Pese a que la primera idea que Sebastián Murua desarrolló no logró alcanzar el éxito necesario para sobrevivir, el emprendedor tomó una palabra en su diario vivir: adaptabilidad.

Esa palabra de 13 letras lo llevó a generar un emprendimiento enfocado en vales y tarjetas de regalo físicos y digitales en alianza con más de 180 compañías de distintos sectores de Guatemala.

“Mi hermano fue el que me contó que en su trabajo les solían dar chequeras con diferentes vales para canjear. De mi idea inicial yo tenía bastantes contactos con restaurantes. Se me ocurrió unir esos dos factores en el modelo de mi negocio a mis 24 años”, detalló Sebastián, fundador de Flavorite en una entrevista para República Emprendimiento.

Flavorite comenzó con vales de manera física, pese a ser un método un poco arcaico lo llevó a tener resultados, sin embargo, con la pandemia de COVID-19 la idea tuvo que reformularse para lanzar el servicio de manera digital.

“Aunque hoy en día el emprendimiento funciona, no siempre desde el inicio es así. Yo me tuve que meter a dos auxiliatorias en la universidad para generar ingresos que cubrieran mis gastos básicos y del negocio. Porque algo importante al inicio es capitalizar la empresa y tener lo suficiente para operar”, añadió.

Cinco años después de que el emprendimiento se creó como un negocio formal, Flavorite es una plataforma digital y vales físicos que pueden ser canjeados en diferentes ramas de comercio con el propósito de premiar y motivar, ofrecer descuentos y promociones, reducir costos y subsidios y más.

¿Cuáles han sido los retos que has tenido para que tu emprendimiento se mantenga y cómo los resolviste?

— Lo primero que diría es aceptar el cambio, y saber que es constante. En 2018, esta industria era poco utilizada, nadie solía regalar una tarjeta de regalo. En las empresas, por ejemplo, solían dar canastas navideñas, pero hoy en día es mucho más sencillo dar una tarjeta y que la persona decida en qué gastarlo. Por eso uno tiene que estar abierto a ver tendencias del mercado.

Lo otro es reconocer que, aunque una idea en la que se invirtió tiempo y trabajo no funcione, no todo está perdido. Si yo no hubiera tenido el tema de promociones y contactos con los establecimientos, nunca hubiéramos podido hacer los vales físicos, que luego nos llevaron a los digitales.

Fueron obstáculos en el camino, pero si estás dispuesto a cambiar, aceptar el cambio y aplicar la disciplina para adaptarte a la nueva realidad, se puede tener éxito en el objetivo que sea.

¿Cómo esperas que ser parte de Entre Jaguares ayude y potencialice tu emprendimiento?

— Primero es una experiencia con la cual estoy muy agradecido, porque creo que nos ha dado herramientas que nos han servido a nivel profesional. Es un excelente canal para potencializar ciertas habilidades como trabajar con medios, saber qué decir frente a jueces y expertos.

La inversión que ha hecho Entre Jaguares para los finalistas es increíble, sumado a la cantidad de alcance que tiene. Hemos potencializado esa parte, más toda la visibilidad que ofrece la plataforma multicanal con sus espacios en medios escritos, radio, publicidad y televisión.

Está supergenial que lo hagan. Uno como empresario tiene muchos retos y problemas, y este tipo de apoyos se sienten como un respiro de decir ‘vamos avanzando’. A mí no me queda nada más que agradecer a todos los medios por la oportunidad.

Con la participación en el programa, ¿cuál es la lección más importante que como emprendedor quieres dejar a otros?

— La primera es ánimos porque nosotros empezamos con muy poco, no tuvimos una inversión semilla, y fue realmente con lo que había, que no era mucho dinero.

La segunda es la importancia de estar dispuestos a los cambios. Nosotros hoy en día estamos viviendo este sueño por eso, y creo que cada persona que está afuera puede alcanzar los suyos. Entre Jaguares también me ha dado la oportunidad de conocer gente increíble, y que por más que seamos ‘rivales’ dentro de la competencia, nos quedará una amistad y negocios para toda la vida que es mucho más valiosa que cualquier otra cosa.

Y la tercera es a aquellos que quieran tirar la toalla preguntarles ‘¿por qué lo quieren hacer?’. Definitivamente, hay un factor muy importante y es que si uno necesita el dinero y el negocio no está funcionando, hay que buscar y encontrar prioridades. En su momento yo tuve que dar clases para poder financiar mi idea.

Yo he conocido a empresarios jóvenes y adultos que me han contado muchísimo, y así sea una empresa de una o cinco mil personas, siempre hay un proceso duro. No hay que tirar la toalla porque el mundo es de los que perseveran y alcanzan.

Finalmente, ¿recomendarías la plataforma Entre Jaguares a otros emprendedores?

— Es una oportunidad increíble. Hay un tema de costo-beneficio, en el que el programa está invirtiendo en mí y yo invierto mi tiempo, mi conocimiento y mi experiencia.

La plataforma nos ha dado mucho alcance, publicidad e impacto en medios con el solo hecho de participar. Es una plataforma que nos ha cambiado la perspectiva, que nos ha apoyado, las mentorías de Multiverse, nos han dado consejos, y todo eso nos lo llevamos para sacar provecho.