La operación de refuerzo del capital de Telecom Italia anunciada por la española Telefónica provocó este miércoles agitación en toda la península, así como protestas de líderes políticos y sindicales.
La firma española anunció el martes que aumentará progresivamente su participación en el conglomerado Telco, primer accionista de Telecom Italia, con un 22,4% de las acciones, mediante un aumento de capital con opción de comprar la totalidad a partir de 2014. La compleja operación, que se llevará a cabo por etapas, no fue bien acogida en Italia, que la ha visto como un ataque a su ‘italianidad’ y ‘a la seguridad nacional’.
Numerosos políticos han suplicado que ‘no se deje la empresa en manos del mercado’. ‘Corremos el riesgo de ser el único país grande del mundo que entrega a extranjeros la propia red nacional de telecomunicaciones, una infraestructura altamente estratégica para nuestra seguridad’, lamentó el diputado de centroderecha Antonio Leone, del PDL, el partido de Silvio Berlusconi. ‘El Gobierno debe intervenir urgentemente para conjurar ese peligro’, pidió.
Los mayores sindicatos del país solicitaron una reunión urgente con el jefe de Gobierno, Enrico Letta, quien se encuentra en Nueva York en la asamblea de Naciones Unidas. ‘Telecom es una sociedad privada y estamos dentro del mercado europeo’, declaró Letta al intentar calmar el ambiente. El primer ministro italiano precisó que el Gobierno vigilará las cuestiones estratégicas y de empleo. El próximo 1 de octubre comparecerá ante el Parlamento para explicar la situación.
El presidente de Telecom Italia, Franco Bernabè, aseguró este miércoles ante una comisión parlamentaria que supo de la operación a través de la prensa.
Telecom Italia, que atraviesa un momento difícil, sumida por las deudas, corre el riesgo de que su nota sea rebajada a nivel ‘especulativo’ por las agencias de calificación financiera. Según Bernabé tiene dos opciones: ‘La primera es vender (…) todas sus participaciones en América Latina’, dijo. La segunda es ‘un aumento del capital de Telecom Italia, abierto a los actuales accionistas o a nuevos’, explicó.
Bernabé reconoció que veía con buenos ojos la segunda opción. La venta de las actividades en América del Sur implicaría ‘una redefinición radical de la estrategia del grupo y convertiría a Telecom Italia en un operador exclusivamente nacional’, aseguró.
Para el presidente de la firma, ‘se reúnen las condiciones para el aumento de capital, porque es un momento extraordinario de liquidez, ya que hay muchos inversores listos para invertir’. Las declaraciones de Bernarbé fueron mal recibidas por los mercados, haciendo caer el título del 4,67% a 0,572 euro hacia las 15H30 GMT.
El consejo de Telecom tiene una reunión el próximo 3 de octubre en la que debe presentar su plan de viabilidad.
La operación de refuerzo del capital de Telecom Italia anunciada por la española Telefónica provocó este miércoles agitación en toda la península, así como protestas de líderes políticos y sindicales.
La firma española anunció el martes que aumentará progresivamente su participación en el conglomerado Telco, primer accionista de Telecom Italia, con un 22,4% de las acciones, mediante un aumento de capital con opción de comprar la totalidad a partir de 2014. La compleja operación, que se llevará a cabo por etapas, no fue bien acogida en Italia, que la ha visto como un ataque a su ‘italianidad’ y ‘a la seguridad nacional’.
Numerosos políticos han suplicado que ‘no se deje la empresa en manos del mercado’. ‘Corremos el riesgo de ser el único país grande del mundo que entrega a extranjeros la propia red nacional de telecomunicaciones, una infraestructura altamente estratégica para nuestra seguridad’, lamentó el diputado de centroderecha Antonio Leone, del PDL, el partido de Silvio Berlusconi. ‘El Gobierno debe intervenir urgentemente para conjurar ese peligro’, pidió.
Los mayores sindicatos del país solicitaron una reunión urgente con el jefe de Gobierno, Enrico Letta, quien se encuentra en Nueva York en la asamblea de Naciones Unidas. ‘Telecom es una sociedad privada y estamos dentro del mercado europeo’, declaró Letta al intentar calmar el ambiente. El primer ministro italiano precisó que el Gobierno vigilará las cuestiones estratégicas y de empleo. El próximo 1 de octubre comparecerá ante el Parlamento para explicar la situación.
El presidente de Telecom Italia, Franco Bernabè, aseguró este miércoles ante una comisión parlamentaria que supo de la operación a través de la prensa.
Telecom Italia, que atraviesa un momento difícil, sumida por las deudas, corre el riesgo de que su nota sea rebajada a nivel ‘especulativo’ por las agencias de calificación financiera. Según Bernabé tiene dos opciones: ‘La primera es vender (…) todas sus participaciones en América Latina’, dijo. La segunda es ‘un aumento del capital de Telecom Italia, abierto a los actuales accionistas o a nuevos’, explicó.
Bernabé reconoció que veía con buenos ojos la segunda opción. La venta de las actividades en América del Sur implicaría ‘una redefinición radical de la estrategia del grupo y convertiría a Telecom Italia en un operador exclusivamente nacional’, aseguró.
Para el presidente de la firma, ‘se reúnen las condiciones para el aumento de capital, porque es un momento extraordinario de liquidez, ya que hay muchos inversores listos para invertir’. Las declaraciones de Bernarbé fueron mal recibidas por los mercados, haciendo caer el título del 4,67% a 0,572 euro hacia las 15H30 GMT.
El consejo de Telecom tiene una reunión el próximo 3 de octubre en la que debe presentar su plan de viabilidad.