El gobierno argentino mantendrá su política de intervención en la economía, incluido el mercado de cambios, sostuvo este jueves en rueda de prensa el flamante Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich.
‘Hay muchos argentinos que necesitan al Estado. (…) Sabemos que los intereses corporativos lo que pretenden es defender sus propios intereses y el Estado tiene que tener capacidad regulatoria’, justificó.
Capitanich, quien juró en el cargo el miércoles junto al nuevo ministro de Economía, Axel Kiciloff, dijo que el gobierno seguirá interviniendo en el mercado de divisas a través de una ‘flotación administrada del tipo de cambio’.
‘Desde el punto de vista de la administración de reservas tenemos que protegerlas lo que significa no destinarlas a asignaciones de caracter suntuario sino a generar una matriz de insumo-producto para el desarrollo de la economía’, explicó.
Las reservas del Banco Central están al borde de perforar el piso de 32.000 millones de dólares, lejos del récord de 52.000 millones de dólares en 2010, en parte por los esfuerzos del gobierno para sostener el tipo de cambio oficial que ronda los 6 pesos por dólar.
Las restricciones para la compra de dólares hicieron florecer un mercado paralelo de cambio donde la divisa estadounidense se cotiza casi a 10 pesos.
El ministro dijo que el gobierno buscará acuerdos con sectores productivos para frenar el aumento de precios ‘garantizando las condiciones de rentabilidad de los empresarios’.
Capitanich descartó ‘anuncios económicos grandilocuentes’ y dijo que trabajará con el objetivo de cumplir las metas del Presupuesto 2014, que plantea ‘un crecimiento superior al 6% y una balanza comercial (con superávit) de no menos de 10.000 millones de dólares’.
El jefe de ministros consideró en vías de normalización el cuestionado sistema de estadísticas del país, objetado por el Fondo Monetario Internacional, que asesora a Buenos Aires para desarrollar nuevas metodologías.
‘Es una cuestión que está en proceso de desarrollo final, se va a publicar en el primer trimestre del año próximo, es una objeción que pertenece al pasado’, aseguró.
Tras tomar juramento a sus nuevos ministros, Kirchner había adelantado el miércoles la ‘profundización del modelo económico’ en base a la idea del ‘desarrollo de una industria nacional’, en un discurso ante cientos de seguidores en la sede presidencial.
El gobierno argentino mantendrá su política de intervención en la economía, incluido el mercado de cambios, sostuvo este jueves en rueda de prensa el flamante Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich.
‘Hay muchos argentinos que necesitan al Estado. (…) Sabemos que los intereses corporativos lo que pretenden es defender sus propios intereses y el Estado tiene que tener capacidad regulatoria’, justificó.
Capitanich, quien juró en el cargo el miércoles junto al nuevo ministro de Economía, Axel Kiciloff, dijo que el gobierno seguirá interviniendo en el mercado de divisas a través de una ‘flotación administrada del tipo de cambio’.
‘Desde el punto de vista de la administración de reservas tenemos que protegerlas lo que significa no destinarlas a asignaciones de caracter suntuario sino a generar una matriz de insumo-producto para el desarrollo de la economía’, explicó.
Las reservas del Banco Central están al borde de perforar el piso de 32.000 millones de dólares, lejos del récord de 52.000 millones de dólares en 2010, en parte por los esfuerzos del gobierno para sostener el tipo de cambio oficial que ronda los 6 pesos por dólar.
Las restricciones para la compra de dólares hicieron florecer un mercado paralelo de cambio donde la divisa estadounidense se cotiza casi a 10 pesos.
El ministro dijo que el gobierno buscará acuerdos con sectores productivos para frenar el aumento de precios ‘garantizando las condiciones de rentabilidad de los empresarios’.
Capitanich descartó ‘anuncios económicos grandilocuentes’ y dijo que trabajará con el objetivo de cumplir las metas del Presupuesto 2014, que plantea ‘un crecimiento superior al 6% y una balanza comercial (con superávit) de no menos de 10.000 millones de dólares’.
El jefe de ministros consideró en vías de normalización el cuestionado sistema de estadísticas del país, objetado por el Fondo Monetario Internacional, que asesora a Buenos Aires para desarrollar nuevas metodologías.
‘Es una cuestión que está en proceso de desarrollo final, se va a publicar en el primer trimestre del año próximo, es una objeción que pertenece al pasado’, aseguró.
Tras tomar juramento a sus nuevos ministros, Kirchner había adelantado el miércoles la ‘profundización del modelo económico’ en base a la idea del ‘desarrollo de una industria nacional’, en un discurso ante cientos de seguidores en la sede presidencial.