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Fotografía: República.

Esta es la historia del primer Sticky Chai de Latinoamérica, una bebida creada por manos guatemaltecas

El Sticky Chai es una combinación fragante de chai húmedo para hacer lattes a base de chai. Con su emprendimiento busca dar a conocer en el país esta bebida e inculcarla en el paladar guatemalteco.

Emprendedora, alegre y soñadora. Luego de vivir seis años y medio en Australia, Tatiana Flórez, se enamoró del té chai, una bebida que se convirtió en su fiel compañera durante todas las mañanas en su caminata hacía el trabajo y haciendo de su ritual diario una de las mejores partes de su día. De esta experiencia es que nace Nawa Chai.

Con una sonrisa, la emprendedora, relata cómo nace su idea de negocio: “Durante la pandemia, ya viviendo en Guatemala tenía mucho antojo de chai, pero como nadie viajaba no me podían traer mi bebida de Australia. Encuentro una receta que me gusta, la pruebo, y en ese momento sé que no me la puedo quedar solo para mí”.

Nawa Chai es una receta cercana a la original de la India, y es el primer Sticky Chai de la región. Se diferencia de la oferta en el país, al no estar cargada de azúcar y polvo, sino que es a base de té negro guatemalteco y especias. Una receta acorde a las tendencias de hoy en día, enfocada en la salud, buena energía y con propiedades para el cuerpo por sus ingredientes.

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La venta a un amigo

“La primera vez que doy a probar mi receta es a dos amigos, y uno de ellos me dice que necesita que le venda el producto para dar un regalo de navidad en diciembre del 2020. Así es como lanzó mi negocio y generó mi primera venta”, recuerda Tatiana.

Pese a tener la idea de querer vender su receta, el impulso de su amigo fue la motivación que la emprendedora necesitó para atreverse a entrar al mercado: “no tuve mucho tiempo de pensar y creo que con eso logré un proceso mejor”.

Fotografía: Cortesía, Nawa Chai.

Desde pequeña Tatiana deseaba ser emprendedora, sin embargo, admite que, llegar a una idea concreta nunca se le facilitó, por eso reconoce que Nawa Chai fue perfecto, porque realizó su primera venta antes de siquiera tener un negocio listo.

Tocar puertas

Actualmente Nawa Chai se vende en diversos cafés, restaurantes y delicatessen en Guatemala, este esfuerzo ha sido el proceso de Tatiana de tocar puertas, una experiencia que la ayudó a salir de su zona de confort: “Me di cuenta de que uno tiene mejores resultados si sale a presentarlo, las oportunidades se dan cuando lo presentas a los dueños del negocio. No es mal recibido si llegas tú y lo das a probar”.

El registro sanitario es otro punto que destaca ha sido de beneficio para expandir sus ventas. Obtener estas licencias hizo que pudiera comercializar en lugares de comida del país. Además, garantiza que los productos llevan todos los procedimientos y total cuidado para que el cliente tenga el mejor producto final.

“Es la forma en que logramos mantener la industria alimenticia. Vale la pena invertir en ello, porque al final es lo que más retorno te va a dar, y muchas veces no te deja entrar a los lugares si no cuentas con un registro”, explica Tatiana.

Un ritual, una experiencia

Nawa Chai es una mezcla de especias premium, jengibre, miel, té negro orgánico guatemalteco, que ofrece un producto orgánico natural y que dura una cierta cantidad de tiempo sin conservantes. Es un producto que da la oportunidad de prepararlo frío, caliente, e incluso con la leche de elección.

Actualmente ofrece el sabor original en tres presentaciones y tazas cerámicas, lo que Tatiana pretende es que los comensales vivan la experiencia que ella siente cada que toma una taza de chai.

Fotografía: República.

“La idea es que el cliente disfrute un ritual al consumir mi producto, que sea una experiencia completa porque Nawa Chai es un abrazo al alma”, describe Tatiana, al mismo tiempo que transmite emoción, y ella misma degusta un sorbo de su producto.

Producción y estrategias

Nawa Chai comenzó con los productos que Tatiana tenía en su hogar, la experiencia que le acompañaba de la industria alimenticia y el sueño de compartir esta bebida con este lado del mundo.

Actualmente, también es la encargada de la producción, tarea que realiza en un espacio alquilado para mantener los estándares de calidad e higiene, sin embargo, su idea en el futuro próximo es agrandar ese departamento.

Con ilusión y un pequeño brillo en los ojos, la emprendedora asegura estar sorprendida por la recepción de su producto: “El apoyo que uno recibe es algo que lo impulsa para seguir adelante”.

Reconectar con tu negocio

Finalmente, Tatiana impulsa a todas aquellas mujeres que deseen emprender a atreverse, a reconectar con su negocio, ser consciente de lo que las llevó a crear ese negocio y soñar en grande.

“Cuidarse a una misma como emprendedora es clave, alinearse a tus valores, y mi palabra favorita: atreverse, porque es el primer paso para emprender”, concluye.

República