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Fundación Castillo Córdova mejora nutrición y salud en aldea Tzununá

Mario Winter
07 de marzo, 2017

Fundación Castillo Córdova mediante programas de educación alimentaria contribuye en los  a reducir la desnutrición crónica y la anemia en niños de la aldea Tzununá, Santa Cruz La Laguna, Sololá. Según representantes de esta entidad, en el 2013 prevalecía un 76.5% de desnutrición crónica y ya para el 2016 la cifra se redujo a un 71.3%.

“El Proyecto de Desarrollo Comunitario Integral Microcuenca Tzununá es un modelo integral, replicable y sostenible, con pertinencia cultural y enfoque prioritario hacia el combate de la desnutrición crónica. Es liderado por Fundación Castillo Córdova, brazo social de Cervecería Centro Americana, S.A”., dice Eduardo Castillo Di Vito, director del Proyecto Tzununá.

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Castillo asegura que los proyectos en mención consistieron en intervenir las cinco comunidades del municipio de Santa Cruz La Laguna durante cuatro años más o menos. Mediante cinco ejes de acción: salud y nutrición, educación, empresarialidad, gestión ambiental y de riesgos e infraestructura. El proyecto inició en mayo de 2012, luego de una serie de gestiones con líderes comunitarios y el Concejo de Ancianos.

Eduardo Castillo Di Vito, director del Proyecto Tzununá, constestó algunas preguntas acerca de los programas empleados para reducir la desnutrición:

¿Qué programas se implementaron durante estos cuatro años?

Para contrarrestar el problema, Fundación Castillo Córdova, con el apoyo de otras entidades de servicio social y empresas comerciales, diseñó tres programas enfocados en educación alimentaria: Programa de los Mil Días; Programa de Alimentación Escolar y el Programa de Mejoramiento de los Servicios Básicos de Salud. Cada uno se ejecutó con acciones puntuales que buscaron iniciar un proceso de cambio de comportamiento en temas relacionados con salud, nutrición y buenos hábitos de higiene. Se dirigieron especialmente a mujeres en edad fértil, mujeres embarazadas, niños menores de 5 años y niños en etapa escolar.

¿En qué consiste el Programa de los Mil Días?

La fase más importante y decisiva en el crecimiento y desarrollo de un niño inicia desde la etapa fetal hasta los cinco años. Por eso, se buscó mejorar el estado nutricional de mujeres embarazadas, lactantes y niños de 0 a 5 años, a través de una intervención integral de nutrición, alimentación y educación para iniciar un cambio de comportamiento y capacitación productiva, enfocada en la ventana de oportunidad de los mil días, los cuales son clave para lograr el máximo crecimiento del cerebro del niño. Para llegar a la mayor cantidad de personas, se construyeron cinco minicentros de Capacitación y Nutrición en Tzununá, donde a diario asistieron mujeres en edad fértil, embarazadas, lactantes y niños de 0 a 5 años para recibir talleres sobre temas de mejoramiento de vida, productividad y capacitaciones de cocina y nutrición. Durante ese tiempo, las madres eran suplementadas con Incaparina, Alimento Instantáneo Nef y menús nutritivos para mejorar su estado nutricional.  Según las últimas evaluaciones realizadas, el Centro de Salud reportó una reducción del 12 % de la incidencia de la desnutrición crónica en niños menores de 5 años. Esto significa que más niños nacen libres de desnutrición crónica en Tzununá gracias a las intervenciones del programa.

¿Qué actores intervinieron en el Programa de Alimentación Escolar para que fuera un éxito?

Este programa requirió la colaboración activa y coordinada de la comunidad para trabajar en temas de desnutrición aguda, anemia y evitar la desnutrición crónica. Durante todo el ciclo escolar se brindó una refacción a base de Protemás, Incaparina y NEF, que aportaba el 20 y 30 % de los requerimientos dietéticos de energía y proteína de niños en edad escolar. Los menús fueron cuidadosamente diseñados por nutricionistas expertos y su preparación fue voluntaria, por las madres de los niños. El programa no solo buscó proveer la alimentación escolar, también incluyó capacitaciones a los directores, maestros, alumnos y padres de familia para fomentar el cambio del comportamiento en temas relacionados con salud, nutrición y buenos hábitos de higiene.  Más de 1100 niños de primaria y secundaria fueron atendidos diariamente desde el inicio del programa para mejorar su estado nutricional. En total, esto consistió en 792 000 desayunos nutritivos brindados durante los cuatro años.  Esto trascendió en la reducción del 8 % de deserción escolar del 2011 al 2016 según datos oficiales del Ministerio de Educación. También se mejoraron los niveles de hemoglobina, lo cual redundó en la erradicación de la anemia en los niños que iniciaron el programa.

¿Cómo se Mejoraron los Servicios Básicos de Salud?

Para mejorar el estado de salud de la comunidad se construyó y equipó un Centro de Salud de primer nivel, gracias al apoyo logístico y monetario de más de 4000 colaboradores de Cervecería Centro Americana, S.A. y sus distintas empresas, quienes de forma voluntaria realizaron aportes hasta completar la inversión requerida. También se construyó un Centro de Recuperación Nutricional (CRN), el cual fue requerimiento directo de la Dirección del Área de Salud de Sololá. El CRN es referencia para todas las comunidades vecinas, ya que el más cercano está en Chimaltenango, por lo que la capacidad de cobertura de casos es muy amplia. Algunas actividades que se implementaron para fortalecer los servicios fueron las capacitaciones constantes a los educadores, enfermeras y comadronas sobre el correcto monitoreo de peso y talla; estimulación temprana, así como nutrición e higiene. Además, se incrementó el personal especializado de salud para ampliar la atención en odontología, psicología, nutrición y pediatría.

“Estamos satisfechos por los resultados positivos porque logramos mejorar gradualmente el nivel de desarrollo y el desempeño académico de los alumnos. Creemos que, de alguna manera, esta intervención cambiará el futuro de los niños. Somos testigos de la transformación de Tzununá y eso es lo que importa más que las cifras. Nosotros facilitamos metodologías y recursos, pero ellos son los protagonistas de este gran cambio que surge del interés genuino por tener un mejor futuro”, concluyó Castillo Di Vito.

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Fundación Castillo Córdova mejora nutrición y salud en aldea Tzununá

Mario Winter
07 de marzo, 2017

Fundación Castillo Córdova mediante programas de educación alimentaria contribuye en los  a reducir la desnutrición crónica y la anemia en niños de la aldea Tzununá, Santa Cruz La Laguna, Sololá. Según representantes de esta entidad, en el 2013 prevalecía un 76.5% de desnutrición crónica y ya para el 2016 la cifra se redujo a un 71.3%.

“El Proyecto de Desarrollo Comunitario Integral Microcuenca Tzununá es un modelo integral, replicable y sostenible, con pertinencia cultural y enfoque prioritario hacia el combate de la desnutrición crónica. Es liderado por Fundación Castillo Córdova, brazo social de Cervecería Centro Americana, S.A”., dice Eduardo Castillo Di Vito, director del Proyecto Tzununá.

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Castillo asegura que los proyectos en mención consistieron en intervenir las cinco comunidades del municipio de Santa Cruz La Laguna durante cuatro años más o menos. Mediante cinco ejes de acción: salud y nutrición, educación, empresarialidad, gestión ambiental y de riesgos e infraestructura. El proyecto inició en mayo de 2012, luego de una serie de gestiones con líderes comunitarios y el Concejo de Ancianos.

Eduardo Castillo Di Vito, director del Proyecto Tzununá, constestó algunas preguntas acerca de los programas empleados para reducir la desnutrición:

¿Qué programas se implementaron durante estos cuatro años?

Para contrarrestar el problema, Fundación Castillo Córdova, con el apoyo de otras entidades de servicio social y empresas comerciales, diseñó tres programas enfocados en educación alimentaria: Programa de los Mil Días; Programa de Alimentación Escolar y el Programa de Mejoramiento de los Servicios Básicos de Salud. Cada uno se ejecutó con acciones puntuales que buscaron iniciar un proceso de cambio de comportamiento en temas relacionados con salud, nutrición y buenos hábitos de higiene. Se dirigieron especialmente a mujeres en edad fértil, mujeres embarazadas, niños menores de 5 años y niños en etapa escolar.

¿En qué consiste el Programa de los Mil Días?

La fase más importante y decisiva en el crecimiento y desarrollo de un niño inicia desde la etapa fetal hasta los cinco años. Por eso, se buscó mejorar el estado nutricional de mujeres embarazadas, lactantes y niños de 0 a 5 años, a través de una intervención integral de nutrición, alimentación y educación para iniciar un cambio de comportamiento y capacitación productiva, enfocada en la ventana de oportunidad de los mil días, los cuales son clave para lograr el máximo crecimiento del cerebro del niño. Para llegar a la mayor cantidad de personas, se construyeron cinco minicentros de Capacitación y Nutrición en Tzununá, donde a diario asistieron mujeres en edad fértil, embarazadas, lactantes y niños de 0 a 5 años para recibir talleres sobre temas de mejoramiento de vida, productividad y capacitaciones de cocina y nutrición. Durante ese tiempo, las madres eran suplementadas con Incaparina, Alimento Instantáneo Nef y menús nutritivos para mejorar su estado nutricional.  Según las últimas evaluaciones realizadas, el Centro de Salud reportó una reducción del 12 % de la incidencia de la desnutrición crónica en niños menores de 5 años. Esto significa que más niños nacen libres de desnutrición crónica en Tzununá gracias a las intervenciones del programa.

¿Qué actores intervinieron en el Programa de Alimentación Escolar para que fuera un éxito?

Este programa requirió la colaboración activa y coordinada de la comunidad para trabajar en temas de desnutrición aguda, anemia y evitar la desnutrición crónica. Durante todo el ciclo escolar se brindó una refacción a base de Protemás, Incaparina y NEF, que aportaba el 20 y 30 % de los requerimientos dietéticos de energía y proteína de niños en edad escolar. Los menús fueron cuidadosamente diseñados por nutricionistas expertos y su preparación fue voluntaria, por las madres de los niños. El programa no solo buscó proveer la alimentación escolar, también incluyó capacitaciones a los directores, maestros, alumnos y padres de familia para fomentar el cambio del comportamiento en temas relacionados con salud, nutrición y buenos hábitos de higiene.  Más de 1100 niños de primaria y secundaria fueron atendidos diariamente desde el inicio del programa para mejorar su estado nutricional. En total, esto consistió en 792 000 desayunos nutritivos brindados durante los cuatro años.  Esto trascendió en la reducción del 8 % de deserción escolar del 2011 al 2016 según datos oficiales del Ministerio de Educación. También se mejoraron los niveles de hemoglobina, lo cual redundó en la erradicación de la anemia en los niños que iniciaron el programa.

¿Cómo se Mejoraron los Servicios Básicos de Salud?

Para mejorar el estado de salud de la comunidad se construyó y equipó un Centro de Salud de primer nivel, gracias al apoyo logístico y monetario de más de 4000 colaboradores de Cervecería Centro Americana, S.A. y sus distintas empresas, quienes de forma voluntaria realizaron aportes hasta completar la inversión requerida. También se construyó un Centro de Recuperación Nutricional (CRN), el cual fue requerimiento directo de la Dirección del Área de Salud de Sololá. El CRN es referencia para todas las comunidades vecinas, ya que el más cercano está en Chimaltenango, por lo que la capacidad de cobertura de casos es muy amplia. Algunas actividades que se implementaron para fortalecer los servicios fueron las capacitaciones constantes a los educadores, enfermeras y comadronas sobre el correcto monitoreo de peso y talla; estimulación temprana, así como nutrición e higiene. Además, se incrementó el personal especializado de salud para ampliar la atención en odontología, psicología, nutrición y pediatría.

“Estamos satisfechos por los resultados positivos porque logramos mejorar gradualmente el nivel de desarrollo y el desempeño académico de los alumnos. Creemos que, de alguna manera, esta intervención cambiará el futuro de los niños. Somos testigos de la transformación de Tzununá y eso es lo que importa más que las cifras. Nosotros facilitamos metodologías y recursos, pero ellos son los protagonistas de este gran cambio que surge del interés genuino por tener un mejor futuro”, concluyó Castillo Di Vito.