El primer programa de Titanes en el Ring se emitió por Canal 9 en Argentina, el 3 de marzo de 1962. Estuvo vigente por largo tiempo, dada su popularidad.  Para quienes ya tenemos algunos años, disfrutamos ese espectáculo de lucha libre. Tenía sus personajes clásicos que lo hacían muy ameno.

Viendo lo que sucede en nuestro país, se vino a mi mente el nombre de este programa así como algunos de sus personajes. La lucha, no tan libre, entre el presidente de la  República y la señora Fiscal General me hicieron revivir aquel entretenido programa.

Alguien me dijo una vez que, en nuestros países, lo que los ciudadanos quieren es “pan y circo”. No estoy de acuerdo con esto, pues las necesidades son apremiantes e ilimitadas ante la carencia de servicios de calidad proveidos por el gobierno. Sin embargo, parece que el actual gobernante se esfuerza por darnos “circo” al mantener públicamente la pugna y el desprecio que le tiene a la Fiscal General. 

En el entretenido programa de los titanes, uno de los personajes era La Momia. Era sumamente rígida por su condición, fuerte y decidida a noquear a su contrincante. El único que le ganaba era el personaje central (y productor del programa), Martín Karadagián. Bajo de estatura, de pelo blanco y ya con alguna edad, utilizaba sus estrategias para ganarle a sus oponentes.

Veo a la señora Fiscal Genral como “el Martín” en esta lucha sin cuartel que el presidente ha emprendido en contra de ella. En el programa había un hombre que acarreaba un gran trozo de hielo. Nunca vimos a alguien usarlo, pero ahí estaba.  Me parece que este hombre de hielo es la ley que le impide al presidente destituir a la señora Fiscal General. La nota cómica de esto es que fue la anterior e innombrable Thelma Aldana la que logró congelar el cargo. Eso se llama “dispararse en el pie”.

Nosotros, los desencantados y engañados espectadores, veremos los siguientes “rounds” con caras nuevas y tácticas viejas. Nos toca ser los titanes en este ring llamado Guatemala.

En medio de este circo estamos todos los espectadores. Somos un montón de millones esperando a que termine cada “round”, con la esperanza que se dediquen a trabajar (les pagamos para eso). La señora Fiscal sí lo hace; el presidente, quién sabe a qué se dedica cada día. A veces parece ser uno de los espectadores del show. Son otros quienes están gobernando.

Guatemala es ahora el cuadrilátero en el que se llevan a cabo las luchas de poder. La presidencia versus la fiscalía general es solo una. Él ataca, ella se defiende, con la ley en la mano. El Congreso, como es usual, también tiene sus propias luchas. Es normal que esto suceda, pues hay infinidad de intereses en cada uno de los 160 diputados. Todos tienen sus temas personales, las deudas a quienes los ayudaron a llegar a ocupar la curul y cumplir con las docenas de ofrecimientos hechos a sus electores.

Sin embargo, de luchas a discusiones de alto nivel para contribuir al crecimiento y desarrollo del país, hay una enorme distancia. El poder, con el dinero asociado, los hace invencibles en su mente. Ejemplos de esto ha habido a lo largo de cada “show” que tarda cuatro años. Algunos han sido noqueados (juzgados y sentenciados). Otros son espectadores pues, como políticos, les encanta mantenerse enterados. Retomarán sus actividades previas al cargo, con la satisfacción de haber servido a la patria o de haberse servido a sí mismos.

Nosotros, los desencantados y engañados espectadores, veremos los siguientes “rounds” con caras nuevas y tácticas viejas. Nos toca ser los titanes en este ring llamado Guatemala.