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De vender tamales en las calles de EE. UU. a facturar más de US$2 millones al año

Una receta familiar y un antojo de su novia marcaron el inicio del exitoso negocio de un joven inmigrante colombiano. Aquí te contamos cómo lo logro.

Fotografía tomada de Forbes Colombia.
María José Aresti
31 de octubre, 2023

Fabián Alejandro Martín es originario de Colombia. A los 25 años y luego de un recorrido por varias empresas en su país, se dio cuenta de que su nivel de inglés era un impedimento para seguir escalando, por eso, en 2013 decidió viajar a Nueva York, EE. UU. para aprender inglés durante 11 meses.

Punto clave. Durante su infancia, vender formó parte de su vida. La mamá de Alejandro solía preparar tamales para a época navideña, por lo que él solía ayudar en las ventas entre vecinos y amigos para obtener ganancias extras.

  • A los 17 años consiguió un trabajo vendiendo televisores y equipos de sonido en un reconocido almacén de cadena de su país.
  • Cinco años después, a los 21, trabajó como especialista de producto para la marca Sony en Colombia.
  • En 2008, se convirtió en gerente de producto en la división de portátiles e impresores de Samsung, y luego pasó a ser el gerente de producto y estrategia de mercadeo en la compañía de D-link.

Una decisión. En 2013, se dedicó a estudiar durante 11 meses en inglés, y durante su paso por la “Gran Manzana” supo que tenía que encontrar un empleo para solventar sus gastos y regresar a su país.

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  • Para 2015 y de vuelta en Colombia, Alejandro no encontró un trabajo que cumpliera las oportunidades que esperaba, y junto con su novia embarazada decidieron regresar a Estados Unidos, “en busca de una oportunidad”.

Identificar. Al no encontrar en la ciudad el antojo de tamales de su novia embarazada en 2016, Alejandro optó por pedir la receta a su mamá en Colombia y dedicarse a preparar sus propios tamales caseros.

  • Decidió compartir con sus compañeros del trabajo su creación culinaria, y en ese momento se cruzó por su mente continuar haciendo tamales para sus amigos y clientes conocidos.

El inicio. Una inversión de US$300 para cocinar 20 tamales, fue lo que llevó a Alejandro a comenzar con el proyecto, mismo que continuaría solamente bajo pedido hasta que entre una charla de amigos surgió la idea de “ponerse en la calle a vender tamales”.

  • El amigo logró vender hasta 15 tamales hechos por Alejandro diarios.
  • El emprendedor renunció a su trabajo, y el 21 de octubre de 2016 consiguió un carro de supermercado, lo adecuó a las necesidades de su producto y decidió llamarlo “La Tamalería Colombiana”.
  • En cuestión de horas vendió 20 tamales a US$10 cada uno.

Clave. El éxito del negocio de Alejandro recae en parte porque las ganancias que obtenía las ahorraba para reinvertirlas en el negocio.

  • Esto le ayudó a conseguir importar vía marítima las hojas de plátano desde una finca en Colombia.
  • Cerró un contrato con una distribuidora para que importara los productos de su país y redujo los costos de producción.

Crecimiento. Para el año 2018, Alejandro contaba con nueve colaboradores en distintos puntos de la ciudad.

  • Con el fin de seguir creciendo, decidió invertir en motocarros que decoró con su marca, y que con un permiso especial logró que se movilizarán ofreciendo el producto por la “Gran Manzana”.
  • La idea le permitió tener la atención de peatones y turistas, para vender entre 200 a 300 tamales diarios.

Retos. Como a muchos emprendedores en crecimiento, la pandemia fue un parteaguas en el negocio del colombiano, luego de que sus ventas se vieran afectadas tuvo que encontrar formas de “salir adelante”.

  • Alejandro tuvo que expandir su negocio al ser distribuidor de otros restaurantes y clientes, no obstante, la venta del tamal se redujo a la mitad del precio (US$5).
  • Con el paso de los meses en media crisis sanitaria, muchas personas contactaron al emprendedor para comprar sus tamales, con el objetivo de venderlos entre familiares, amigos y redes sociales.
  • Esta modalidad le permitió alcanzar una facturación de más de US$30 mil mensuales y reunir el capital para abrir su primer restaurante en 2021.

Qué destacar. El reconocido periódico, The New York Times, reconociendo la marca bien posicionada de Alejandro, decidió compartir su historia, lo que dio gran visibilidad a su negocio.

  • Actualmente, cuenta con más de 150 trabajadores, y produce más de 8 mil tamales a la semana.
  • Su facturación en ventas anuales supera los US$2 millones.
  • En 2022, abrió una sucursal en Miami y para el año en curso tiene previsto expandirse a Las Vegas y Los Ángeles.

 

*Con información de Negocios y Emprendimiento
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De vender tamales en las calles de EE. UU. a facturar más de US$2 millones al año

Una receta familiar y un antojo de su novia marcaron el inicio del exitoso negocio de un joven inmigrante colombiano. Aquí te contamos cómo lo logro.

Fotografía tomada de Forbes Colombia.
María José Aresti
31 de octubre, 2023

Fabián Alejandro Martín es originario de Colombia. A los 25 años y luego de un recorrido por varias empresas en su país, se dio cuenta de que su nivel de inglés era un impedimento para seguir escalando, por eso, en 2013 decidió viajar a Nueva York, EE. UU. para aprender inglés durante 11 meses.

Punto clave. Durante su infancia, vender formó parte de su vida. La mamá de Alejandro solía preparar tamales para a época navideña, por lo que él solía ayudar en las ventas entre vecinos y amigos para obtener ganancias extras.

  • A los 17 años consiguió un trabajo vendiendo televisores y equipos de sonido en un reconocido almacén de cadena de su país.
  • Cinco años después, a los 21, trabajó como especialista de producto para la marca Sony en Colombia.
  • En 2008, se convirtió en gerente de producto en la división de portátiles e impresores de Samsung, y luego pasó a ser el gerente de producto y estrategia de mercadeo en la compañía de D-link.

Una decisión. En 2013, se dedicó a estudiar durante 11 meses en inglés, y durante su paso por la “Gran Manzana” supo que tenía que encontrar un empleo para solventar sus gastos y regresar a su país.

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  • Para 2015 y de vuelta en Colombia, Alejandro no encontró un trabajo que cumpliera las oportunidades que esperaba, y junto con su novia embarazada decidieron regresar a Estados Unidos, “en busca de una oportunidad”.

Identificar. Al no encontrar en la ciudad el antojo de tamales de su novia embarazada en 2016, Alejandro optó por pedir la receta a su mamá en Colombia y dedicarse a preparar sus propios tamales caseros.

  • Decidió compartir con sus compañeros del trabajo su creación culinaria, y en ese momento se cruzó por su mente continuar haciendo tamales para sus amigos y clientes conocidos.

El inicio. Una inversión de US$300 para cocinar 20 tamales, fue lo que llevó a Alejandro a comenzar con el proyecto, mismo que continuaría solamente bajo pedido hasta que entre una charla de amigos surgió la idea de “ponerse en la calle a vender tamales”.

  • El amigo logró vender hasta 15 tamales hechos por Alejandro diarios.
  • El emprendedor renunció a su trabajo, y el 21 de octubre de 2016 consiguió un carro de supermercado, lo adecuó a las necesidades de su producto y decidió llamarlo “La Tamalería Colombiana”.
  • En cuestión de horas vendió 20 tamales a US$10 cada uno.

Clave. El éxito del negocio de Alejandro recae en parte porque las ganancias que obtenía las ahorraba para reinvertirlas en el negocio.

  • Esto le ayudó a conseguir importar vía marítima las hojas de plátano desde una finca en Colombia.
  • Cerró un contrato con una distribuidora para que importara los productos de su país y redujo los costos de producción.

Crecimiento. Para el año 2018, Alejandro contaba con nueve colaboradores en distintos puntos de la ciudad.

  • Con el fin de seguir creciendo, decidió invertir en motocarros que decoró con su marca, y que con un permiso especial logró que se movilizarán ofreciendo el producto por la “Gran Manzana”.
  • La idea le permitió tener la atención de peatones y turistas, para vender entre 200 a 300 tamales diarios.

Retos. Como a muchos emprendedores en crecimiento, la pandemia fue un parteaguas en el negocio del colombiano, luego de que sus ventas se vieran afectadas tuvo que encontrar formas de “salir adelante”.

  • Alejandro tuvo que expandir su negocio al ser distribuidor de otros restaurantes y clientes, no obstante, la venta del tamal se redujo a la mitad del precio (US$5).
  • Con el paso de los meses en media crisis sanitaria, muchas personas contactaron al emprendedor para comprar sus tamales, con el objetivo de venderlos entre familiares, amigos y redes sociales.
  • Esta modalidad le permitió alcanzar una facturación de más de US$30 mil mensuales y reunir el capital para abrir su primer restaurante en 2021.

Qué destacar. El reconocido periódico, The New York Times, reconociendo la marca bien posicionada de Alejandro, decidió compartir su historia, lo que dio gran visibilidad a su negocio.

  • Actualmente, cuenta con más de 150 trabajadores, y produce más de 8 mil tamales a la semana.
  • Su facturación en ventas anuales supera los US$2 millones.
  • En 2022, abrió una sucursal en Miami y para el año en curso tiene previsto expandirse a Las Vegas y Los Ángeles.

 

*Con información de Negocios y Emprendimiento