El operador Telecom Italia adoptó este jueves un controvertido plan estratégico que prevé la venta de su parte en Telecom Argentina, en un momento en que los accionistas minoritarios cuestionan la influencia de su rival y principal accionista, el español Telefónica.
El consejo de administración del grupo aprobó el jueves a última hora de la noche un plan para 2014-2016 que prevé lograr unos 4.000 millones de euros de ingresos procedentes de la venta de la parte que posee en el operador Telecom Argentina, que asciende aproximadamente a un 22% del capital; de la emisión de bonos convertibles por valor de 1.300 millones de euros y de la cesión de otros activos, entre los que hay torres de telecomunicaciones en Italia y en Brasil, según un comunicado.
Telecom Italia indicó haber ‘recibido una oferta por su parte directa e indirecta en Telecom Argentina’ y haber dado la orden a su dirección de negociar la mejor transacción posible, sin dar más detalles.
Esta reunión fue la primera del consejo de administración del grupo desde la dimisión, hace un mes, del presidente de Telecom Italia Franco Bernabé a raíz de un conflicto con Telefónica.
Estas ‘transacciones extraordinarias’ permitirán reforzar el grupo, muy endeudado, financiar inversiones en la banda ultra-ancha y recuperar el favor de las agencias de calificación, explicó el consejero delegado Marco Patuano, citado en el comunicado.
El plan prevé 9.000 millones de euros en inversiones en tres años solo en Italia.
Según la nota, también se estudió la petición de revocación de la mayoría del consejo de administración presentada por el empresario Marco Fossati, cuya empresa Findim posee el 5% de Telecom Italia, y se convocó una asamblea general para pronunciarse sobre este tema, aunque sin precisar fecha.
Fossati presentó el miércoles en Londres un ‘anti-plan’ detallando su propia visión sobre el futuro del operador. ‘A los españoles solo les preocupan sus intereses y tienen el 85% del accionariado en minoría’, aseguró recientemente, según la prensa italiana.
‘No me opongo a las cesiones, pero pienso que no es el momento. Pienso más bien en posibles asociaciones, por ejemplo en Brasil’, explicó en su presentación londinense.
‘Con el proyecto justo, de aquí a 2-3 años el título podría valer 1,5 euros’, más del doble del nivel actual, agregó.
Telecom Italia está siendo fuertemente presionada para reducir su deuda (28.800 millones de euros), encontrar un modelo de actividad que permita beneficios en un mercado altamente competitivo y decidir si transfiere su red fija a una sociedad separada.
La agencia de calificación financiera Moody’s la degradó recientemente a la categoría de créditos de riesgo.
Aunque los problemas de estrategia que atraviesa Telecom Italia no son de ahora, la situación se ha complicado desde que Telefónica amplió su capital en septiembre.
El grupo español controla ahora el 66% del holding Telco -propietario del 22,4% de Telecom Italia-, y podrá comprar lo que falta a partir de 2014, lo que le garantizaría el control.
La clase política italiana suele enarbolar el caso de Telecom Italia como símbolo del fracaso del modelo industrial italiano, como lo demuestra también el hecho de que la compañía aérea Alitalia podría pasar en poco tiempo bajo la égida de Air France-KLM o de otra extranjera.
El gobierno italiano ha empezado a estudiar en las últimas semanas la idea de modificar la actual legislación sobre las OPA -operaciones públicas de adquisición- para impedir a Telefónica que refuerce su control de Telecom Italia y parapetarse ante supuestas amenazas a la seguridad del país y del empleo.
La asociación de pequeños accionistas Asati también está en contra de los supuestos planes de Telefónica para el grupo. El miércoles instó a los administradores independientes a que se opongan a todo proyecto de Telefónica-Telco que se traduzca en un ‘empobrecimiento del patrimonio actual de la sociedad’.
El operador Telecom Italia adoptó este jueves un controvertido plan estratégico que prevé la venta de su parte en Telecom Argentina, en un momento en que los accionistas minoritarios cuestionan la influencia de su rival y principal accionista, el español Telefónica.
El consejo de administración del grupo aprobó el jueves a última hora de la noche un plan para 2014-2016 que prevé lograr unos 4.000 millones de euros de ingresos procedentes de la venta de la parte que posee en el operador Telecom Argentina, que asciende aproximadamente a un 22% del capital; de la emisión de bonos convertibles por valor de 1.300 millones de euros y de la cesión de otros activos, entre los que hay torres de telecomunicaciones en Italia y en Brasil, según un comunicado.
Telecom Italia indicó haber ‘recibido una oferta por su parte directa e indirecta en Telecom Argentina’ y haber dado la orden a su dirección de negociar la mejor transacción posible, sin dar más detalles.
Esta reunión fue la primera del consejo de administración del grupo desde la dimisión, hace un mes, del presidente de Telecom Italia Franco Bernabé a raíz de un conflicto con Telefónica.
Estas ‘transacciones extraordinarias’ permitirán reforzar el grupo, muy endeudado, financiar inversiones en la banda ultra-ancha y recuperar el favor de las agencias de calificación, explicó el consejero delegado Marco Patuano, citado en el comunicado.
El plan prevé 9.000 millones de euros en inversiones en tres años solo en Italia.
Según la nota, también se estudió la petición de revocación de la mayoría del consejo de administración presentada por el empresario Marco Fossati, cuya empresa Findim posee el 5% de Telecom Italia, y se convocó una asamblea general para pronunciarse sobre este tema, aunque sin precisar fecha.
Fossati presentó el miércoles en Londres un ‘anti-plan’ detallando su propia visión sobre el futuro del operador. ‘A los españoles solo les preocupan sus intereses y tienen el 85% del accionariado en minoría’, aseguró recientemente, según la prensa italiana.
‘No me opongo a las cesiones, pero pienso que no es el momento. Pienso más bien en posibles asociaciones, por ejemplo en Brasil’, explicó en su presentación londinense.
‘Con el proyecto justo, de aquí a 2-3 años el título podría valer 1,5 euros’, más del doble del nivel actual, agregó.
Telecom Italia está siendo fuertemente presionada para reducir su deuda (28.800 millones de euros), encontrar un modelo de actividad que permita beneficios en un mercado altamente competitivo y decidir si transfiere su red fija a una sociedad separada.
La agencia de calificación financiera Moody’s la degradó recientemente a la categoría de créditos de riesgo.
Aunque los problemas de estrategia que atraviesa Telecom Italia no son de ahora, la situación se ha complicado desde que Telefónica amplió su capital en septiembre.
El grupo español controla ahora el 66% del holding Telco -propietario del 22,4% de Telecom Italia-, y podrá comprar lo que falta a partir de 2014, lo que le garantizaría el control.
La clase política italiana suele enarbolar el caso de Telecom Italia como símbolo del fracaso del modelo industrial italiano, como lo demuestra también el hecho de que la compañía aérea Alitalia podría pasar en poco tiempo bajo la égida de Air France-KLM o de otra extranjera.
El gobierno italiano ha empezado a estudiar en las últimas semanas la idea de modificar la actual legislación sobre las OPA -operaciones públicas de adquisición- para impedir a Telefónica que refuerce su control de Telecom Italia y parapetarse ante supuestas amenazas a la seguridad del país y del empleo.
La asociación de pequeños accionistas Asati también está en contra de los supuestos planes de Telefónica para el grupo. El miércoles instó a los administradores independientes a que se opongan a todo proyecto de Telefónica-Telco que se traduzca en un ‘empobrecimiento del patrimonio actual de la sociedad’.