración moral, el ejército de EUA lamentó el error pero justificó la acción.

Hasta donde se sabe, nadie fue enjuiciado ni sancionado por esas muertes. Tampoco se vio un gran escándalo internacional como el que se creó con el asesinado del periodista Saudí – Adan Kashogi ordenado por el príncipe de Arabia Saudita; o los múltiples asesinatos de los opositores políticos de Vladimir Putin en varias partes del mundo. Estos últimos si son escándalos.

“…tienen todo pero nada lo han pagado…”

¿Y qué decir del gobierno de una nación cuya legislación considera como un “derecho constitucional” el asesinato de más de 800,000 niños no nacidos? De cara a la reciente posibilidad de que la nueva corte suprema de justicia modificase los fallos que legalizan el aborto, el senado demócrata busca publicar una legislación que permita el aborto “en cualquier momento de la etapa de gestación hasta antes del nacimiento”.  Y el estado de California quiere ir más allá, debatiendo una ley que permita el infanticidio hasta 18 meses después del nacimiento. ¿Qué clase de grotesca moral se nos quiere imponer de parte del gobierno de ese país?

“…cortáselo a tu marido y ganarás reputación…”

Ahora que está de moda la preocupación del gobierno de EUA por la seguridad de los jueces guatemaltecos, es muy oportuno recordar las manifestaciones y amenazas de las que son objeto los jueces de la suprema corte de ese país. Las represalias públicas por, presuntamente, revocar la resolución que legaliza, a nivel federal, el aborto son graves.

El juez Alito y su familia, tuvieron que abandonar su residencia por una ubicación que les ofreciera la seguridad necesaria. Con un cinismo digno de pertenecer a una de esas famosas “listas de actores antidemocráticos”, la vocera presidencial defendió el derecho a la libertad de manifestación e hizo caso omiso de la ley que tipifica dichos actos como delitos. El presidente Biden, con un silencio cómplice, avala y promueve la ilegítima presión sobre su organismo judicial; cuando le conviene. No hay pronunciamiento alguno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“…intelectuales de bronceado, eruditos de supermercado…”

Los EUA hacen siempre énfasis en la protección que deben gozar los periodistas. Cómo no habrían puesto el grito en el cielo cuando el Presidente Giammattei bromeó al usar un desodorante ambiental en una conferencia de prensa.

Sin embargo, pasó completamente desapercibido y sin ninguna consecuencia, el incidente cuando el Presidente Biden llamó “estúpido hijo de puta” al periodista Doocey de Fox News.

En un acto que pinta la enorme hipocresía estadounidense, Biden ni siquiera se disculpó sino que simplemente le dijo al periodista que “no había sido nada personal”. Peor aún, violó su propia promesa de despedir a aquel funcionario público que se comportara de manera insolente…  Ni una sola palabra por parte de la Comisión Interamericana de Prensa.

Y ni hablar del inconstitucional acoso que el FBI tiene sobre el medio Project Veritas, que recientemente ha destapado tremendos escáldalos políticos. O de las escuchas telefónicas que ese mismo FBI ha hecho sobre ciudadanos estadounidenses como un instrumento de control político.

“…polvean su nariz, y usan jeringa en los bolsillos. Viajan con mariguana para entender la situación…”

En EUA, el hijo del Presidente Biden ha recibido más de 10 millones de dólares de “honorarios” provenientes de potencias extranjeras, se ha metido en líos de drogas y no tiene un solo problema legal. Allá, las autoridades de justicia se hacen de la vista gorda.

Usar el poder político de su padre (entonces vicepresidente de Obama) para favorecer empresas extranjeras, sería en Guatemala, tráfico de influencias. Pero en EUA, los medios de comunicación encubren los delitos de sus políticos afines ideológicamente y las autoridades prefieren seguir otras líneas de investigación.

Como corolario, en Guatemala, EUA financia a una entidad como CICIG para que investigue al hijo del presidente y le tire todo el código penal por una falta que se debería de haber solucionado con una multa… Por cierto, él si se presentó ante los tribunales y enfrentó a sus juzgadores.

“Si el norte fuera el sur, serían los Siux los marginados. Ser moreno y chaparrito sería el look mas cotizado…”

En Guatemala se condena al Ministerio Público por “actividades creíbles antidemocráticas”; es decir, por deducir responsabilidades legales a otrora funcionarios de justicia al servicio de la agenda de EUA. Mientras tanto, en EUA, la oficina federal de investigación – FBI – hace lo propio investigando a padres de familia que se han quejado, ante las juntas escolares, por la indoctrinación en la agenda de género de la que son objeto sus hijos.

Los padres son acusados de “terroristas domésticos”, se les aplica la “Ley Patriota”, para disuadirlos de seguir ejerciendo su derecho a supervisar la educación de sus hijos. Dichas investigaciones son ordenadas por el Departamento de Justicia (equivalente al MP de EUA) a pedido de los maestros quienes se encuentran incómodos por esos cuestionamientos.

“…los yankis de mojados a Tijuana y las balsas de Miami a la Habana…

¿Cómo se pueden prevenir las “causas raíz” de la migración cuando el gobierno de EUA tiene una política migratoria que es, en efecto, una política de fronteras abiertas? En declaraciones a la prensa el Secretario de Seguridad Nacional – DHS - indica que “el status migratorio irregular no será un motivo de deportación”.

Es evidente que el diferencial de ingresos entre ambas naciones y con el resto de naciones del planeta, hacen de EUA un destino natural para migrantes que buscan un mejor futuro. No hay tal “expulsión” de sus países de origen. Los medios de comunicación resaltan los incentivos perversos: los migrantes ilegales son recibidos, procesados, trasladados a diferentes ciudades, liberados y hasta les regalan un teléfono celular para que se puedan comunicar cuando les toque su audiencia…

¿Entonces? ¿De qué se quejan y cómo pretenden que nosotros paremos ese flujo? Ahhh pero la culpa es de las “élites depredadoras”…

Y así se pueden señalar muchas otras formas de doble moral de los burócratas estadounidenses. Pero, me parece que, con estas pocas, el apreciado lector podrá darse una idea de la pobreza moral de sus argumentos.

Arjona termina su canción: “si el norte fuera el sur, sería la misma porquería; yo cantaría un rap y esta canción no existiría.” Un sabio y humilde final en el que reconoce que todas las naciones del planeta, sean de donde sean, tendremos nuestras graves deficiencias. Pero, que unas pretendan juzgar a otras, desde una falsa superioridad moral, es el más grande acto de hipocresía que se pueda cometer.

“…las barras y las estrellas se adueñan de mi bandera, y nuestra libertad no es otra cosa que una ramera.”

Si el Norte fuera el Sur

Y así se pueden señalar muchas otras formas de doble moral de los burócratas estadounidenses. Pero, me parece que, con estas pocas, el apreciado lector podrá darse una idea de la pobreza moral de sus argumentos.

Deborah Matta |
22 de mayo, 2022

En su éxito musical del mismo nombre, Ricardo Arjona presenta su visión de lo que pasaría si Estados Unidos fuera América Latina y viceversa. Una creativa burla y crítica a la realidad que él describiría en su letra como: “las barras y las estrellas se adueñan de mi bandera y nuestra libertad no es otra cosa que una ramera”. Duras palabras para países que, como el nuestro, sus líderes se permiten prostituir ante las agendas de la “comunidad internacional”.

Pero más allá de la entrega de la soberanía nacional a los intereses extranjeros, EUA se caracteriza por asumir un papel de liderazgo moral global que, cada día, está más desgastado. Uno de esos instrumentos es un reporte sobre derechos humanos que el departamento de estado publica una vez al año. En este informe, el gobierno de turno de EUA se da el lujo de juzgar el estado de los DDHH de cada país del planeta. ¿Con qué derecho? ¿Con qué autoridad moral? Con ninguno de los dos anteriores. Simplemente con la autoridad que la fuerza les confiere al ser una gran potencia económica y militar que se siente con el mandado divino de imponer sus “valores democráticos” de la manera más impune e irresponsable y a como ellos creen que deberían ser impuestos de acuerdo a su “agenda de seguridad nacional”.

Así que, en el mejor espíritu de Arjona, vamos a hacer un reporte de la situación de los DDHH de los ciudadanos estadounidenses. Sin ninguna autoridad moral, pero como una creativa contribución para que los guatemaltecos entendamos lo fácil que es no ver la viga en el ojo propio sino señalar la paja en el ajeno.

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“..con 18 eres un niño para un trago en algún bar, pero ya eres todo un hombre pa` la guerra y pa` matar…”

Comencemos por una nación que se da el lujo de asesinar a sus enemigos por medio de drones que usualmente acaban con la vida de aquellos que han caído en una de tantas “listas” que esos señores elaboran. Daño colateral le llamarán a las personas que, en ese momento, acompañen al “objetivo de alto valor”. Así que la “precisión quirúrgica” no será tal. Por lo tanto, otros hombres, mujeres y niños inocentes habrán sido ejecutados también.

El último y más trágico de estos acontecimientos fue la masacre de 10 personas (entre ellas niños) que fueron extrajudicialmente ejecutados en Afganistan. Un  un “error” que buscaba venganza por la muerte de 13 infantes de marina en el aeropuerto de Kabul.

En una muestra de que ese poder que está por encima de cualquier consideración moral, el ejército de EUA lamentó el error pero justificó la acción.

Hasta donde se sabe, nadie fue enjuiciado ni sancionado por esas muertes. Tampoco se vio un gran escándalo internacional como el que se creó con el asesinado del periodista Saudí – Adan Kashogi ordenado por el príncipe de Arabia Saudita; o los múltiples asesinatos de los opositores políticos de Vladimir Putin en varias partes del mundo. Estos últimos si son escándalos.

“…tienen todo pero nada lo han pagado…”

¿Y qué decir del gobierno de una nación cuya legislación considera como un “derecho constitucional” el asesinato de más de 800,000 niños no nacidos? De cara a la reciente posibilidad de que la nueva corte suprema de justicia modificase los fallos que legalizan el aborto, el senado demócrata busca publicar una legislación que permita el aborto “en cualquier momento de la etapa de gestación hasta antes del nacimiento”.  Y el estado de California quiere ir más allá, debatiendo una ley que permita el infanticidio hasta 18 meses después del nacimiento. ¿Qué clase de grotesca moral se nos quiere imponer de parte del gobierno de ese país?

“…cortáselo a tu marido y ganarás reputación…”

Ahora que está de moda la preocupación del gobierno de EUA por la seguridad de los jueces guatemaltecos, es muy oportuno recordar las manifestaciones y amenazas de las que son objeto los jueces de la suprema corte de ese país. Las represalias públicas por, presuntamente, revocar la resolución que legaliza, a nivel federal, el aborto son graves.

El juez Alito y su familia, tuvieron que abandonar su residencia por una ubicación que les ofreciera la seguridad necesaria. Con un cinismo digno de pertenecer a una de esas famosas “listas de actores antidemocráticos”, la vocera presidencial defendió el derecho a la libertad de manifestación e hizo caso omiso de la ley que tipifica dichos actos como delitos. El presidente Biden, con un silencio cómplice, avala y promueve la ilegítima presión sobre su organismo judicial; cuando le conviene. No hay pronunciamiento alguno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“…intelectuales de bronceado, eruditos de supermercado…”

Los EUA hacen siempre énfasis en la protección que deben gozar los periodistas. Cómo no habrían puesto el grito en el cielo cuando el Presidente Giammattei bromeó al usar un desodorante ambiental en una conferencia de prensa.

Sin embargo, pasó completamente desapercibido y sin ninguna consecuencia, el incidente cuando el Presidente Biden llamó “estúpido hijo de puta” al periodista Doocey de Fox News.

En un acto que pinta la enorme hipocresía estadounidense, Biden ni siquiera se disculpó sino que simplemente le dijo al periodista que “no había sido nada personal”. Peor aún, violó su propia promesa de despedir a aquel funcionario público que se comportara de manera insolente…  Ni una sola palabra por parte de la Comisión Interamericana de Prensa.

Y ni hablar del inconstitucional acoso que el FBI tiene sobre el medio Project Veritas, que recientemente ha destapado tremendos escáldalos políticos. O de las escuchas telefónicas que ese mismo FBI ha hecho sobre ciudadanos estadounidenses como un instrumento de control político.

“…polvean su nariz, y usan jeringa en los bolsillos. Viajan con mariguana para entender la situación…”

En EUA, el hijo del Presidente Biden ha recibido más de 10 millones de dólares de “honorarios” provenientes de potencias extranjeras, se ha metido en líos de drogas y no tiene un solo problema legal. Allá, las autoridades de justicia se hacen de la vista gorda.

Usar el poder político de su padre (entonces vicepresidente de Obama) para favorecer empresas extranjeras, sería en Guatemala, tráfico de influencias. Pero en EUA, los medios de comunicación encubren los delitos de sus políticos afines ideológicamente y las autoridades prefieren seguir otras líneas de investigación.

Como corolario, en Guatemala, EUA financia a una entidad como CICIG para que investigue al hijo del presidente y le tire todo el código penal por una falta que se debería de haber solucionado con una multa… Por cierto, él si se presentó ante los tribunales y enfrentó a sus juzgadores.

“Si el norte fuera el sur, serían los Siux los marginados. Ser moreno y chaparrito sería el look mas cotizado…”

En Guatemala se condena al Ministerio Público por “actividades creíbles antidemocráticas”; es decir, por deducir responsabilidades legales a otrora funcionarios de justicia al servicio de la agenda de EUA. Mientras tanto, en EUA, la oficina federal de investigación – FBI – hace lo propio investigando a padres de familia que se han quejado, ante las juntas escolares, por la indoctrinación en la agenda de género de la que son objeto sus hijos.

Los padres son acusados de “terroristas domésticos”, se les aplica la “Ley Patriota”, para disuadirlos de seguir ejerciendo su derecho a supervisar la educación de sus hijos. Dichas investigaciones son ordenadas por el Departamento de Justicia (equivalente al MP de EUA) a pedido de los maestros quienes se encuentran incómodos por esos cuestionamientos.

“…los yankis de mojados a Tijuana y las balsas de Miami a la Habana…

¿Cómo se pueden prevenir las “causas raíz” de la migración cuando el gobierno de EUA tiene una política migratoria que es, en efecto, una política de fronteras abiertas? En declaraciones a la prensa el Secretario de Seguridad Nacional – DHS - indica que “el status migratorio irregular no será un motivo de deportación”.

Es evidente que el diferencial de ingresos entre ambas naciones y con el resto de naciones del planeta, hacen de EUA un destino natural para migrantes que buscan un mejor futuro. No hay tal “expulsión” de sus países de origen. Los medios de comunicación resaltan los incentivos perversos: los migrantes ilegales son recibidos, procesados, trasladados a diferentes ciudades, liberados y hasta les regalan un teléfono celular para que se puedan comunicar cuando les toque su audiencia…

¿Entonces? ¿De qué se quejan y cómo pretenden que nosotros paremos ese flujo? Ahhh pero la culpa es de las “élites depredadoras”…

Y así se pueden señalar muchas otras formas de doble moral de los burócratas estadounidenses. Pero, me parece que, con estas pocas, el apreciado lector podrá darse una idea de la pobreza moral de sus argumentos.

Arjona termina su canción: “si el norte fuera el sur, sería la misma porquería; yo cantaría un rap y esta canción no existiría.” Un sabio y humilde final en el que reconoce que todas las naciones del planeta, sean de donde sean, tendremos nuestras graves deficiencias. Pero, que unas pretendan juzgar a otras, desde una falsa superioridad moral, es el más grande acto de hipocresía que se pueda cometer.

“…las barras y las estrellas se adueñan de mi bandera, y nuestra libertad no es otra cosa que una ramera.”