Con la globalización del mundo actual, el sistema educativo atraviesa cambios para generar un enfoque que permita a la educación emprendedora tener un papel protagonista en las aulas de todos los niveles. Entender el moderno ecosistema de innovación es clave para fomentar la productividad en la región latinoamericana.

El último estudio de Monitor Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés), destaca a varios países de Latinoamérica como los mejores para emprender, por ende, se refuerza la necesidad de modelos educativos que apoyen iniciativas.

“Las universidades tienen que ser como esos talleres de la Florencia del Renacimiento, donde se compartía el saber con la mirada puesta en lo nuevo, en la siguiente era. La del Siglo XXI”, realizó la analogía el rector de la Universidad Austral de Argentina, Julián Rodríguez.

Ecosistemas de emprendedores

Uno de los aspectos que destacaron los expertos durante el foro fue la importancia de realizar cambios en la forma de transmitir el conocimiento de emprendimiento a los alumnos: “Es importante incitar a los alumnos a que sean creativos e innovadores, que comuniquen sus ideas y las vendan”, comentó David Alejandro Garza, rector del Tecnológico de Monterrey.

De acuerdo con Garza, es importante que los centros de estudio superior desarrollen prácticas para los estudiantes en las que pongan en práctica competencias como la resiliencia, creatividad y comunicación, “habilidades que debe tener un emprendedor”.

Un ejemplo es la Babson College, quienes suelen dar a sus alumnos 600 dólares con los que empezar a crear un negocio desde el primer día. Este ejercicio pretende forzarlos a entender las necesidades a las que tendrán que hacer frente al momento de manejar un negocio: “De esta forma adquieren confianza, conocimientos básicos y la mentalidad necesaria para ser un emprendedor”.

Carreras STEM

Los grados enfocados a Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por su acrónimo en inglés) están marcadas por la revolución digital, al ser consideradas el presente y una manera de afrontar la sociedad del futuro, por ello, Rodríguez destacó la importancia de poner especial foco en estas carreras y la participación de las mujeres.

“En nuestras formaciones han participado alrededor de 3,500 mujeres de toda América Latina. Y se han concretado 256 proyectos de tecnología en cinco años”, añadió. En el mundo las mujeres representan solo 35% de estudiantes que cursan estudios de enseñanza superior en STEM, según la UNESCO.

Con la innovación resulta de suma importancia que las entidades educativas preparen a sus alumnos en estos campos, ya que, gran parte de los trabajos se verán modificados por la misma, los empleos y nuevas oportunidades de negocio se regirán por estás carreras.

Otros aspectos

Involucrarse en las startups una vez que salen de las paredes de los campus, tener una participación más activa en las empresas y enseñar a los alumnos aprender a fallar para levantarse de los fracasos y volver a intentar, fueron otros de los roles que enfatizaron los expertos sobre el papel que juegan las universidades en el ecosistema emprendedor.

“La universidad, y no solo como institución, sino por el momento vital de estudiante, creo que es un punto clave de la vida para aquellas personas que tienen la inquietud por emprender. Les permite rodearse de otros que tengan la misma inquietud, crear asociaciones. Es un momento en el que no tienes demasiadas cargas y es ideal para poder arriesgarte y saltar a la piscina”, comentó en su intervención Santiago Jiménez, fundador de una startup y ganador del premio internacional de emprendimiento universitario de Santander.