Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Fotografía: República.

La historia de la emprendedora que graba recuerdos de seres queridos en su joyería de autor

Como una forma de canalizar su creatividad, Nohemí comenzó su emprendimiento para ofrecer a la población guatemalteca una opción de poder conmemorar características y la vida de seres queridos.

La joyería de autor es aquella que está comercializada bajo el nombre del propio autor, que es la persona que ha fabricado la pieza, sus influencias no suelen estar vinculadas a las tendencias porque lo que busca es reflejar un universo creativo propio. Cada joya se vende por su concepto.

En 2018, nació dentro de Nohemí la idea de vender joyería en Guatemala, sin embargo, fue hasta un año después en que la idea de materializó. Bajo el nombre de Tintasobreagua, la emprendedora comenzó a desarrollar un concepto propio de joyería, en la que las personas pueden encapsular características, recuerdos y palabras de algún momento o persona especial.

Con solo seis meses, logró equipar un espacio de su casa con maquinaria para realizar la joyería, un espacio que irradia pasión, dedicación y sobre todo creatividad.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

La personalización como un factor importante

“Lo que yo buscaba cuando comencé eran piezas que tuvieran escritos similares a los que genera una máquina. En ese entonces me enfocaba en ideas de llevar ciertas palabras que dieran confianza o aumentaran la autoestima de las mujeres. Luego ya comencé a buscar algo que pudiera ser más detallista y conmemorará la vida como tal”, recuerda la emprendedora.

La pandemia fue un punto importante para su negocio, ya que muchas personas le pedían joyería de luto. Pese a que al inició dudó en compartir en sus redes sociales -por respeto a las personas-, supo que al hacerlo más personas que buscaban recordar a un ser querido de esa manera, podían saber que Tintasobreagua era una opción.

“Con mucho respeto comunicaba en mis redes sociales las joyas que hacía sobre ese tipo, y así fueron surgiendo más ideas, con clientes que me pedían ciertas cosas. Yo como diseñadora gráfica las curaba, y al final de la mano íbamos trabajando con el cliente”, asevera.

Fotografía: República.

Qué ofrece Tintasobreagua

Las piezas diseñadas por Nohemí pueden encapsular dientes, colmillo, cenizas, pelaje, trozos de ropa y fotografías de mascotas. Mientras que, si tienen la finalidad de recordar a una persona puede ser cabello, escritos (textos muy cortos) y fotografías, ya sean collares, brazaletes, llaveros, anillos o aretes.

Además, las piezas también pueden incluir grabados manuales y flores.

“La idea es muy orgánica, cuando me di cuenta de que la demanda era alta porque no existen muchas opciones en el mercado guatemalteco, fue que supe que era una idea rentable. Al inicio surge de una necesidad de plasmar mi creatividad, pero no pensaba que fuera a vivir de ello”, reconoce la emprendedora.

El diseño está en todo

Nohemí es licenciada en Diseño Gráfico, uno de sus mejores recuerdos son los festivales que organizaba su universidad porque siempre recibía el mismo mensaje de los invitados: ‘el diseño se puede aplicar a cualquier cosa’, es un rubro muy expandible.

Pese a que su profesión le permitió aportar de cierta manera a su emprendimiento, también supo que era necesario educarse en la creación de joyería: “La parte económica fue un reto para mí, porque me tengo que costear mis estudios sobre la materia. Y otro reto es, estudiar joyería en Guatemala es complejo, porque no hay muchos que lo impartan”.

Actualmente, la emprendedora estudia montura de piedras, ya que su idea para su negocio es expandirse a ese campo, vender joyas 3D y de matrimonio, sin perder la esencia de joyería de autor.

Emprender por necesidad

De acuerdo con el Monitor Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés) las personas que emprenden en el país, en su mayoría lo hacen por necesidad (53%). Nohemí es parte de ese porcentaje.

“La necesidad me orilló a mí a emprender, ojalá fuera una alternativa, pero es muy difícil. Las opciones para desarrollar mi profesión no me ofrecían salarios competitivos, y recuerdo un mes que me fue tan bien con el emprendimiento que mis ingresos por ello eran mayores a los trabajos de diseñadora que tenía. En ese momento me di cuenta de que era a lo que quería dedicarme”.

Las clases de joyería también le han dejado una lección de vida, y es darse cuenta de que muchas veces un título no es la única alternativa de vida, esa es la realidad de muchas personas. Lo importante es esforzarse en lo que uno desea hacer por el resto de su vida.

Aceptación, objetivos y un legado

Una parte importante del crecimiento de Tintasobreagua es el apoyo que ha recibido de las personas, desde que comenzó a vender joyería en los pasillos de su universidad con materiales comprados en internet, hasta hoy, que cuenta con un taller para soldar y crear cada pieza.

“Algo que tengo muy claro es que no quiero una empresa, no quiero trabajadores. Quiero que mi negocio sea mi espacio para desarrollar mi creatividad, que sea mi ingreso mensual y seguir expandiendo mi personalización en joyas”, comenta.

Para la joyera ser parte del ecosistema emprendedor es una experiencia que le ha dejado mucho aprendizaje, y también reflexión sobre la importancia del apoyo que debe existir entre emprendedores. Su meta es dejar un legado en la joyería del país y que coexistan más personas que se dedican a este rubro limitado.

República.