El grupo francés automotor PSA Peugeot Citroën confirmó este jueves que negocia la entrada del chino Dongfeng en su capital, en momentos en que la crisis automovilística en Europa y un euro fuerte lastran el sector.
PSA, primer grupo automotor francés, y Dongfeng Motor Corporation ya están asociados y tienen una coempresa, DPCA, que posee tres fábricas en Wuhan (centro-este de China).
‘PSA Peugeot Citroën confirma que estudia nuevos proyectos de desarrollo industrial y comercial con varios socios, incluido Dongfeng Motor, así como un proyecto de ampliación de capital’, indicó un breve comunicado de la sociedad francesa, que precisa que aún ‘no hay ningún acuerdo sobre los términos de una eventual operación’.
La prensa ha aludido desde hace varios meses a una ampliación de capital de PSA de 3.000 a 4.000 millones de euros, en la que participarían Dongfeng, pero también el estado francés.
El capital de PSA es controlado actualmente en un 25,4% por la familia Peugeot, accionista histórico del grupo. La norteamericana General Motors posee un 7% .
GM estaría dispuesto a apoyar la llegada de un nuevo accionista, indicó PSA. Los dos grupos son socios desde 2012 y están dispuestos a modificar las cláusulas de su contrato para permitir la llegada al grupo francés del nuevo accionista chino. Ello demuestra ‘el apoyo de GM a nuestros proyectos estratégicos’, afirmó el director financiera de PSA, Jean-Baptiste de Chatillon, en una conferencia telefónica.
La entrada de capitales chinos en PSA ayudaría a satisfacer sus crecientes necesidades de liquidez, además de cimentar aún más sus relaciones con Dongfeng, segundo constructor automotor de China.
PSA reconoció este jueves que la ‘degradación de los mercados del automóvil y la evolución de los tipos de cambio en las zonas Rusia y América Latina’ va a generar al grupo una depreciación de 1.100 millones de euros (1.500 millones de dólares) en 2013.
‘Ello tendrá un impacto’ en los resultados del grupo, admitió Chatillon. PSA ya registró en 2012 una pérdida histórica de 5.000 millones de euros, de los cuales 4.700 millones por depreciación de activos.
China invierte en el sector europeo
No es desde luego la primera vez que China se interesa por el sector automotor europeo. A principios de diciembre, las autoridades chinas dieron luz verde a una empresa constituida por Dongfeng y el también francés Renault y que tendrá una inversión de 1.300 millones de dólares.
Los dos grupos contarán cada uno con el 50% de la nueva empresa, que representa una inversión de 7.760 millones de yuanes (932 millones de euros, 1.300 millones de dólares) para producir 150.000 de vehículos por año en China, país que se ha convertido en el primer mercado mundial del sector.
El grupo Dongfeng y sus empresas asociadas vendieron en total 3,08 millones de vehículos en China el año pasado, según la Asociación de productores de automóviles de China, que concede a este grupo una cuota de mercado del 16% en el país.
Inversamente, el mercado chino constituye un verdadero imán para los constructores occidentales, dada su enorme capacidad de crecimiento.
Según las valoraciones de los expertos, las ventas anuales alcanzarán los 27,7 millones de unidades en China en 2019. En 2013, se deberían registrar 18,1 millones de unidades vendidas, según un estudio de la consultora y auditora PwC presentado recientemente en Fráncfort.
El grupo francés automotor PSA Peugeot Citroën confirmó este jueves que negocia la entrada del chino Dongfeng en su capital, en momentos en que la crisis automovilística en Europa y un euro fuerte lastran el sector.
PSA, primer grupo automotor francés, y Dongfeng Motor Corporation ya están asociados y tienen una coempresa, DPCA, que posee tres fábricas en Wuhan (centro-este de China).
‘PSA Peugeot Citroën confirma que estudia nuevos proyectos de desarrollo industrial y comercial con varios socios, incluido Dongfeng Motor, así como un proyecto de ampliación de capital’, indicó un breve comunicado de la sociedad francesa, que precisa que aún ‘no hay ningún acuerdo sobre los términos de una eventual operación’.
La prensa ha aludido desde hace varios meses a una ampliación de capital de PSA de 3.000 a 4.000 millones de euros, en la que participarían Dongfeng, pero también el estado francés.
El capital de PSA es controlado actualmente en un 25,4% por la familia Peugeot, accionista histórico del grupo. La norteamericana General Motors posee un 7% .
GM estaría dispuesto a apoyar la llegada de un nuevo accionista, indicó PSA. Los dos grupos son socios desde 2012 y están dispuestos a modificar las cláusulas de su contrato para permitir la llegada al grupo francés del nuevo accionista chino. Ello demuestra ‘el apoyo de GM a nuestros proyectos estratégicos’, afirmó el director financiera de PSA, Jean-Baptiste de Chatillon, en una conferencia telefónica.
La entrada de capitales chinos en PSA ayudaría a satisfacer sus crecientes necesidades de liquidez, además de cimentar aún más sus relaciones con Dongfeng, segundo constructor automotor de China.
PSA reconoció este jueves que la ‘degradación de los mercados del automóvil y la evolución de los tipos de cambio en las zonas Rusia y América Latina’ va a generar al grupo una depreciación de 1.100 millones de euros (1.500 millones de dólares) en 2013.
‘Ello tendrá un impacto’ en los resultados del grupo, admitió Chatillon. PSA ya registró en 2012 una pérdida histórica de 5.000 millones de euros, de los cuales 4.700 millones por depreciación de activos.
China invierte en el sector europeo
No es desde luego la primera vez que China se interesa por el sector automotor europeo. A principios de diciembre, las autoridades chinas dieron luz verde a una empresa constituida por Dongfeng y el también francés Renault y que tendrá una inversión de 1.300 millones de dólares.
Los dos grupos contarán cada uno con el 50% de la nueva empresa, que representa una inversión de 7.760 millones de yuanes (932 millones de euros, 1.300 millones de dólares) para producir 150.000 de vehículos por año en China, país que se ha convertido en el primer mercado mundial del sector.
El grupo Dongfeng y sus empresas asociadas vendieron en total 3,08 millones de vehículos en China el año pasado, según la Asociación de productores de automóviles de China, que concede a este grupo una cuota de mercado del 16% en el país.
Inversamente, el mercado chino constituye un verdadero imán para los constructores occidentales, dada su enorme capacidad de crecimiento.
Según las valoraciones de los expertos, las ventas anuales alcanzarán los 27,7 millones de unidades en China en 2019. En 2013, se deberían registrar 18,1 millones de unidades vendidas, según un estudio de la consultora y auditora PwC presentado recientemente en Fráncfort.