El emir de Kuwait, el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, anunció este martes que su país otorgará a los países africanos 1.000 millones de dólares en préstamos a un tipo de interés bajo antes del final de 2018.
‘Ordené a los responsables del Fondo kuwaití de desarrollo económico y social que concedan a África préstamos de bajo interés por un valor de 1.000 millones de dólares durante los próximos cinco años’, declaró el jeque Sabah.
El jeque hizo este anuncio durante la inauguración en Kuwait de la tercera cumbre árabo-africana, en la que participan dirigentes árabes y africanos para intentar promover las relaciones económicas entre los países árabes, sobre todo, entre las ricas monarquías petroleras del Golfo, y África, que busca inversores.
Esta cumbre de dos días es la primera desde 2010, cuando los dirigentes de los países miembros de la Liga Árabe y la Unión Africana (UA) se reunieron en Libia poco antes de la ‘Primavera árabe’, que barrió los regímenes autoritarios, incluido el libio.
El ministro kuwaití de Relaciones Exteriores, el jeque Sabah Jaled Al Sabah, dijo que la cumbre, que tiene como lema ‘Socios para el desarrollo y las inversiones’, van a hablar de la posibilidad de crear un mercado común afro-árabe, que contará con una población de unos 1.200 millones de personas.
Los participantes también tratarán de acelerar los flujos de capital hacia África, que tiene un enorme potencial pero que sufre un déficit de inversiones importante.
Según el Banco Mundial, África, que registró un crecimiento del 5% en 2012, necesita unos 30.000 millones de dólares sólo en los campos de la energía y la electricidad.
Por su parte, las monarquías petroleras cuentan con una cartera de 2 billones de dólares procedentes del petróleo, colocado mayoritariamente en Estados Unidos y en Europa.
La cumbre examinará el establecimiento de un mecanismo financiero árabo-africano para llevar a cabo proyectos conjuntos y fomentar las inversiones, así como la creación de un comité de coordinación sobre la migración para ayudar a proteger a los trabajadores migrantes.
El emir de Kuwait, el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, anunció este martes que su país otorgará a los países africanos 1.000 millones de dólares en préstamos a un tipo de interés bajo antes del final de 2018.
‘Ordené a los responsables del Fondo kuwaití de desarrollo económico y social que concedan a África préstamos de bajo interés por un valor de 1.000 millones de dólares durante los próximos cinco años’, declaró el jeque Sabah.
El jeque hizo este anuncio durante la inauguración en Kuwait de la tercera cumbre árabo-africana, en la que participan dirigentes árabes y africanos para intentar promover las relaciones económicas entre los países árabes, sobre todo, entre las ricas monarquías petroleras del Golfo, y África, que busca inversores.
Esta cumbre de dos días es la primera desde 2010, cuando los dirigentes de los países miembros de la Liga Árabe y la Unión Africana (UA) se reunieron en Libia poco antes de la ‘Primavera árabe’, que barrió los regímenes autoritarios, incluido el libio.
El ministro kuwaití de Relaciones Exteriores, el jeque Sabah Jaled Al Sabah, dijo que la cumbre, que tiene como lema ‘Socios para el desarrollo y las inversiones’, van a hablar de la posibilidad de crear un mercado común afro-árabe, que contará con una población de unos 1.200 millones de personas.
Los participantes también tratarán de acelerar los flujos de capital hacia África, que tiene un enorme potencial pero que sufre un déficit de inversiones importante.
Según el Banco Mundial, África, que registró un crecimiento del 5% en 2012, necesita unos 30.000 millones de dólares sólo en los campos de la energía y la electricidad.
Por su parte, las monarquías petroleras cuentan con una cartera de 2 billones de dólares procedentes del petróleo, colocado mayoritariamente en Estados Unidos y en Europa.
La cumbre examinará el establecimiento de un mecanismo financiero árabo-africano para llevar a cabo proyectos conjuntos y fomentar las inversiones, así como la creación de un comité de coordinación sobre la migración para ayudar a proteger a los trabajadores migrantes.