Las pequeñas y medianas empresas (pymes) no han sido la excepción ante la significativa de los avances tecnológicos y aprendizajes en las nuevas formas de hacer negocio y lograr que las empresas se mantengan exitosas.

Tras la pandemia, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) detalló que alrededor de 2,7 millones de empresas (en su mayoría pymes) de la región se vieron obligadas a cerrar operaciones. Uno de los detonantes que señala la entidad es que no estaban preparadas para una transformación digital.

“Solo el 40% de las pymes latinoamericanas y caribeñas habrían adoptado un modelo de negocio digital, es decir, que ya contaban con canales de ventas en línea, conocido como e-commerce”, señala.

2 fuentes de financiamiento para e-commerce

Sana Commerce, plataforma de comercio electrónico, señala que antes de integrar el comercio electrónico en los negocios es necesario realizar un previo análisis de costos y financiación a la adopción de esta forma de ventas.

La primera forma de financiamiento es revisar el capital inicial con el cual se cuenta, y de esta forma sea invertido desde el inicio sin tener que incurrir en ningún tipo de riesgo ante una pérdida inminente.

La financiación privada para organismos autónomos, empresas o emprendedores ofrece una gran ventaja ya que el dinero no sale del bolsillo del emprendedor, esto permite no caer en una descapitalización, sin embargo, se incurre en el pago de un porcentaje de comisión, derivado de préstamos o en ocasiones en pagos o intereses por pagos tardíos.

“Siempre será recomendable iniciar con una alternativa o financiamiento autónomo; es decir, echar mano de recursos propios, donde siempre se tendrá un control sobre el negocio, saber que, si este no funciona no se estará atado con una deuda a largo plazo”, detallan los expertos.

Recursos que apoyan a emprendedores para originar una pyme

Una gran alternativa son aquellas empresas con modelos variables que se adaptan a particularidades de cada empresa: capital inicial, financiación privada, financiamiento sin aval de empresas, y ayudas y subvenciones.

Business Angels. Buscan nuevos proyectos para poder invertir en ellos, a través del financiamiento y además se encargan del seguimiento del proyecto para asegurar el correcto encausamiento de objetivos y asesoría constante.

Sociedades de Capital de Riesgo. Empresas que invertirán en un proyecto a cambio de recibir un cierto porcentaje sobre tus beneficios. Siguiendo la misma estela que los Business Angels, también pueden exigir la existencia de una figura en la empresa que se encargue de controlar todo lo que ocurre.

Crowdfunding. Conocido como financiación colectiva, es una forma de financiación en donde la empresa da a conocer su proyecto para que las personas interesadas puedan colaborar en ella económicamente. A cambio de hacerlo recibirán algún tipo de gratificación, como un producto piloto, participaciones en la entidad, etc.

Crowdlending. Es una fórmula de financiamiento con un número elevado de personas o empresas, que se encargará de proporcionar el dinero que se necesita para que funcione el proyecto y sus condiciones a través de un contrato previo.

Crowdsourcing. Se centra en la externalización de acciones de una empresa que no podemos cubrir porque no contamos con expertos en dichas áreas; un ejemplo de este recurso es el desarrollo de trabajos o proyectos externos.

Playfunding. Ayuda con el financiamiento de proyectos personales o empresas mediante la reproducción de contenido digital.