Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Zorel Morales: “Es un acto de autoflagelación cerrar esa mina”

Zorel Morales, director ejecutivo de la CAMIPA. Fotos: Francisco Rosales/República
Braulio Palacios
18 de marzo, 2024

El director ejecutivo de la Cámara Minera de Panamá (CAMIPA), Zorel Morales, conversó con República Empresa sobre el cierre de Cobre Panamá y las similitudes con un caso a escala menor en Guatemala: minera San Rafael. 

El empresario, quien participó como ponente en el segundo Congreso Nacional de Minería Responsable, hizo una fuerte crítica el afán de las ONG de “satanizar” a la industria y refuerza la idea de que se “debe mirar lo que está sucediendo en Panamá” para reflexionar.  

¿Cómo perciben lo que está pasando con la mina en Panamá? 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

— Es un acto surreal, desde el punto de vista económico, social y sobre todo ambiental. En esas tres dimensiones. Es un acto de autoflagelación cerrar esa mina. Estás cerrando sector productivo, necesario en una crisis económica. De hecho, en Panamá hay crisis económica.  

La deuda pública es más del 60% del PIB, producto del despilfarro de los últimos gobiernos y de la mala distribución de los recursos. Es un mal que tenemos en Latinoamérica. Tenemos que ver la forma en desprendernos de ellos para poder seguir adelante como debe ser.  

Además, desde el punto de vista físico es imposible. Es una megaobra. La tercera mina en capacidad de producción en el ránking mundial. Una mina no se puede cerrar de manera repentina.  

Aquí hemos escuchado noticias de lo sucedido, ¿fue tan repentino para ustedes como para nosotros? 

— Esto no es un rechazo a la mina o minera, sino a la forma en la que se han hecho las cosas. Combinado con un hartazgo de la gente en contra de la corrupción, del despilfarro de los recursos, la falta de atención de los servicios básicos de las personas. El tema del contrato minero en Panamá fue un detonante.  

Las protestas fueron una combinación de situaciones. Generó una bola de nieve, quizá no tan grande como la inflaron los medios tradicionales. Todo se juntó con la presencia de un gobierno muy débil en sus últimos días. De ahí la importancia que el Estado puede brindar gobernabilidad…  

¿Sin gobernabilidad no hay certeza jurídica? 

— Lo primero que se desaparece con la gobernabilidad es la certeza jurídica y al irse la certeza jurídica se van los inversionistas. Nosotros en Latinoamérica necesitamos de los inversionistas. Lo que pasa en Panamá es una experiencia que debemos aprovechar para que no vuelva a pasar. No digamos en Guatemala.

Ustedes tienen un caso similar con la mina de San Rafael/Pan American Silver. Esta mina está en cuidado y mantenimiento. La mina en Panamá está en cuidado y mantenimiento, a la espera de que haya una decisión de qué es lo que se va a hacer. Hay una ley que no permite que se haga ninguna negociación. 

Entonces, el próximo gobierno tendrá que enfrentar eso. También tendrá que enfrentar todas las demandas de arbitraje que tenemos. 

Zorel Morales

Como te decía, Guatemala es un caso similar, aunque de una escala más pequeña. Eso sí, los inversionistas han tenido una paciencia infinita. El tema es que no podemos llegar a este tipo de cosas. Guatemala y Panamá necesitan que esas minas entren en operación nuevamente. He escuchado lo que sucedía en el pueblo antes de que la mina se paralizara. Es lo mismo en Panamá, pero a una escala mucho mayor.  

Mucho del rechazo lo promueven organizaciones en contra de los sectores que explotan recursos naturales. ¿También es su caso? 

— Es una receta que nos están aplicando a todos los países de Latinoamérica. Y yo ahora en la conferencia he dado un ejemplo para ver si la gente lo entendía y que quedara pensando. Las ONG ambientalistas, que yo las llamo ‘ONG ambientalistas marxistas’, se han dedicado a satanizar toda actividad productiva del sector primario. Sin este no hay secundario. Por lo tanto, no hay desarrollo. Comencemos por ahí.  

Todas estas ONG han introducido en la cabeza de la gente la idea de que desarrollar el sector primario es negativo. Además, han condenado una cosa muy importante: los metales se producen en nuestros países. Es una realidad y un punto a nuestro favor.  

¿Debemos sentirnos privilegiados por eso? 

— Tenemos recursos naturales y debemos utilizarlos. Los países de Europa ya lo hicieron. Y ahí es el punto donde voy… Esto es para reflexionar. Aparte de satanizar la minería, lo han hecho con las fundiciones y refinaciones de metales. Dicen que no se puede hacer en LatAm porque contamina, es caro y requiere mucha energía.  

A raíz de esto, dije, veremos en dónde están. Resulta que, en Europa, de donde proviene el financiamiento para muchas de esas ONG. Eso nos debe poner a pensar a dónde nos quieren llevar. Las ONG nos están privando de una oportunidad. 

Podemos exportar con un valor agregado no solo metales. Enviar valor agrado con microchips, alambres, cables eléctricos, etcétera. Las industrias tecnológicas van a querer venir acá. Aquí están los metales.  

Regresemos a Panamá, ¿qué futuro hay para su industria minera?  

— Es un accidente que nos ha hecho reflexionar a todos. Cada vez que nos reunimos en la Cámara, salimos con un aprendizaje nuevo, de algo que debemos mejorar, algo que no se debe hacer.  

Este evento ha sido también un lugar ideal para hacerlo. Me he encontrado con otra gente de toda la región, representantes de otras asociaciones y empresas. Concluimos que necesitamos una asociación regional. Que nos permita compartir experiencias y convertirlas en aprendizajes.  

En retrospectiva, ¿se puede haber hecho algo distinto? 

— Sí, indudablemente. Hubo muchas cosas que se pudieron haber hecho. Por ejemplo, una apertura a la transparencia. ¿Cuál ha sido el problema con la mina y la gente? En las redes sociales les han metido a la cabeza, con una campaña muy bien diseñada y con mucho dinero, que la mina estaba acabando con el agua del Canal.  

Les han dicho que era un problema para la soberanía nacional, que era un enclave, que era una cantidad de cosas que a la hora de la verdad ninguna es cierta. Que estaba afectando al ambiente, que había un desastre ambiental. Todo lo contrario. El desastre ambiental va a suceder si sacamos la mina de allí.  

La minería ilegal y el narcotráfico, que, juntos, estaban trabajando en la zona, eran las mayores actividades antes de la mina…  

Zorel Morales

Ninguno de los dos dejan ningún beneficio a la zona… 

— No, no dejan… Todos lo sabemos. Allí sí es cierto lo que dicen ellos. A eso sí se aplica, pero no a la minería formal. La minería ilegal sí puede generar un desastre. En cambio, la minería formal no. Por ejemplo, en el caso de la mina en Panamá, ¿qué hizo la mina? Una zona donde había nula presencia del Estado llevó a todas las instituciones del Estado hacia allá, llevó infraestructura.  

Hay que buscar la forma de que esa estructura sea más compartida con la gente. También de una manera más efectiva con la gente. Por eso también te hablaba de la transparencia. Transparencia en lo que la gente quiere saber. Si es cierto o no lo que les dijeron en las redes sociales y en los medios tradicionales. Qué, que estaba contaminando, que la gente allá se moría por culpa de la mina. 

¿Qué es lo que había que hacer?  

— Había que abrirse y decirle a la gente, ¡ah, vengan todos! Aquí tenemos un programa de visita, tenemos una suerte de tour turístico por la mina para mostrar lo que en realidad es la mina. Yo creo que es algo que es muy efectivo, lo está aplicando Pan American Silver.  

La mina lo comenzó desde finales de enero en Panamá y estaba dando buenos resultados. Ahora, el gobierno a raíz de la situación legal, últimamente dijo, tenemos que suspender eso, establecer una base legal y luego continúan. Esperemos que el establecimiento de esa base legal no se tome hasta el cambio de gobierno. Eso debería hacerse muy rápidamente.  

¿Cree que Guatemala debe poner “sus barbas en remojo”? 

— Deben mirar lo que está sucediendo en Panamá y reflexionar. ¿Queremos que haya una contribución a la minería? ¿Al desarrollo de nuestro país o no? Es lo mismo. Probablemente, no sea una escala tan grande como estaba sucediendo en Panamá, que estamos hablando 5% del PIB, 80% de las exportaciones.  

A menor escala está el caso de San Rafael. La comunidad no es lo que era cuando la mina operaba. Yo creo que ustedes en Guatemala lo deben conocer mejor que yo. Imagino que hay otros muchos ejemplos. Y hay muchas otras donde el Estado lo único que tiene que hacer es dejar que la empresa privada haga lo suyo. No tiene que invertir, lo que tiene que hacer es pararse del otro lado y decir ‘págame los impuestos que sean’. Yo voy a recoger eso y solucionar problemas comunes en todo el país.  

Y sobre los “mercaderes de la pobreza” (las ONG), ¿qué hacer?  

— Para utilizar el refranero popular, como tú lo has hecho: ‘la mentira tiene patas cortas’. Ahora, con el programa de visitas en la mina en Panamá, ellos son los que más se oponen. ¿Por qué? Porque van a quedar expuestas todas sus falsedades, sus tergiversaciones y medias verdades. Todo ese tipo de cosas. 

Lo que necesitamos también, y lo dijo recién un funcionario guatemalteco, es trabajar con datos. Trabajar con evidencia científica. Con la verdad.  

Zorel Morales

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Zorel Morales: “Es un acto de autoflagelación cerrar esa mina”

Zorel Morales, director ejecutivo de la CAMIPA. Fotos: Francisco Rosales/República
Braulio Palacios
18 de marzo, 2024

El director ejecutivo de la Cámara Minera de Panamá (CAMIPA), Zorel Morales, conversó con República Empresa sobre el cierre de Cobre Panamá y las similitudes con un caso a escala menor en Guatemala: minera San Rafael. 

El empresario, quien participó como ponente en el segundo Congreso Nacional de Minería Responsable, hizo una fuerte crítica el afán de las ONG de “satanizar” a la industria y refuerza la idea de que se “debe mirar lo que está sucediendo en Panamá” para reflexionar.  

¿Cómo perciben lo que está pasando con la mina en Panamá? 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

— Es un acto surreal, desde el punto de vista económico, social y sobre todo ambiental. En esas tres dimensiones. Es un acto de autoflagelación cerrar esa mina. Estás cerrando sector productivo, necesario en una crisis económica. De hecho, en Panamá hay crisis económica.  

La deuda pública es más del 60% del PIB, producto del despilfarro de los últimos gobiernos y de la mala distribución de los recursos. Es un mal que tenemos en Latinoamérica. Tenemos que ver la forma en desprendernos de ellos para poder seguir adelante como debe ser.  

Además, desde el punto de vista físico es imposible. Es una megaobra. La tercera mina en capacidad de producción en el ránking mundial. Una mina no se puede cerrar de manera repentina.  

Aquí hemos escuchado noticias de lo sucedido, ¿fue tan repentino para ustedes como para nosotros? 

— Esto no es un rechazo a la mina o minera, sino a la forma en la que se han hecho las cosas. Combinado con un hartazgo de la gente en contra de la corrupción, del despilfarro de los recursos, la falta de atención de los servicios básicos de las personas. El tema del contrato minero en Panamá fue un detonante.  

Las protestas fueron una combinación de situaciones. Generó una bola de nieve, quizá no tan grande como la inflaron los medios tradicionales. Todo se juntó con la presencia de un gobierno muy débil en sus últimos días. De ahí la importancia que el Estado puede brindar gobernabilidad…  

¿Sin gobernabilidad no hay certeza jurídica? 

— Lo primero que se desaparece con la gobernabilidad es la certeza jurídica y al irse la certeza jurídica se van los inversionistas. Nosotros en Latinoamérica necesitamos de los inversionistas. Lo que pasa en Panamá es una experiencia que debemos aprovechar para que no vuelva a pasar. No digamos en Guatemala.

Ustedes tienen un caso similar con la mina de San Rafael/Pan American Silver. Esta mina está en cuidado y mantenimiento. La mina en Panamá está en cuidado y mantenimiento, a la espera de que haya una decisión de qué es lo que se va a hacer. Hay una ley que no permite que se haga ninguna negociación. 

Entonces, el próximo gobierno tendrá que enfrentar eso. También tendrá que enfrentar todas las demandas de arbitraje que tenemos. 

Zorel Morales

Como te decía, Guatemala es un caso similar, aunque de una escala más pequeña. Eso sí, los inversionistas han tenido una paciencia infinita. El tema es que no podemos llegar a este tipo de cosas. Guatemala y Panamá necesitan que esas minas entren en operación nuevamente. He escuchado lo que sucedía en el pueblo antes de que la mina se paralizara. Es lo mismo en Panamá, pero a una escala mucho mayor.  

Mucho del rechazo lo promueven organizaciones en contra de los sectores que explotan recursos naturales. ¿También es su caso? 

— Es una receta que nos están aplicando a todos los países de Latinoamérica. Y yo ahora en la conferencia he dado un ejemplo para ver si la gente lo entendía y que quedara pensando. Las ONG ambientalistas, que yo las llamo ‘ONG ambientalistas marxistas’, se han dedicado a satanizar toda actividad productiva del sector primario. Sin este no hay secundario. Por lo tanto, no hay desarrollo. Comencemos por ahí.  

Todas estas ONG han introducido en la cabeza de la gente la idea de que desarrollar el sector primario es negativo. Además, han condenado una cosa muy importante: los metales se producen en nuestros países. Es una realidad y un punto a nuestro favor.  

¿Debemos sentirnos privilegiados por eso? 

— Tenemos recursos naturales y debemos utilizarlos. Los países de Europa ya lo hicieron. Y ahí es el punto donde voy… Esto es para reflexionar. Aparte de satanizar la minería, lo han hecho con las fundiciones y refinaciones de metales. Dicen que no se puede hacer en LatAm porque contamina, es caro y requiere mucha energía.  

A raíz de esto, dije, veremos en dónde están. Resulta que, en Europa, de donde proviene el financiamiento para muchas de esas ONG. Eso nos debe poner a pensar a dónde nos quieren llevar. Las ONG nos están privando de una oportunidad. 

Podemos exportar con un valor agregado no solo metales. Enviar valor agrado con microchips, alambres, cables eléctricos, etcétera. Las industrias tecnológicas van a querer venir acá. Aquí están los metales.  

Regresemos a Panamá, ¿qué futuro hay para su industria minera?  

— Es un accidente que nos ha hecho reflexionar a todos. Cada vez que nos reunimos en la Cámara, salimos con un aprendizaje nuevo, de algo que debemos mejorar, algo que no se debe hacer.  

Este evento ha sido también un lugar ideal para hacerlo. Me he encontrado con otra gente de toda la región, representantes de otras asociaciones y empresas. Concluimos que necesitamos una asociación regional. Que nos permita compartir experiencias y convertirlas en aprendizajes.  

En retrospectiva, ¿se puede haber hecho algo distinto? 

— Sí, indudablemente. Hubo muchas cosas que se pudieron haber hecho. Por ejemplo, una apertura a la transparencia. ¿Cuál ha sido el problema con la mina y la gente? En las redes sociales les han metido a la cabeza, con una campaña muy bien diseñada y con mucho dinero, que la mina estaba acabando con el agua del Canal.  

Les han dicho que era un problema para la soberanía nacional, que era un enclave, que era una cantidad de cosas que a la hora de la verdad ninguna es cierta. Que estaba afectando al ambiente, que había un desastre ambiental. Todo lo contrario. El desastre ambiental va a suceder si sacamos la mina de allí.  

La minería ilegal y el narcotráfico, que, juntos, estaban trabajando en la zona, eran las mayores actividades antes de la mina…  

Zorel Morales

Ninguno de los dos dejan ningún beneficio a la zona… 

— No, no dejan… Todos lo sabemos. Allí sí es cierto lo que dicen ellos. A eso sí se aplica, pero no a la minería formal. La minería ilegal sí puede generar un desastre. En cambio, la minería formal no. Por ejemplo, en el caso de la mina en Panamá, ¿qué hizo la mina? Una zona donde había nula presencia del Estado llevó a todas las instituciones del Estado hacia allá, llevó infraestructura.  

Hay que buscar la forma de que esa estructura sea más compartida con la gente. También de una manera más efectiva con la gente. Por eso también te hablaba de la transparencia. Transparencia en lo que la gente quiere saber. Si es cierto o no lo que les dijeron en las redes sociales y en los medios tradicionales. Qué, que estaba contaminando, que la gente allá se moría por culpa de la mina. 

¿Qué es lo que había que hacer?  

— Había que abrirse y decirle a la gente, ¡ah, vengan todos! Aquí tenemos un programa de visita, tenemos una suerte de tour turístico por la mina para mostrar lo que en realidad es la mina. Yo creo que es algo que es muy efectivo, lo está aplicando Pan American Silver.  

La mina lo comenzó desde finales de enero en Panamá y estaba dando buenos resultados. Ahora, el gobierno a raíz de la situación legal, últimamente dijo, tenemos que suspender eso, establecer una base legal y luego continúan. Esperemos que el establecimiento de esa base legal no se tome hasta el cambio de gobierno. Eso debería hacerse muy rápidamente.  

¿Cree que Guatemala debe poner “sus barbas en remojo”? 

— Deben mirar lo que está sucediendo en Panamá y reflexionar. ¿Queremos que haya una contribución a la minería? ¿Al desarrollo de nuestro país o no? Es lo mismo. Probablemente, no sea una escala tan grande como estaba sucediendo en Panamá, que estamos hablando 5% del PIB, 80% de las exportaciones.  

A menor escala está el caso de San Rafael. La comunidad no es lo que era cuando la mina operaba. Yo creo que ustedes en Guatemala lo deben conocer mejor que yo. Imagino que hay otros muchos ejemplos. Y hay muchas otras donde el Estado lo único que tiene que hacer es dejar que la empresa privada haga lo suyo. No tiene que invertir, lo que tiene que hacer es pararse del otro lado y decir ‘págame los impuestos que sean’. Yo voy a recoger eso y solucionar problemas comunes en todo el país.  

Y sobre los “mercaderes de la pobreza” (las ONG), ¿qué hacer?  

— Para utilizar el refranero popular, como tú lo has hecho: ‘la mentira tiene patas cortas’. Ahora, con el programa de visitas en la mina en Panamá, ellos son los que más se oponen. ¿Por qué? Porque van a quedar expuestas todas sus falsedades, sus tergiversaciones y medias verdades. Todo ese tipo de cosas. 

Lo que necesitamos también, y lo dijo recién un funcionario guatemalteco, es trabajar con datos. Trabajar con evidencia científica. Con la verdad.  

Zorel Morales