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UE-Mercosur, divorcio sin boda

.
Marcos Jacobo Suárez Sipmann
14 de diciembre, 2023

En perspectiva. Volvió a “congelarse” el acuerdo UE-Mercosur. Se impusieron la indecisión argentina y el recelo francés a la firma de un texto que no tenga en cuenta el clima. Bruselas seguirá adelante con el acuerdo pese a las objeciones francesas.

  • La ratificación se enfrió ante la insistencia del presidente francés, Emmanuel Macron, de una aplicación más estricta de las normas medioambientales en Brasil. Alberto Fernández, expresidente argentino, añadió reservas de última hora sobre su impacto en las industrias nacionales.
  • Macron lanzó un ataque frontal contra el pacto propuesto. Afirma que sería desastroso para el medioambiente, la industria y los agricultores galos (su principal motivo).
  • A falta de acuerdo con la UE, la Cumbre de Mercosur de Río de Janeiro celebró el pacto comercial con Singapur y la adhesión de Bolivia (hasta ahora Estado asociado).

Hemeroteca. Mercosur nació en 1991. Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay formaron una unión aduanera para crear un mercado común similar al que surgía paralelamente en Maastricht (Países Bajos).

  • Al final de los 90, se quintuplicó el comercio entre los miembros. Compuesto por productos manufacturados, reforzado por las cadenas de suministro de automóviles, productos químicos y alimentos.
  • Fue entonces cuando Mercosur decidió comenzar a negociar con Europa, en su intento por unir bloques económicos que ahora representan el 20% del PIB mundial.
  • Firmado en 2019, la ratificación del pacto ha estado estancada por las preocupaciones europeas sobre la deforestación y las reticencias soberanistas brasileñas a los planes de sanciones ambientales extraterritoriales.

Por qué importa. Este revés pone en juego algo más que un aumento de la carne de vacuno y verduras sudamericanas libres de aranceles en la UE. O el de autos y ropa europeos más asequibles en las calles de São Paulo y Buenos Aires.

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  • El acuerdo crearía un mercado de 780 millones de personas y ahorraría a las empresas europeas más de €4,000M anuales en aranceles, según la Comisión Europea.
  • Las empresas de la UE tienen inversiones por valor de €330,000M en la región de Mercosur.
  • El comercio de mercancías entre ambos bloques ascendió a €119,000 en 2022.

Lo indispensable. El fracaso incluso podría poner fin a los 32 años de existencia de la unión aduanera sudamericana. El área quedaría entonces al margen de la división global en bloques comerciales.

  • Durante las dos décadas largas de negociaciones con la UE, el propio impulso regionalizador de Mercosur se desvaneció.
  • La devaluación de la moneda brasileña (1999) y la crisis financiera de Argentina (2001) provocaron reacciones proteccionistas e innumerables excepciones a las normas básicas del acuerdo.
  • La Comisión tiene plenos poderes de negociación en los acuerdos comerciales, aprobados por la mayoría de miembros. Esto significa que Francia y Austria —también opuesto al pacto— necesitarían mayor apoyo para bloquear su ratificación.

Entre líneas. El ascenso de China como potencia económica ha socavado aún más los vínculos comerciales de Sudamérica con la UE.

  • El gigante se convirtió en el mayor socio comercial de Brasil y Uruguay en la década de 2010 y ganará terreno en Argentina frente a sus vecinos.
  • Las importaciones chinas acabaron asimismo con la industria manufacturera de la región, impulsando la importancia de las materias primas en Mercosur.
  • Se exceptúa Paraguay, que partía de una base menos industrializada, y aún reconoce diplomáticamente a Taiwán.

Lo que sigue. Con Paraguay asumiendo la presidencia de Mercosur, se especula con que el bloque iniciará negociaciones comerciales con Vietnam, EAU, Corea del Sur, Japón e Indonesia.

  • Con todo, y tras ver la debacle de la ratificación con la UE, es probable que cualquier candidato se lo piense antes de comenzar a pactar.
  • Uruguay negocia acuerdos con China y Turquía. Y el presidente Luis Lacalle llegó a plantear la idea de asumir aranceles bilaterales con EE. UU. De llegar a fructificar alguno de estos acuerdos, quedaría fuera de Mercosur.
  • Javier Milei, aunque “respalda” el acuerdo, es todavía una incógnita. Su llegada a la presidencia podría inyectar nuevas tensiones. Al igual que la incorporación de Bolivia, asolado por su propia agitación social y política.

Balance. Mercosur se enfrenta a un reto existencial. Su propósito es promover y dar forma al comercio y al crecimiento económico. Pero al ser una unión aduanera —no un ALC— los miembros deben mantener un arancel exterior común.

  • No pueden tener gravámenes o políticas comerciales diferentes. Razón por la cual la mayoría de los vecinos del Mercosur no quisieron ser más que asociados.
  • Lula da Silva, frustrado, no consiguió el acuerdo. Paraguay asume la Presidencia Pro Tempore con el compromiso de lograr una integración real.
  • En cuanto a la UE, Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión y responsable de la Política Comercial, espera concluir el pacto a mediados de 2024. Sería en ese caso el próximo Parlamento Europeo, que se elige en junio, el que ratificaría el Acuerdo.
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UE-Mercosur, divorcio sin boda

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Marcos Jacobo Suárez Sipmann
14 de diciembre, 2023

En perspectiva. Volvió a “congelarse” el acuerdo UE-Mercosur. Se impusieron la indecisión argentina y el recelo francés a la firma de un texto que no tenga en cuenta el clima. Bruselas seguirá adelante con el acuerdo pese a las objeciones francesas.

  • La ratificación se enfrió ante la insistencia del presidente francés, Emmanuel Macron, de una aplicación más estricta de las normas medioambientales en Brasil. Alberto Fernández, expresidente argentino, añadió reservas de última hora sobre su impacto en las industrias nacionales.
  • Macron lanzó un ataque frontal contra el pacto propuesto. Afirma que sería desastroso para el medioambiente, la industria y los agricultores galos (su principal motivo).
  • A falta de acuerdo con la UE, la Cumbre de Mercosur de Río de Janeiro celebró el pacto comercial con Singapur y la adhesión de Bolivia (hasta ahora Estado asociado).

Hemeroteca. Mercosur nació en 1991. Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay formaron una unión aduanera para crear un mercado común similar al que surgía paralelamente en Maastricht (Países Bajos).

  • Al final de los 90, se quintuplicó el comercio entre los miembros. Compuesto por productos manufacturados, reforzado por las cadenas de suministro de automóviles, productos químicos y alimentos.
  • Fue entonces cuando Mercosur decidió comenzar a negociar con Europa, en su intento por unir bloques económicos que ahora representan el 20% del PIB mundial.
  • Firmado en 2019, la ratificación del pacto ha estado estancada por las preocupaciones europeas sobre la deforestación y las reticencias soberanistas brasileñas a los planes de sanciones ambientales extraterritoriales.

Por qué importa. Este revés pone en juego algo más que un aumento de la carne de vacuno y verduras sudamericanas libres de aranceles en la UE. O el de autos y ropa europeos más asequibles en las calles de São Paulo y Buenos Aires.

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  • El acuerdo crearía un mercado de 780 millones de personas y ahorraría a las empresas europeas más de €4,000M anuales en aranceles, según la Comisión Europea.
  • Las empresas de la UE tienen inversiones por valor de €330,000M en la región de Mercosur.
  • El comercio de mercancías entre ambos bloques ascendió a €119,000 en 2022.

Lo indispensable. El fracaso incluso podría poner fin a los 32 años de existencia de la unión aduanera sudamericana. El área quedaría entonces al margen de la división global en bloques comerciales.

  • Durante las dos décadas largas de negociaciones con la UE, el propio impulso regionalizador de Mercosur se desvaneció.
  • La devaluación de la moneda brasileña (1999) y la crisis financiera de Argentina (2001) provocaron reacciones proteccionistas e innumerables excepciones a las normas básicas del acuerdo.
  • La Comisión tiene plenos poderes de negociación en los acuerdos comerciales, aprobados por la mayoría de miembros. Esto significa que Francia y Austria —también opuesto al pacto— necesitarían mayor apoyo para bloquear su ratificación.

Entre líneas. El ascenso de China como potencia económica ha socavado aún más los vínculos comerciales de Sudamérica con la UE.

  • El gigante se convirtió en el mayor socio comercial de Brasil y Uruguay en la década de 2010 y ganará terreno en Argentina frente a sus vecinos.
  • Las importaciones chinas acabaron asimismo con la industria manufacturera de la región, impulsando la importancia de las materias primas en Mercosur.
  • Se exceptúa Paraguay, que partía de una base menos industrializada, y aún reconoce diplomáticamente a Taiwán.

Lo que sigue. Con Paraguay asumiendo la presidencia de Mercosur, se especula con que el bloque iniciará negociaciones comerciales con Vietnam, EAU, Corea del Sur, Japón e Indonesia.

  • Con todo, y tras ver la debacle de la ratificación con la UE, es probable que cualquier candidato se lo piense antes de comenzar a pactar.
  • Uruguay negocia acuerdos con China y Turquía. Y el presidente Luis Lacalle llegó a plantear la idea de asumir aranceles bilaterales con EE. UU. De llegar a fructificar alguno de estos acuerdos, quedaría fuera de Mercosur.
  • Javier Milei, aunque “respalda” el acuerdo, es todavía una incógnita. Su llegada a la presidencia podría inyectar nuevas tensiones. Al igual que la incorporación de Bolivia, asolado por su propia agitación social y política.

Balance. Mercosur se enfrenta a un reto existencial. Su propósito es promover y dar forma al comercio y al crecimiento económico. Pero al ser una unión aduanera —no un ALC— los miembros deben mantener un arancel exterior común.

  • No pueden tener gravámenes o políticas comerciales diferentes. Razón por la cual la mayoría de los vecinos del Mercosur no quisieron ser más que asociados.
  • Lula da Silva, frustrado, no consiguió el acuerdo. Paraguay asume la Presidencia Pro Tempore con el compromiso de lograr una integración real.
  • En cuanto a la UE, Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión y responsable de la Política Comercial, espera concluir el pacto a mediados de 2024. Sería en ese caso el próximo Parlamento Europeo, que se elige en junio, el que ratificaría el Acuerdo.