¿Qué papel tienen las universidades de América Latina y el Caribe en temas de emprendimiento?
Los centros de estudio superior en la región destacan por tener desarrollo de incubadoras, centros de apoyo al emprendimiento, ecosistemas de emprendimientos locales y regionales, cursos y eventos enfocados a emprender.
La educación emprendedora es un enfoque vital para el futuro de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. El último Estudio Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés), destaca que, diversos países de la región se posicionan entre los primeros lugares como mejores países para emprender o los mayores generadores de emprendedores, por lo que refuerzan en la necesidad de modelos educativos que apoyen estas iniciativas.
Entender el moderno ecosistema de innovación es clave para fomentar la productividad en Latinoamérica y el Caribe. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) enfatizan por medio de su último estudio que las universidades del sector destacan con buenas prácticas que fomentan el emprendimiento en sus estudiantes.
Entre ellas: el desarrollo de incubadoras, centros de apoyo al emprendedor en el seno de las universidades, ecosistemas de emprendimiento local y regional, cursos, y organización de eventos.
Relación con la creación de emprendimientos
De acuerdo con el informe, las universidades desempeñan papeles tangibles en los ecosistemas de emprendimiento en los que operan, al mantenerse activas en la conexión de su investigación con la creación de empresas.
“Por ejemplo, la USP en Brasil está conectada a su ecosistema por medio de diferentes organismos y organizaciones. Que incluyen una agencia de innovación, cuatro incubadoras, un parque tecnológico que alberga 75 empresas, varios espacios maker y coworking (…). Solo la USP ha incubado alrededor de 600 empresas”, detalla el escrito.
Además, rescata que la creación de emprendimientos va en aumento, sobre todo las empresas emergentes que sobresalen en el mercado apoyadas por nuevas tecnologías o startups, nicho que se ha triplicado en América Latina y el Caribe.
Desarrollo regional
Otro factor de impacto que recalca el estudio es que muchas universidades aprovechan su estrategia multicampus para amplificar su impacto y compromiso.
El informe describe: “En diferentes localidades, tienen la oportunidad de conectarse con diferentes actores, incluidos los gobiernos locales y las comunidades empresariales. La localización de un campus universitario se relaciona explícitamente con una política de desarrollo regional”.
Un ejemplo es el Instituto Tecnológico de Monterrey quien es considerado un socio clave para los gobiernos locales y regionales, con sus operaciones de 31 campus en 25 ciudades. O, la universidad Tecnológica de Uruguay (UTEC), que se enfoca en los aspectos sociales del emprendimiento, por medio de programas sobre el tema para cooperativas, laboratorio de innovación social y plataformas.
El reto de la adaptación
Para responder a las nuevas demandas de los estudiantes, las universidades deben implementar las ofertas curriculares con las prácticas de enseñanza tradicionales, así como vincularse a sus entornos por medio de la innovación tecnológica que el mundo exige y maximizando su contribución al desarrollo económico y social.
Además, el escrito visualiza que, el canal de transferencia seleccionado por los estudiantes es el soporte a las startups estudiantiles, es decir, programas para crear y fortalecer iniciativas de emprendimiento para quienes se encuentran en fase pre-incubación.
El estudio comprende a once universidades de educación superior de Latinoamérica de México, Colombia, Uruguay, Brasil, Chile y Argentina, con el propósito de pintar un panorama regional sobre el rol que desempeñan estas casas de estudios en emprendimiento.
¿Qué papel tienen las universidades de América Latina y el Caribe en temas de emprendimiento?
Los centros de estudio superior en la región destacan por tener desarrollo de incubadoras, centros de apoyo al emprendimiento, ecosistemas de emprendimientos locales y regionales, cursos y eventos enfocados a emprender.
La educación emprendedora es un enfoque vital para el futuro de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. El último Estudio Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés), destaca que, diversos países de la región se posicionan entre los primeros lugares como mejores países para emprender o los mayores generadores de emprendedores, por lo que refuerzan en la necesidad de modelos educativos que apoyen estas iniciativas.
Entender el moderno ecosistema de innovación es clave para fomentar la productividad en Latinoamérica y el Caribe. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) enfatizan por medio de su último estudio que las universidades del sector destacan con buenas prácticas que fomentan el emprendimiento en sus estudiantes.
Entre ellas: el desarrollo de incubadoras, centros de apoyo al emprendedor en el seno de las universidades, ecosistemas de emprendimiento local y regional, cursos, y organización de eventos.
Relación con la creación de emprendimientos
De acuerdo con el informe, las universidades desempeñan papeles tangibles en los ecosistemas de emprendimiento en los que operan, al mantenerse activas en la conexión de su investigación con la creación de empresas.
“Por ejemplo, la USP en Brasil está conectada a su ecosistema por medio de diferentes organismos y organizaciones. Que incluyen una agencia de innovación, cuatro incubadoras, un parque tecnológico que alberga 75 empresas, varios espacios maker y coworking (…). Solo la USP ha incubado alrededor de 600 empresas”, detalla el escrito.
Además, rescata que la creación de emprendimientos va en aumento, sobre todo las empresas emergentes que sobresalen en el mercado apoyadas por nuevas tecnologías o startups, nicho que se ha triplicado en América Latina y el Caribe.
Desarrollo regional
Otro factor de impacto que recalca el estudio es que muchas universidades aprovechan su estrategia multicampus para amplificar su impacto y compromiso.
El informe describe: “En diferentes localidades, tienen la oportunidad de conectarse con diferentes actores, incluidos los gobiernos locales y las comunidades empresariales. La localización de un campus universitario se relaciona explícitamente con una política de desarrollo regional”.
Un ejemplo es el Instituto Tecnológico de Monterrey quien es considerado un socio clave para los gobiernos locales y regionales, con sus operaciones de 31 campus en 25 ciudades. O, la universidad Tecnológica de Uruguay (UTEC), que se enfoca en los aspectos sociales del emprendimiento, por medio de programas sobre el tema para cooperativas, laboratorio de innovación social y plataformas.
El reto de la adaptación
Para responder a las nuevas demandas de los estudiantes, las universidades deben implementar las ofertas curriculares con las prácticas de enseñanza tradicionales, así como vincularse a sus entornos por medio de la innovación tecnológica que el mundo exige y maximizando su contribución al desarrollo económico y social.
Además, el escrito visualiza que, el canal de transferencia seleccionado por los estudiantes es el soporte a las startups estudiantiles, es decir, programas para crear y fortalecer iniciativas de emprendimiento para quienes se encuentran en fase pre-incubación.
El estudio comprende a once universidades de educación superior de Latinoamérica de México, Colombia, Uruguay, Brasil, Chile y Argentina, con el propósito de pintar un panorama regional sobre el rol que desempeñan estas casas de estudios en emprendimiento.