Tomar una decisión de emprendimiento no siempre es fácil en la vida, más cuando pone en riesgo el ingreso económico de una persona o de toda la familia. Los protagonistas de esta historia cuentan que pasaron meses estudiando y analizando los pro y contra para cumplir una de sus metas: emprender el negocio de su vida.

Carlos y Alejandra son dos jóvenes que iniciaron un camino juntos en los negocios y en el amor. Hace siete años están juntos y, tal como lo describen, el amor los llevó a soñar en grande.

Cuentan que desde inicios de su relación ambos sentían la atracción por el arte culinario. Esto les generó la idea de emprender un pequeño negocio que al inicio era solo con la familia y amigos cercanos; pero ya con recetas propias y con el sueño de ponerlas en el paladar de más personas, iniciaron con venta de comida y servicios de banquetes a domicilio.

Al notar la buena aceptación de las personas, surgió el emprendimiento y ambos decidieron llevar su toque y sabor a algo más grande.

Ya teniendo todas los deseos de iniciar su restaurante, contando con recetas propias y con la experiencia de sus primeros pasos en el negocio de los alimentos, iniciaron un proceso de análisis y estudios en temas financieros y de marketing.

Tanto Carlos como Alejandra cuentan que este paso fue importante para llevar a cabo su sueño y resaltan que todo emprendedor debe manejar muy bien sus números antes de iniciar este camino.

Con sus ahorros de toda la vida y habiendo estudiado el mercado, decidieron inaugurar su primer restaurante en zona 16, al que nombraron Opíparo, que significa, comida buena y abundante.

Cumplida la meta, hoy resaltan que es un sueño hecho realidad. “Nos ha costado y nos sigue costando. Las cosas nos son fácil y los clientes y el dinero no caen del cielo, pero con arduo trabajo y mucho entusiasmo hemos salido adelante.

Este nuevo espacio ofrece una gama de productos nuevos con ingredientes realizados en casa. “Todo lo que esta dentro de nuestras posibilidades los preparamos aquí como los aderezos, barbacoa, tereyaki, mayonesa y otros productos”.

“Parte de las políticas que marcaron el inicio de nuestro negocio fue la conciencia de contribuir con el medio ambiente, todo plato para llevar se sirve con empaques biodegradables, vasos de papel y evitamos al máximo el uso de plástico”.

Ubicados en el centro comercial San Isidro, zona 16, Restaurante Opíparo ofrece platillos que van desde tacos de pescado, alitas en barbacoa, paninis, hamburguesas con un sabor único y diferente como preparado en casa.

“Nuestro sueño es aperturar nuevos restaurantes en distintas zonas para llevar nuestro sabor a más guatemaltecos. Les digo a todos los que dudan todavía emprender un negocio que pierdan el miedo, pero tampoco se trata hacerlo impulsivamente. Hay que tomar en cuenta todos los factores que conllevan emprender un negocio y analizarlos detenidamente, eso hará de su emprendimiento el éxito”,  indicó Carlos.