Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

“Sonido de libertad”

Si vemos algo que no nos deja tranquilos, que nos provoca rechazo, no nos quedemos callados. En

.
Salvador Paiz |
17 de agosto, 2023

El domingo fui invitado a la proyección especial de la película “Sonido de Libertad” en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Es una película que pone al descubierto una situación que incomoda, una verdad oscura y dolorosa. La esclavitud moderna y el tráfico sexual de menores de edad es una cruda realidad que no podemos seguir ignorando.

Sin revelar muchos detalles, la película cuenta la historia de Tim Ballard, un héroe de carne y hueso que arriesga todo para resguardar a la niñez. Por muchos años, Ballard fue agente de seguridad interna en Estados Unidos y también trabajó en la CIA. Hoy, Ballard es activista y fundador de la organización sin fines de lucro, “Operation Underground Railroad” (OUR). Con un grupo de especialistas y agentes ex militares, Ballard se dedica a salvar a niños de las garras del crimen organizado, quienes los venden para sexo, pornografía y, eventualmente, sus órganos. Hasta el momento, OUR ha ejecutado más de 1000 rescates en diferentes partes del mundo, ha logrado la detención de más de 4000 depredadores y ha rescatado a más de 6000 víctimas.

La película fue producida por los cineastas mexicanos Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde, y el actor Jim Caviezel protagoniza el rol de Tim Ballard. Durante 8 años, esta película recorrió un largo camino hasta poder llegar a las salas de cine alrededor del mundo de manera independiente. Es decir, sin seguir el clásico modelo de comercialización de cine proveniente de Hollywood al que estamos acostumbrados. A partir de su lanzamiento se ha vuelto la película más taquillera de la temporada de verano en Estados Unidos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por supuesto que, esto ha causado revuelo en la sociedad global. Mientras unos aplauden la valentía de las personas que han sacado a la luz esta dura historia, otros se han dedicado a minimizarla o desprestigiarla. Lo que es totalmente innegable es la incomodidad del espejo que presenta este largometraje. En pleno siglo XXI, la esclavitud moderna, en sus distintas formas, es mucho más común de lo que quisiéramos creer. El trabajo forzoso, la explotación sexual, el tráfico de órganos, la trata de blancas, y otras atrocidades que ni imaginamos, son situaciones muy reales.

Hoy Estados Unidos es el consumidor número uno de pornografía infantil en el mundo. Y, muy lamentablemente, Latinoamérica es su proveedor principal. Esta es una industria que genera aproximadamente US$150 billones anuales. Para que podamos dimensionar un poco, les pongo un punto de referencia. La industria de reclutamiento y selección de personal, a nivel global, es una industria de US$761 mil millones, tan solo cinco veces el tamaño de la "industria" de esclavitud forzada. Esta es una cifra que da miedo, dada la naturaleza del “negocio”

Todos, cualquiera de nosotros, podríamos ser víctimas de este infierno. Estos malhechores, en un segundo, podrían robarse a uno de los nuestros hijos desde nuestra propia casa o barrio. En un abrir y cerrar de ojos les roban la libertad y su inocencia. Como adultos, familiares o padres de familia, debemos tener muy abiertos los ojos. El acceso a redes sociales es un arma de dos filos. Allí los niños están expuestos y su falta de madurez no les permite ver el peligro que podrían enfrentar. A través de supuestas amistades que se presentan como muy inocentes, pueden ser víctimas de manipulaciones (grooming) que luego desembocan en cosas terribles como el abuso o la explotación sexual.

Por favor, cuidemos a nuestros hijos. Prestemos atención a quién les habla y por qué les hablan, quiénes son sus amigos, en qué ambientes se mueven. Es importante que tengamos un rol activo en la vida de nuestros hijos, para poder protegerlos de esta preocupante amenaza. La exposición a pornografía y pedofilia en niños cambia su psique para siempre. Un niño que ha sido abusado y violado perpetúa y amplifica ese ciclo de abuso a futuro.

En Guatemala existen entidades y actores que se dedican a combatir este flagelo, como la

Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET), Crime Stoppers Guatemala, la Policía Nacional Civil y otras fiscalías especializadas. No obstante, hay mucho camino por recorrer. Todos podemos contribuir para proteger a nuestros pequeños. Los verdaderos héroes tenemos que ser todos nosotros.

Si vemos algo que no nos deja tranquilos, que nos provoca rechazo, no nos quedemos callados. En palabras de Eduardo Verástegui, “cuando la gente buena se queda callada deja de ser buena, porque es parte del problema”. Atrevámonos a denunciar y a proteger esas inocentes vidas. Los niños son lo más preciado de nuestra sociedad, el futuro de nuestra nación, resguardémoslos. Ningún niño en nuestro mundo, merece ser víctima de estos crímenes horrorosos. Así que, los invito a ver la película, merece la pena que abramos los ojos ante esta situación. Merece la pena que nos convirtamos en defensores de los indefensos. Que nunca más nos quedemos callados.

www.salvadorpaiz.com

“Sonido de libertad”

Si vemos algo que no nos deja tranquilos, que nos provoca rechazo, no nos quedemos callados. En

Salvador Paiz |
17 de agosto, 2023
.

El domingo fui invitado a la proyección especial de la película “Sonido de Libertad” en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Es una película que pone al descubierto una situación que incomoda, una verdad oscura y dolorosa. La esclavitud moderna y el tráfico sexual de menores de edad es una cruda realidad que no podemos seguir ignorando.

Sin revelar muchos detalles, la película cuenta la historia de Tim Ballard, un héroe de carne y hueso que arriesga todo para resguardar a la niñez. Por muchos años, Ballard fue agente de seguridad interna en Estados Unidos y también trabajó en la CIA. Hoy, Ballard es activista y fundador de la organización sin fines de lucro, “Operation Underground Railroad” (OUR). Con un grupo de especialistas y agentes ex militares, Ballard se dedica a salvar a niños de las garras del crimen organizado, quienes los venden para sexo, pornografía y, eventualmente, sus órganos. Hasta el momento, OUR ha ejecutado más de 1000 rescates en diferentes partes del mundo, ha logrado la detención de más de 4000 depredadores y ha rescatado a más de 6000 víctimas.

La película fue producida por los cineastas mexicanos Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde, y el actor Jim Caviezel protagoniza el rol de Tim Ballard. Durante 8 años, esta película recorrió un largo camino hasta poder llegar a las salas de cine alrededor del mundo de manera independiente. Es decir, sin seguir el clásico modelo de comercialización de cine proveniente de Hollywood al que estamos acostumbrados. A partir de su lanzamiento se ha vuelto la película más taquillera de la temporada de verano en Estados Unidos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por supuesto que, esto ha causado revuelo en la sociedad global. Mientras unos aplauden la valentía de las personas que han sacado a la luz esta dura historia, otros se han dedicado a minimizarla o desprestigiarla. Lo que es totalmente innegable es la incomodidad del espejo que presenta este largometraje. En pleno siglo XXI, la esclavitud moderna, en sus distintas formas, es mucho más común de lo que quisiéramos creer. El trabajo forzoso, la explotación sexual, el tráfico de órganos, la trata de blancas, y otras atrocidades que ni imaginamos, son situaciones muy reales.

Hoy Estados Unidos es el consumidor número uno de pornografía infantil en el mundo. Y, muy lamentablemente, Latinoamérica es su proveedor principal. Esta es una industria que genera aproximadamente US$150 billones anuales. Para que podamos dimensionar un poco, les pongo un punto de referencia. La industria de reclutamiento y selección de personal, a nivel global, es una industria de US$761 mil millones, tan solo cinco veces el tamaño de la "industria" de esclavitud forzada. Esta es una cifra que da miedo, dada la naturaleza del “negocio”

Todos, cualquiera de nosotros, podríamos ser víctimas de este infierno. Estos malhechores, en un segundo, podrían robarse a uno de los nuestros hijos desde nuestra propia casa o barrio. En un abrir y cerrar de ojos les roban la libertad y su inocencia. Como adultos, familiares o padres de familia, debemos tener muy abiertos los ojos. El acceso a redes sociales es un arma de dos filos. Allí los niños están expuestos y su falta de madurez no les permite ver el peligro que podrían enfrentar. A través de supuestas amistades que se presentan como muy inocentes, pueden ser víctimas de manipulaciones (grooming) que luego desembocan en cosas terribles como el abuso o la explotación sexual.

Por favor, cuidemos a nuestros hijos. Prestemos atención a quién les habla y por qué les hablan, quiénes son sus amigos, en qué ambientes se mueven. Es importante que tengamos un rol activo en la vida de nuestros hijos, para poder protegerlos de esta preocupante amenaza. La exposición a pornografía y pedofilia en niños cambia su psique para siempre. Un niño que ha sido abusado y violado perpetúa y amplifica ese ciclo de abuso a futuro.

En Guatemala existen entidades y actores que se dedican a combatir este flagelo, como la

Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET), Crime Stoppers Guatemala, la Policía Nacional Civil y otras fiscalías especializadas. No obstante, hay mucho camino por recorrer. Todos podemos contribuir para proteger a nuestros pequeños. Los verdaderos héroes tenemos que ser todos nosotros.

Si vemos algo que no nos deja tranquilos, que nos provoca rechazo, no nos quedemos callados. En palabras de Eduardo Verástegui, “cuando la gente buena se queda callada deja de ser buena, porque es parte del problema”. Atrevámonos a denunciar y a proteger esas inocentes vidas. Los niños son lo más preciado de nuestra sociedad, el futuro de nuestra nación, resguardémoslos. Ningún niño en nuestro mundo, merece ser víctima de estos crímenes horrorosos. Así que, los invito a ver la película, merece la pena que abramos los ojos ante esta situación. Merece la pena que nos convirtamos en defensores de los indefensos. Que nunca más nos quedemos callados.

www.salvadorpaiz.com