Wakami nace de un sueño, de ver la realidad en las comunidades rurales, de ver a hijos morir porque sus madres no tenían un ingreso para llevarlos a un hospital. Es una empresa que desarrolla productos, marcas y cadenas de valor que elevan a las comunidades, recuperan ecosistemas y sobre todo transforman realidades y perspectivas.
María Pacheco, fundadora de la marca, recuerda cómo fue el inició de la empresa: “Yo no sabía qué hacer cuando me tope con esa realidad y recuerdo que le pregunté a una mujer que cómo creía que podíamos trabajar para cambiar la realidad y la respuesta fue:"
‘María si nos ayudas a vender lo que hacemos, el resto lo hacemos nosotras’
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Una oración que inició el camino de esta empresa guatemalteca que exporta a más de 22 países y ha ganado reconocimiento como uno de los tres mejores emprendimientos sociales a nivel global.
Conectar a los clientes
“Empezamos a vender de todo lo que hacía las comunidades, pero era difícil ser buenas en todo, y así decidimos fundar una marca que desarrollará un tipo de producto con alta demanda en el mercado mundial y fueran elaborados en Guatemala”, relata Pacheco.
De esta forma nace Wakami, como una línea de pulseras que pudieran exportarse al mundo, con un diseño, y una historia que conectará al cliente con lo que le importa, sueños, deseos, y las energías que buscan en el producto, que sean hechos en las comunidades.
Pacheco explica que los productos de la marca buscan ser embajadores del mundo que quieren construir: “Una anécdota que recuerdo muy bien es un día que estaba en un restaurante con mi esposo y vi que la pareja de al lado tenía una pulsera del hilo rojo de Wakami. Me di cuenta de que estaban en una cita, en un lugar especial y que mi marca estaba presente. Somos parte de sus momentos especiales”.
Mercado nacional e internacional
Guatemala tiene un mercado enorme de accesorios de moda ética, por lo que, para desarrollar una marca que se diferenciará e impactará en la sociedad, María reconoció la viabilidad de sus productos con ‘La Pulsera de la Tierra’, misma que fue la primera en tener una historia, y abrir los mercados para su empresa.
De ahí en más la empresa creció, y a solo dos años de su creación realizaron la primera exportación por medio de una feria que se realizaba en el país: “Exportamos a países como Estados Unidos, Japón, Costa Rica, pero también tuvimos que crear tiendas y quioscos en Guatemala, porque queríamos acercamiento con el mercado guatemalteco”.
También reconoce que muchas veces los mercados en otros países se abren por personas que llevan el producto a nuevos horizontes, y a nivel nacional por medio de empresas que buscan contar sus propias historias y Wakami es el canal para ello.
Trabajar con cadenas de valor
Los sueños y las historias forman una parte importante de la marca, por eso, también son parte de las decenas de empleados que colaboran con la marca. Las cadenas de valor permiten que se pueda trabajar por mucho tiempo con la misma gente, Wakami trabaja sus accesorios con 18 empresas rurales, algunas otras mipymes de la ciudad; mientras que la nueva marca de productos para el hogar se desarrolló con ocho empresas más, y son un espacio de acceso al mercado para 15 empresas.
“Hace dos meses tuvimos una reunión con personas de las comunidades. Después de 16 años trabajando juntas, una mujer nos contó que había perdido a un hijo, pero los ingresos que ahora tenía le permitían poder cuidar a su otro hijo. Después de escuchar eso dije, misión cumplida. No hemos cambiado la vida de todos, pero si mucha gente cambió”, recuerda la emprendedora social con una emoción que delata su sonrisa.
Por medio de estos modelos, María con Wakami, buscan ser una inspiración para otras personas.
Un proyecto que cambia realidades
La emprendedora destaca que este inició como un proyecto que buscaba cambiar realidades sociales y voluntariado: “Yo no quería ser empresaria”, admite, “sin embargo, me di cuenta de que por medio de la empresa era que podía lograr mi propósito”.
Hoy en día, Wakami ha recibido diversos reconocimientos a nivel nacional e internacional, para su fundadora, estos son un motor para seguir enfocados en el sueño de su marca, porque "los premios dan fuerza para continuar", comenta entre risas.
El trabajar con comunidades le ha permitido visualizar lo fuertes y soñadoras que son las mujeres del país: “Lo primero que le preguntamos a las mujeres al momento de querer trabajar con nosotros es cuál es su sueño, y ver que se pueden cumplir, inspira (…) las comunidades a mí me protegieron mi corazón, en un país con realidades duras”. Los ingresos de ellas van en un rango de US$50 hasta US$650, dependiendo de los horarios.
Conectar mercados globales
Wakami es una empresa que busca conectar comunidades con los mercados globales para poder generar ingresos en las mujeres, como un símbolo de que se puede. Por eso, incita a que todas las mujeres que tienen un sueño se atrevan a cumplirlo y trabajen por él.
“No hay nada más lindo que ver una idea hecha realidad. Aposté por el país porque soy guatemalteca, y amo esta tierra. Estados Unidos me inspira, pero aquí es donde está la misión, lo mejor de Guatemala está en las comunidades y las oportunidades que se pueden generar para todos. Es lindo poder cumplir sueños en nuestro país, sin tener que migrar con tanto riesgo y dolor”, concluye María.