El acuerdo, anunciado por la propia Rousseff en la red social Twitter,
evitaría cortes de impuestos o nuevos gastos no previstos en el
presupuesto.
La mandataria explicó que en el Pacto por la
Responsabilidad Fiscal, ‘los líderes de los partidos se comprometieron a
no apoyar proyectos que impliquen un aumento del gasto o la reducción
de ingresos’.
El pacto fiscal forma parte de uno de los
compromisos del gobierno tras la masivas manifestaciones de junio en
contra de la corrupción y los millonarios gastos públicos en el Mundial
que acoge el país el año que viene.
La presión de las protestas
llevó al gobierno a comprometerse en cinco aspectos, el primero de ellos
sobre la política fiscal. Incluye también una reforma política y
mejoras en la educación, transporte y salud.
Con este acuerdo,
Brasil podrá dar una imagen al mercado de austeridad fiscal, permitiendo
planificar y cumplir sus metas propias y sugeridas por organismos
internacionales.
La agencia de calificación financiera Moodys
revisó en octubre a la baja la perspectiva de la deuda de Brasil, cuya
nota es Baa2, de positiva a estable, basado en parte al ‘deterioro’ del
nivel de endeudamiento y de las cuentas públicas.
El acuerdo, anunciado por la propia Rousseff en la red social Twitter,
evitaría cortes de impuestos o nuevos gastos no previstos en el
presupuesto.
La mandataria explicó que en el Pacto por la
Responsabilidad Fiscal, ‘los líderes de los partidos se comprometieron a
no apoyar proyectos que impliquen un aumento del gasto o la reducción
de ingresos’.
El pacto fiscal forma parte de uno de los
compromisos del gobierno tras la masivas manifestaciones de junio en
contra de la corrupción y los millonarios gastos públicos en el Mundial
que acoge el país el año que viene.
La presión de las protestas
llevó al gobierno a comprometerse en cinco aspectos, el primero de ellos
sobre la política fiscal. Incluye también una reforma política y
mejoras en la educación, transporte y salud.
Con este acuerdo,
Brasil podrá dar una imagen al mercado de austeridad fiscal, permitiendo
planificar y cumplir sus metas propias y sugeridas por organismos
internacionales.
La agencia de calificación financiera Moodys
revisó en octubre a la baja la perspectiva de la deuda de Brasil, cuya
nota es Baa2, de positiva a estable, basado en parte al ‘deterioro’ del
nivel de endeudamiento y de las cuentas públicas.