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Mario Estrada: “Puede estallar otra guerra, ahora por hambre”

Redacción República
24 de junio, 2015

República.gt en sus entrevistas a los candidatos a la presidencia de la República habló con Mario Estrada, candidato del partido Unión del Cambio Nacional (UCN), sobre temas económicos. Mostró mucha seguridad en lo que dice, expuso temas que son de sobra conocidos y las soluciones que ofrece parece que falta delinearlas. Su discurso es para congraciarse con el votante.

El candidato dice que su plan de gobierno ya está casi listo y explica que en realidad es sencillo porque en su agrupación creen que no deben ser exagerados.

Adelanta que en dicho plan hay cinco retos, siendo uno de ellos el manejo de la economía familiar. “El alto costo de la vida nos está matando, no se tiene acceso a la canasta básica porque no alcanzan los sueldos”, dice refiriéndose a que el costo de la canasta básica ampliada (que incluye no solo comida sino otras necesidades) duplica el del salario mínimo. “Suben los productos como el pollo y la carne y no se toman medidas, cada vez el dinero vale menos, hay que poner un alto”, señala.

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Acerca de qué medidas tomarían al respecto, dice que no subirían el salario mínimo sino que “hay que sentar a los empresarios y dialogar con ellos sobre los precios”. Agrega que les argumentaría que debido a convulsión social que se vive en Guatemala, podría estallar otra guerra, esta vez por hambre. “Con esto al empresario debería ponérsele el pelo de punta”, dice. Sin embargo, menciona que crearían incentivos para el empresariado y que así no sigan subiendo los precios.

Hay que producir pescado

Otro eje que incluirá Estrada en su plan de gobierno es el apoyo al campo, específicamente a la agricultura. “La gente migra del campo a la ciudad en busca de oportunidades y no las encuentran. Solo vienen a hacer más grande el anillo de pobreza y extrema pobreza y el hacinamiento”, señala.

Según su opinión, el capital está concentrado en la ciudad por lo que hay que llevarlo al interior. “Hay que invertir principalmente en el Ministerio de Agricultura, que ha sido desmantelado y tiene un presupuesto que no le alcanza”, considera. Dice, además, que el trabajo de esa cartera no es comprar alimentos y repartir bolsas, sino tener técnicos y capacitadores. Ellos deben evaluar los suelos y asesorar a la gente acerca de qué sembrar, cómo ser productivos dándoles las herramientas necesarias. Por otro lado, dice que hay que darles un capital semilla para empezar a producir. “Pero, ¡cuidado quién se lo gasta!”, advierte severo.

En cuanto a la alarmante desnutrición que hay en Guatemala, señala que tienen una idea para solucionarla. Primero afirma que la darán a conocer más adelante pero después cambia de opinión y la comparte. “Soy del campo, sé lo que necesitan allí”, dice como preámbulo. “Un niño que come pescado tres veces a la semana aumenta su Coeficiente Intelectual en un 5 %”, refiere pero no menciona su fuente.

Se le argumenta que el pescado al ser más caro no es accesible para la gente pobre. “Entonces debemos enseñarles a producirlo en las comunidades. La tilapia en el supermercado es cara, pero si se les entrega los alevines lo pueden cultivar por medio del Ministerio de Agricultura”, explica.

La idea central es que si el gobierno incentiva a los campesinos a producir su propio alimento, dejaríamos de importar por ejemplo granos básicos de otros países y no habría necesidad de darles bolsas con comida. “Pero debemos asesorarlos y formarlos adecuadamente”, considera.

Tiene un equipo experto, pero el pueblo decide

Estrada afirma que trabajó 14 años en el Ministerio de Finanzas y 1 en el Servicio Civil, pero para contar esa anécdota hace un largo preámbulo y aprovecha para contar sobre su vida. Dice que es un hombre que viene de abajo. “Vengo de vivir extrema pobreza, hijo de campesinos, hombre nacido en rancho de paja y dormido en petate”, refiere y agrega que gracias a esa experiencia dice tener doctorados y maestrías “de experiencia”.

Aprovecha para reiterar que es ingeniero industrial, aunque algunos medios lo pongan en duda y digan que no tiene título universitario. Mientras todavía estudiaba en la universidad, ingresó a Finanzas en diciembre de 1980 a trabajar y empezó desde abajo, haciendo mandados.

Pero, orgulloso, comenta que fue ascendiendo hasta llegar a director administrativo cuando ya había cerrado su carrera de la universidad. “Creo que hice una buena administración porque el ministro de esa época, Richard Aitkenhead, me llamó y me ofreció otra dirección, yo no quería porque ya estaba haciendo empresa y no quería morirme como empleado público”, señala. Finalmente se quedó hasta completar 14 años pero siguió fundando empresas.

Acerca de su equipo técnico sobre economía y finanzas, dice que lo tiene. Menciona nombres como Donaldo Monzón, exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos; Mirna Ramos de Meneses, exsubdirectora de administración técnica del presupuesto; y Edgar Balsells, economista. “Pero a la hora de llegar al poder, pediría que la gente los apruebe o no”, dice y afirma que lo mismo haría con todo su gabinete.

Sobre el presupuesto, la SAT e impuestos

Mario Estrada opina que el presupuesto de la nación no es muy elevado, sino que está mal distribuido. “Además, desfinanciado porque tenemos una Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) totalmente ineficiente e ineficaz”, considera. También señala que es negativo que tanto el déficit como la brecha fiscal se cubran con deuda pública.

“Tenemos que eficientar la SAT, meterle la reingeniería, ya perdió el objetivo o la razón por la que fue creada. Hay que cambiarla y sanearla desde los mandos medios hasta los más altos”, señala. Considera que deben ayudar el Ministerio Público, la Policía Nacional Civil, entre otras entidades.

El candidato dice que no se puede castigar más al pueblo de Guatemala con más impuestos, pero que se pague lo justo. “Si todos cumplen realmente alcanza para financiar el presupuesto del Estado”, dice.

En cuanto a la informalidad, cree que no es justo ponerle una carga tributaria a quien vende chicles en la calle, al balsero contrabandista o al tomatero. “Ellos no representan gran cosa, apenas tienen para pagar sus gastos mínimos”, afirma. Pero por otro lado está de acuerdo en ampliar la base tributaria incluyendo a comerciantes más grandes.

En el interior se necesita más empleos y menos conflictividad

En cuanto al empleo, considera que en el interior de la república hay mano de obra calificada y bastantes profesionales, pero poca oferta de trabajo. “Por eso hay que crear zonas francas con incentivos para que las industrias se instalen allí, incluyendo al capital extranjero. Debemos aprovechar nuestras fortalezas como la ubicación del país, pero también crear certeza jurídica y reglas claras”, dice.

En cuanto al tema de la conflictividad alrededor de la minería, la generación de energía y la tenencia de la tierra, Estrada dice que todo debe replantearse para que haya aceptación. “Un ejemplo es que alrededor de las generadoras de energía que ganan millones vive gente que no tiene luz, ¿cómo no las van a rechazar?”, ejemplifica. Por eso dice que debe haber más diálogo entre los empresarios, comunidades y Estado para cambiar esto y darles más beneficios.

En cuanto a la minería, dice que debemos reconocer que Guatemala es un país rico en oro y otros metales. “Pero las regalías que se dejan son bajas y solo una parte se invierte en las comunidades. Esto es porque los inversionistas llegan a negociar con el presidente de turno, muy probablemente con una comisión de por medio. Se debe llamar a la comunidad para que participe y opine, sería lo justo”, considera.

En el tema de la tenencia de la tierra, Estrada dice que el Estado asegura que no tiene dinero para comprar fincas para entregar. “Aquí la solución sería empezar a repartir las propiedades que se les han quitado a los narcos por medio de la extinción de dominio. Por el momento no se sabe quién las tiene, quién se queda con esas propiedades. Esa solución no le cuesta nada al Estado”, finaliza.

En las notas adjuntas el presidenciable Mario Estrada da su postura en las áreas de política y de seguridad.

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Mario Estrada: “Puede estallar otra guerra, ahora por hambre”

Redacción República
24 de junio, 2015

República.gt en sus entrevistas a los candidatos a la presidencia de la República habló con Mario Estrada, candidato del partido Unión del Cambio Nacional (UCN), sobre temas económicos. Mostró mucha seguridad en lo que dice, expuso temas que son de sobra conocidos y las soluciones que ofrece parece que falta delinearlas. Su discurso es para congraciarse con el votante.

El candidato dice que su plan de gobierno ya está casi listo y explica que en realidad es sencillo porque en su agrupación creen que no deben ser exagerados.

Adelanta que en dicho plan hay cinco retos, siendo uno de ellos el manejo de la economía familiar. “El alto costo de la vida nos está matando, no se tiene acceso a la canasta básica porque no alcanzan los sueldos”, dice refiriéndose a que el costo de la canasta básica ampliada (que incluye no solo comida sino otras necesidades) duplica el del salario mínimo. “Suben los productos como el pollo y la carne y no se toman medidas, cada vez el dinero vale menos, hay que poner un alto”, señala.

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Acerca de qué medidas tomarían al respecto, dice que no subirían el salario mínimo sino que “hay que sentar a los empresarios y dialogar con ellos sobre los precios”. Agrega que les argumentaría que debido a convulsión social que se vive en Guatemala, podría estallar otra guerra, esta vez por hambre. “Con esto al empresario debería ponérsele el pelo de punta”, dice. Sin embargo, menciona que crearían incentivos para el empresariado y que así no sigan subiendo los precios.

Hay que producir pescado

Otro eje que incluirá Estrada en su plan de gobierno es el apoyo al campo, específicamente a la agricultura. “La gente migra del campo a la ciudad en busca de oportunidades y no las encuentran. Solo vienen a hacer más grande el anillo de pobreza y extrema pobreza y el hacinamiento”, señala.

Según su opinión, el capital está concentrado en la ciudad por lo que hay que llevarlo al interior. “Hay que invertir principalmente en el Ministerio de Agricultura, que ha sido desmantelado y tiene un presupuesto que no le alcanza”, considera. Dice, además, que el trabajo de esa cartera no es comprar alimentos y repartir bolsas, sino tener técnicos y capacitadores. Ellos deben evaluar los suelos y asesorar a la gente acerca de qué sembrar, cómo ser productivos dándoles las herramientas necesarias. Por otro lado, dice que hay que darles un capital semilla para empezar a producir. “Pero, ¡cuidado quién se lo gasta!”, advierte severo.

En cuanto a la alarmante desnutrición que hay en Guatemala, señala que tienen una idea para solucionarla. Primero afirma que la darán a conocer más adelante pero después cambia de opinión y la comparte. “Soy del campo, sé lo que necesitan allí”, dice como preámbulo. “Un niño que come pescado tres veces a la semana aumenta su Coeficiente Intelectual en un 5 %”, refiere pero no menciona su fuente.

Se le argumenta que el pescado al ser más caro no es accesible para la gente pobre. “Entonces debemos enseñarles a producirlo en las comunidades. La tilapia en el supermercado es cara, pero si se les entrega los alevines lo pueden cultivar por medio del Ministerio de Agricultura”, explica.

La idea central es que si el gobierno incentiva a los campesinos a producir su propio alimento, dejaríamos de importar por ejemplo granos básicos de otros países y no habría necesidad de darles bolsas con comida. “Pero debemos asesorarlos y formarlos adecuadamente”, considera.

Tiene un equipo experto, pero el pueblo decide

Estrada afirma que trabajó 14 años en el Ministerio de Finanzas y 1 en el Servicio Civil, pero para contar esa anécdota hace un largo preámbulo y aprovecha para contar sobre su vida. Dice que es un hombre que viene de abajo. “Vengo de vivir extrema pobreza, hijo de campesinos, hombre nacido en rancho de paja y dormido en petate”, refiere y agrega que gracias a esa experiencia dice tener doctorados y maestrías “de experiencia”.

Aprovecha para reiterar que es ingeniero industrial, aunque algunos medios lo pongan en duda y digan que no tiene título universitario. Mientras todavía estudiaba en la universidad, ingresó a Finanzas en diciembre de 1980 a trabajar y empezó desde abajo, haciendo mandados.

Pero, orgulloso, comenta que fue ascendiendo hasta llegar a director administrativo cuando ya había cerrado su carrera de la universidad. “Creo que hice una buena administración porque el ministro de esa época, Richard Aitkenhead, me llamó y me ofreció otra dirección, yo no quería porque ya estaba haciendo empresa y no quería morirme como empleado público”, señala. Finalmente se quedó hasta completar 14 años pero siguió fundando empresas.

Acerca de su equipo técnico sobre economía y finanzas, dice que lo tiene. Menciona nombres como Donaldo Monzón, exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos; Mirna Ramos de Meneses, exsubdirectora de administración técnica del presupuesto; y Edgar Balsells, economista. “Pero a la hora de llegar al poder, pediría que la gente los apruebe o no”, dice y afirma que lo mismo haría con todo su gabinete.

Sobre el presupuesto, la SAT e impuestos

Mario Estrada opina que el presupuesto de la nación no es muy elevado, sino que está mal distribuido. “Además, desfinanciado porque tenemos una Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) totalmente ineficiente e ineficaz”, considera. También señala que es negativo que tanto el déficit como la brecha fiscal se cubran con deuda pública.

“Tenemos que eficientar la SAT, meterle la reingeniería, ya perdió el objetivo o la razón por la que fue creada. Hay que cambiarla y sanearla desde los mandos medios hasta los más altos”, señala. Considera que deben ayudar el Ministerio Público, la Policía Nacional Civil, entre otras entidades.

El candidato dice que no se puede castigar más al pueblo de Guatemala con más impuestos, pero que se pague lo justo. “Si todos cumplen realmente alcanza para financiar el presupuesto del Estado”, dice.

En cuanto a la informalidad, cree que no es justo ponerle una carga tributaria a quien vende chicles en la calle, al balsero contrabandista o al tomatero. “Ellos no representan gran cosa, apenas tienen para pagar sus gastos mínimos”, afirma. Pero por otro lado está de acuerdo en ampliar la base tributaria incluyendo a comerciantes más grandes.

En el interior se necesita más empleos y menos conflictividad

En cuanto al empleo, considera que en el interior de la república hay mano de obra calificada y bastantes profesionales, pero poca oferta de trabajo. “Por eso hay que crear zonas francas con incentivos para que las industrias se instalen allí, incluyendo al capital extranjero. Debemos aprovechar nuestras fortalezas como la ubicación del país, pero también crear certeza jurídica y reglas claras”, dice.

En cuanto al tema de la conflictividad alrededor de la minería, la generación de energía y la tenencia de la tierra, Estrada dice que todo debe replantearse para que haya aceptación. “Un ejemplo es que alrededor de las generadoras de energía que ganan millones vive gente que no tiene luz, ¿cómo no las van a rechazar?”, ejemplifica. Por eso dice que debe haber más diálogo entre los empresarios, comunidades y Estado para cambiar esto y darles más beneficios.

En cuanto a la minería, dice que debemos reconocer que Guatemala es un país rico en oro y otros metales. “Pero las regalías que se dejan son bajas y solo una parte se invierte en las comunidades. Esto es porque los inversionistas llegan a negociar con el presidente de turno, muy probablemente con una comisión de por medio. Se debe llamar a la comunidad para que participe y opine, sería lo justo”, considera.

En el tema de la tenencia de la tierra, Estrada dice que el Estado asegura que no tiene dinero para comprar fincas para entregar. “Aquí la solución sería empezar a repartir las propiedades que se les han quitado a los narcos por medio de la extinción de dominio. Por el momento no se sabe quién las tiene, quién se queda con esas propiedades. Esa solución no le cuesta nada al Estado”, finaliza.

En las notas adjuntas el presidenciable Mario Estrada da su postura en las áreas de política y de seguridad.