Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Invertir en infraestructura, “altamente” rentable

Arte: Milton Muñoz@
Braulio Palacios y María José Aresti
08 de febrero, 2024

Guatemala tiene a su favor un bono demográfico, credibilidad en su política monetaria, su economía crece… Todo, en su conjunto, se vuelve una oportunidad única para alcanzar su máximo potencial. No invertir en infraestructura —vial, puertos marítimos, etc.— ralentiza el objetivo país de atraer IED y generar empleo formal.

¿Por qué importa? Si en algo coinciden expertos consultados es que para atraer IED —y el empleo formal que trae bajo el brazo— se necesita infraestructura de calidad y funcional. El país atrae inversión, pero no en las cantidades esperadas. Hay potencial para mucho más.

  • En 2020 la IED alcanzó unos US$935M y la cifra se ha elevado desde entonces. A la espera de datos oficiales, 2023 podría cerrar con US$1,500M. Para el 2024, se estiman US$1,620M.
  • El BANGUAT ha entrado a analizar con mayor profundidad la IED. Concluye que por cada dólar invertido se produce un crecimiento de 0.75 centavos del PIB. “Eso quiere decir que invertir en infraestructura aquí es altamente rentable”, destaca su gerente económico, Johny Gramajo.
  • Los US$0.75 que menciona el directivo del banco ocasionan dos beneficios. El primero en el PIB anual, y además en el futuro. La infraestructura forma parte de un inventario que genera réditos hasta que acaba su vida útil. También durante ese periodo se recaudan impuestos. Esos recursos los puede reutilizar el gobierno.

En perspectiva. La experiencia internacional demuestra que los países que han hecho inversiones en infraestructura desde muy temprano han logrado un círculo virtuoso.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La inversión atrae más inversionistas. Ejemplo: la IED actual en Brasil puede llegar a US$90,000M cada año, casi el PIB de Guatemala. No siempre fue así; hace 20 años, era similar a República Dominicana (US$4,000M).
  • La dinámica económica conlleva mayor necesidad en infraestructura. Eso enciende la mecha, atrayendo inversión privada local y extranjera. “Se va generando ese círculo de mayor aumento de inversiones en el futuro”, agrega Gramajo.
  • Un ejemplo más cercano es Costa Rica. Tiene 830 metros de carretera por km²; Guatemala, 151. No obstante, en el país vecino se tiene la percepción de que “faltan carreteras”, sobra decir lo que pasa aquí. Por otro lado, los costarricenses han captado un promedio de US$3,600M en IED en los últimos cinco años.

En el radar. La necesidad de mejoras es un tema recurrente. El diagnóstico es claro y generalizado: “urge infraestructura”. Existen ideas sobre cómo actuar, por supuesto. Sin embargo, la deficiencia de carreteras y puertos se prolonga en el tiempo.

  • Un elemento que juega en contra es que el presupuesto general no da para invertir en infraestructura al nivel requerido. El presupuesto puede parecer alto, sí (el actual supera los Q115,000M), pero mucho se va en compromisos adquiridos o gasto de funcionamiento.
  • “91 de cada Q100 tienen destino específico por ley. Los 9 restantes son insuficientes para hacer todo lo necesario. La opción: endeudarse. La percepción de ejecución y calidad del gasto es mala. Hay desconfianza. Y aquí es donde cobran importancia las APP”, comenta el presidente del BANGUAT, Álvaro González Ricci.
  • Otro punto es que hay dos brechas. La primera respecto a lo que debería tenerse; y que aumenta. La otra con países similares cuya infraestructura ha mejorado. “Vamos rezagados y es urgente ponernos al día. No puedes expandir la economía ni producir más si ni siquiera cuentas con la conectividad necesaria para transportar mercancía”, opina Gramajo.

Ecos regionales. Para Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de FUNDESA, la iniciativa 5431, Ley General de Infraestructura Vial, es clave para la atracción de IED. El objetivo es modificar el sistema de obra pública tradicional a uno más eficiente y que mida por indicadores los contratos.

  • En las condiciones actuales, tenemos la oportunidad de ajustar las condiciones y atraer inversionistas. Aprobar este tipo de iniciativas es un paso para formar vínculos duraderos de largo plazo en el país.
  • “Esto nos permitiría inversiones más robustas y abrir la competencia al sector. Más infraestructura, sí, pero no bajo el sistema que tenemos”, enfatiza.
  • Un análisis de The Economist a través del Economist Central Agency Unit indica que el riesgo general de infraestructura en el país es alto, con un punteo de 63 sobre 100.

Entre líneas. Una referencia regional que el experto recomienda tener en cuenta es Colombia. Con una iniciativa de ley similar a la propuesta aquí, el país sudamericano estableció un programa vial.

  • 4G es el nombre que recibe la Cuarta Generación de Concesiones Viales de Colombia. La adjudicación de proyectos comenzó en 2014.
  • Según la Agencia Nacional de Infraestructura, estas tienen un avance promedio superior al 75% en los más de 8,000 km de carreteras.
  • Las inversiones anuales han rondado los nueve billones de pesos colombianos. Este dinero ha venido de China, España, Austria, Francia, Reino Unido, Ecuador, Perú y Portugal.

En conclusión. La historia de la expansión económica de diversas potencias se relaciona con la inversión en infraestructura productiva y estratégica. En Guatemala es indiscutible que la actual es insuficiente. “Si se invierte en carreteras, esa inversión, lejos de ser un gasto, retorna en desarrollo, IED y empleo formal. La llegada de Yazaki es un claro ejemplo de lo que digo”, concluye González Ricci.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Invertir en infraestructura, “altamente” rentable

Arte: Milton Muñoz@
Braulio Palacios y María José Aresti
08 de febrero, 2024

Guatemala tiene a su favor un bono demográfico, credibilidad en su política monetaria, su economía crece… Todo, en su conjunto, se vuelve una oportunidad única para alcanzar su máximo potencial. No invertir en infraestructura —vial, puertos marítimos, etc.— ralentiza el objetivo país de atraer IED y generar empleo formal.

¿Por qué importa? Si en algo coinciden expertos consultados es que para atraer IED —y el empleo formal que trae bajo el brazo— se necesita infraestructura de calidad y funcional. El país atrae inversión, pero no en las cantidades esperadas. Hay potencial para mucho más.

  • En 2020 la IED alcanzó unos US$935M y la cifra se ha elevado desde entonces. A la espera de datos oficiales, 2023 podría cerrar con US$1,500M. Para el 2024, se estiman US$1,620M.
  • El BANGUAT ha entrado a analizar con mayor profundidad la IED. Concluye que por cada dólar invertido se produce un crecimiento de 0.75 centavos del PIB. “Eso quiere decir que invertir en infraestructura aquí es altamente rentable”, destaca su gerente económico, Johny Gramajo.
  • Los US$0.75 que menciona el directivo del banco ocasionan dos beneficios. El primero en el PIB anual, y además en el futuro. La infraestructura forma parte de un inventario que genera réditos hasta que acaba su vida útil. También durante ese periodo se recaudan impuestos. Esos recursos los puede reutilizar el gobierno.

En perspectiva. La experiencia internacional demuestra que los países que han hecho inversiones en infraestructura desde muy temprano han logrado un círculo virtuoso.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La inversión atrae más inversionistas. Ejemplo: la IED actual en Brasil puede llegar a US$90,000M cada año, casi el PIB de Guatemala. No siempre fue así; hace 20 años, era similar a República Dominicana (US$4,000M).
  • La dinámica económica conlleva mayor necesidad en infraestructura. Eso enciende la mecha, atrayendo inversión privada local y extranjera. “Se va generando ese círculo de mayor aumento de inversiones en el futuro”, agrega Gramajo.
  • Un ejemplo más cercano es Costa Rica. Tiene 830 metros de carretera por km²; Guatemala, 151. No obstante, en el país vecino se tiene la percepción de que “faltan carreteras”, sobra decir lo que pasa aquí. Por otro lado, los costarricenses han captado un promedio de US$3,600M en IED en los últimos cinco años.

En el radar. La necesidad de mejoras es un tema recurrente. El diagnóstico es claro y generalizado: “urge infraestructura”. Existen ideas sobre cómo actuar, por supuesto. Sin embargo, la deficiencia de carreteras y puertos se prolonga en el tiempo.

  • Un elemento que juega en contra es que el presupuesto general no da para invertir en infraestructura al nivel requerido. El presupuesto puede parecer alto, sí (el actual supera los Q115,000M), pero mucho se va en compromisos adquiridos o gasto de funcionamiento.
  • “91 de cada Q100 tienen destino específico por ley. Los 9 restantes son insuficientes para hacer todo lo necesario. La opción: endeudarse. La percepción de ejecución y calidad del gasto es mala. Hay desconfianza. Y aquí es donde cobran importancia las APP”, comenta el presidente del BANGUAT, Álvaro González Ricci.
  • Otro punto es que hay dos brechas. La primera respecto a lo que debería tenerse; y que aumenta. La otra con países similares cuya infraestructura ha mejorado. “Vamos rezagados y es urgente ponernos al día. No puedes expandir la economía ni producir más si ni siquiera cuentas con la conectividad necesaria para transportar mercancía”, opina Gramajo.

Ecos regionales. Para Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de FUNDESA, la iniciativa 5431, Ley General de Infraestructura Vial, es clave para la atracción de IED. El objetivo es modificar el sistema de obra pública tradicional a uno más eficiente y que mida por indicadores los contratos.

  • En las condiciones actuales, tenemos la oportunidad de ajustar las condiciones y atraer inversionistas. Aprobar este tipo de iniciativas es un paso para formar vínculos duraderos de largo plazo en el país.
  • “Esto nos permitiría inversiones más robustas y abrir la competencia al sector. Más infraestructura, sí, pero no bajo el sistema que tenemos”, enfatiza.
  • Un análisis de The Economist a través del Economist Central Agency Unit indica que el riesgo general de infraestructura en el país es alto, con un punteo de 63 sobre 100.

Entre líneas. Una referencia regional que el experto recomienda tener en cuenta es Colombia. Con una iniciativa de ley similar a la propuesta aquí, el país sudamericano estableció un programa vial.

  • 4G es el nombre que recibe la Cuarta Generación de Concesiones Viales de Colombia. La adjudicación de proyectos comenzó en 2014.
  • Según la Agencia Nacional de Infraestructura, estas tienen un avance promedio superior al 75% en los más de 8,000 km de carreteras.
  • Las inversiones anuales han rondado los nueve billones de pesos colombianos. Este dinero ha venido de China, España, Austria, Francia, Reino Unido, Ecuador, Perú y Portugal.

En conclusión. La historia de la expansión económica de diversas potencias se relaciona con la inversión en infraestructura productiva y estratégica. En Guatemala es indiscutible que la actual es insuficiente. “Si se invierte en carreteras, esa inversión, lejos de ser un gasto, retorna en desarrollo, IED y empleo formal. La llegada de Yazaki es un claro ejemplo de lo que digo”, concluye González Ricci.