En perspectiva. El canciller alemán, Olaf Scholz, recibió al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Propósito del encuentro: un reajuste de las relaciones bilaterales.

• La II edición del mecanismo de diálogo, ‘Consultas Intergubernamentales de Alto Nivel’, se reanudó tras una pausa de ocho años.

• Se abarcaron: política económica y financiera, transformación ecológica, energía, clima, medioambiente, desarrollo, alimentación, lucha contra la pobreza y la desigualdad.

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• Brasil, primer socio comercial de Alemania en Latinoamérica, fue reconocido aliado preferente por Berlín en 2015. Lula es considerado uno de los portavoces del Sur Global.

Qué destacar. Lula visitó el Bundesrat (Cámara Alta) y el Foro Alemán-Brasileño de Economía. Al encuentro bilateral con Scholz siguió una reunión plenaria entre ambos gobiernos.

• La ministra Marina Silva habló del reinicio de la protección medioambiental. El titular de Hacienda, Fernando Haddad, de avances en la economía.
• Con el ministro de la Casa Civil de Brasil, Rui Costa, se trató el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) de inversiones en infraestructura.
• Con Mauro Vieira (Exteriores), se discutió la presidencia brasileña del G20.

Lo indispensable. Se mantuvieron conversaciones con representantes del sector empresarial en el marco de una conferencia en la Casa de la Economía Alemana.

• Hubo encuentros con las tres principales organizaciones empresariales: Federación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio, Federación Alemana de Asociaciones de Empleadores y Federación de la Industria Alemania (BDI).
• Desde la BDI se pidió a los Gobiernos retomar las conversaciones para evitar la doble imposición.
• “Favorecería a las empresas alemanas en Brasil y daría un impulso adicional a la diversificación de nuestra cooperación económica”, subrayó el presidente de la BDI, Siegfried Russwurm.

Voces. Russwurm declaró que “necesitamos a Brasil como socio geoestratégico para una mayor independencia económica en un contexto internacional incierto”.

• Se refirió al gigante sudamericano como “actor clave en el camino hacia la transformación verde de la economía mundial”, señalando su “enorme potencial para la generación de energía renovable”.
• Apuntó que “nuestras tecnologías innovadoras, en combinación con las excelentes condiciones en Brasil, pueden impulsar la transición energética global”.
• Ante la nueva postergación de las negociaciones entre la UE y Mercosur, el presidente de la Iniciativa Latinoamericana de la Economía Alemana, Ingo Kramer, alertó del “peligro de que se convierta en una ‘historia interminable’. China llenaría el vacío que puede resultar y el gran perdedor serían las empresas exportadoras alemanas”.

Hemeroteca. El año próximo se celebrarán los 200 años del inicio de la inmigración alemana a Brasil. Los lazos son estables, fértiles y profundos. El diálogo es fluido y cercano.

• En 2023, con el regreso de Lula, se hicieron varios esfuerzos de acercamiento tras los turbulentos años de Temer y Bolsonaro. Como declaró Lula, “Brasil ha vuelto”.
• El mandatario brasileño ya se reunió con el canciller al menos tres veces: en Brasilia, Nueva York, y al margen del G7, en Hiroshima.
• Alemania tiene inmensas inversiones en el sector industrial de Brasil. Más oportunidades se presentan en el PAC brasileño, que prevé inversiones de unos US$347,000M tanto públicas como privadas.

Datos. Alemania es el principal socio comercial brasileño en Europa, además de ser una fuente tradicional de inversión. El comercio entre los dos países registró los US$19,000M en 2022.

• Este año, entre enero y octubre, ha alcanzado los US$16,000M.
• Las cerca de 1,600 empresas alemanas instaladas actualmente en Brasil representan entre el 8-10% del PIB industrial brasileño.
• São Paulo es una de las mayores concentraciones industriales teutonas fuera del país.

¿Ahora qué? Se firmaron acuerdos en energías renovables conectando el potencial brasileño con el interés alemán en el hidrógeno verde. Se suscribieron convenios en desarrollo sostenible, protección del clima y lucha contra el odio y la desinformación, entre otros.

• Alemania aspira, según su canciller, a cooperar con Brasil para conseguir objetivos como la deforestación cero hasta 2030. Las distintas metas “solo pueden lograrse si a la par se garantiza la ‘justicia social’ y se crean puestos de trabajo”.
• Berlín “reforzará las cadenas locales de producción de valor añadido”, agregó. La agenda incluye movilidad y migración, por la necesidad alemana de importar mano de obra cualificada.
• Se fortalece, con apoyo alemán, el Fondo Amazonia (reimpulsado por Lula), para la protección de la selva. Brasilia atrae tecnología alemana con las materias primas del futuro: hidrógeno verde, tierras raras, litio, viento y sol.

Balance. Pese a su afinidad política, hubo un inicial distanciamiento entre el emocional y carismático Lula y el frío e impasible Scholz. La visita ha logrado superar este escollo, al menos en parte.

• Lula subraya que Alemania tiene que volver a Brasil. “Sobre todo en este momento cuando trabajamos en la energía limpia, la renovación, la transición energética, la Amazonia, la biodiversidad. Hay que invertir”.
• El mandatario brasileño no es un aliado fácil para Berlín. Está en contra de sanciones económicas contra Rusia y del envío de armamento a Ucrania. Discrepa en cuanto a la ofensiva israelí sobre Gaza.
• Con todo, es un socio trascendental. Punto esencial de la visita ha sido la firma de la llamada Asociación por una Transformación Justa y Ecológica.

Adelanto. Lula y Scholz trataron sin conseguirlo de cerrar el acuerdo UE-Mercosur. Un hilo del próximo boletín de República Empresa abordará la nueva situación entre los bloques.