Luego de recorrer un camino que llega a tornarse poco visible por la cantidad de tierra que rodea la vía, a 75 kilómetros y aproximadamente a cinco horas de la ciudad capital se ubica la Hidroeléctrica Chixoy, en San Cristóbal Verapaz, departamento de Alta Verapaz.
Una obra arquitectónica de 105 metros de altura, alimentada en su mayoría por el río Chixoy y Río Negro, pero que además confluye con ríos Salamá, Carchelá y Quixal, la Hidroeléctrica Chixoy es catalogada como "el corazón del sistema circulatorio en la electrificación en Guatemala". Un proyecto que emergió en 1977, y tuvo un costo final de US$ 823.1 millones.
La primera piedra es colocada por el presidente Kjell Eugenio Laugerud García, y por el presidente del Consejo Directivo de la Institución, el ingeniero Jaime Guillermo Cáceres Knox.
El proyecto fue financiado por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Centroamericano de Integración Económica, el Fondo de Inversiones de Venezuela, fondos propios del Instituto Nacional de Electrificación -INDE-, y el Gobierno de Guatemala.
Un acuerdo gubernativo del 23 de junio de 1978 declaró su construcción de emergencia nacional, y se facultó al Instituto Nacional de Electrificación -INDE- para hacer compras sin licitación.
Siete años de construcción
Esta obra de ingeniería de gran magnitud se llevó a cabo durante los años 1977 a 1983. La firma constructora encargada de desarrollar el proyecto fue la consultora LAMI, conformada por las empresas Lahmeyer de Alemania, motor Columbus de Suiza e internacional Engineering Col de Estados Unidos.
El plan contemplaba la inundación de 50 km a lo largo del río, por eso en 1978 se declaró esa región en estado de emergencia, con el propósito de reubicar a todos los pobladores que se verían afectados por las obras. Pese a ello, numerosas personas perdieron la vida en Río Negro, los sobrevivientes y familiares han procurado obtener compensación en ámbitos nacionales e internacionales.
Tras siete años de construcción y cientos de personas involucradas en la misma, en 1983 la hidroeléctrica se encontraba lista para comenzar operaciones. Sin embargo, en octubre de ese año, el túnel de aducción sufre un colapso que paraliza la entrada en operación comercial de la misma.
Un año después, se contrató a diversas empresas que realizaron estudios y diagnósticos, para finalmente llevar a cabo un blindaje de 600 metros lineales, en septiembre de 1985 finalizaron los trabajos de reparación, con un costo total de Q31.5 millones.
La inauguración se realizó el 16 de diciembre de 1985, por el jefe del Estado, general Óscar Humberto Mejía Víctores. Ese mismo año recibe el premio mundial de ingeniería Ingersoll Rand, que destaca la infraestructura y el trabajo de construcción en la ingeniería eléctrica.
Su composición
La Hidroeléctrica Chixoy se integra de: un embalse de regulación anual, una presa de enrocamiento de 110 m de altura, un túnel de aducción y mil metros de tubería de presión.
El embalse. Tiene una capacidad de 500 millones de m² sobre el nivel del mar. Uno de los proyectos más importantes incorporados al embalse de la hidroeléctrica lo constituyen tres compuertas radiales de 4.5 metros de altura y 12 metros de ancho en el área del vertedero.
Largo túnel. El túnel de aducción tiene una longitud de 26 km y 5km de diámetro, puede conducir hasta 75 m³ de agua por segundo. Luego de 34 años de operaciones, en 2020 se realizó por primera vez una inspección al túnel para asegurar su funcionamiento en óptimas condiciones, y descartar daños, grietas y fugas.
Casa de máquinas. Son cinco generadores con una caída de 512 metros integrados por el mismo número de turbinas tipo Pelton, con una potencia de 60MW cada una, para una capacidad total de 300 MW. Su principal función es transformar la energía del agua en energía eléctrica.
Reconocimiento “Premio a la Excelencia”
Luego de 37 años de operaciones, la Cámara Guatemalteca de la Construcción y Cementos Progreso, otorgaron a Hidroeléctrica Chixoy el “Premio a la Excelencia 2023”, en la categoría de Obra Emblemática.
El premio nace en 1999, en el marco centenario de la empresa, su propósito es reconocer la excelencia en la construcción de edificaciones para proyectos de vivienda, urbanización e infraestructura.
A lo largo de los años ha reconocido obras arquitectónicas de gran importancia histórica para el país entre ellas: El Edificio de Correos y Telégrafos, El Acueducto Colonial de Pinula, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, Mapa en Relieve, Casa Santo Domingo y Palacio Nacional de Cultura.
En 2023, la Hidroeléctrica Chixoy se postuló junto con otras obras arquitectónicas, en un proceso compuesto por 37 jueces que calificaron la trayectoria e importancia de los proyectos. Es así como reciben el galardón del certamen, una distinción que la acredita como obra emblemática de Guatemala, que ha permitido mejorar la competitividad y productividad de los demás sectores al tener un rol preponderante en la creación de energía del país.
“Llevamos 37 años produciendo energía ininterrumpida. Actualmente estamos estudiando el túnel, los embalses, los afluentes, para crear una base de información necesaria que nos permita garantizar otros 37 años más a la población guatemalteca”, afirmó a República el presidente del Consejo Directivo del INDE, Melvin Quijivix.