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Terremoto 2012: Casas sobrevaloradas y atrasos

Redacción
12 de julio, 2014

El  pasado 7 de julio, habitantes del occidente del país,
sobre todo del departamento de San Marcos, como un dejá vu, revivieron lo
ocurrido en el terremoto que sacudió la zona hace un año y ocho meses. En el 2012, el terremoto tuvo una
magnitud de 7.4 grados Richter; los datos fueron alarmantes. Según un informe
de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), fueron 44 las víctimas mortales; 186 personas heridas; 7,310 casas con daño
severo; más de 29 mil evacuados y 3 millones de personas
afectadas directa o indirectamente.

En esa ocasión, toda la poblaciónvolteó la mirada al suroccidente del país y las autoridades decretaron estadode calamidad pública en los departamentos de San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango, Sololá, Quiché, Retalhuleu y Suchitepéquez. Dicho estado fue renovado 7 veces para ampliar su período de vigencia a más de 30 días. Esta figura legal permiterealizar compras y contrataciones por excepción (sin licitar ni cotizar). A la fecha, según datos oficiales,se ha invertido en la inconclusa reconstrucción más de mil millones de quetzales.
Para el diputado Orlando Blanco,el estado de calamidad que duró 7 meses posibilitó una serie de contratos porcompras y servicios sin permitir ser fiscalizados. Después de 19meses del terremoto, el avance real es de 60% en el proceso de reconstrucción,afirma. El parlamentario asegura queidentificaron que muchas de las compras realizadas no se utilizaron para atender laemergencia. Resalta que el Gobierno no tiene solvencia para solicitar otroestado de calamidad por el terremoto de este mes de julio, aunque reconoce que la gente tiene urgencia en laasistencia. Según Blanco, el estado de calamidad tenía un ‘candado’ que obligabaal Ministerio de Finanzas a abrir una ventana en su portal donde reportara el avance del gasto; sin embargo, no se cumplió.Por su parte, Jorge MarioHurtarte, Subcoordinador de reconstrucción y Subsecretario de la Secretaría deCoordinación Ejecutiva de la Presidencia (SCEP), asegura que el estado decalamidad ayudó  para agilizar losprocesos y, en la parte de transparencia, ‘se puede verificar todo en el portal deGuatecompras’.Pese a que el presidente OttoPérez Molina declaró que los trabajos de reconstrucción, que coordina laVicepresidenta Roxana Baldetti, concluirían en diciembre de 2013, Hurtartereconoce que no se ha avanzado según lo planificado. El funcionario asegura que una “reconstrucciónno es tan rápida” y que siguen trabajando, incluso con el nuevo sismo, porquelevantarán nuevamente inventario para determinar qué infraestructura afectada se daño más. Para el diputado por eldepartamento de San Marcos y presidente de la comisión de Reconstrucción, JulioCésar Longo, el proceso ‘es difícil de cumplir’. Según el parlamentario, la falta de comunicación e información hizo que surgieran nuevos beneficiarios que, por noser orientados correctamente, no fueron incluidos en los listados debeneficiarios del terremoto del 2012 para la reedificación de sus hogares, por loque el número de afectados crecerá.  Muchas han sido las críticas, sobre todo de pobladores locales, que indican que la ayuda ha tardado, aunque no pierden las esperanzas. Personas sin viviendas, que siguen en alberguesprovisionales; niños que reciben clases en galeras, salones comunitarios ocasas improvisadas porque sus escuelas no han sido reparadas; proyectos deagua potable pendientes en cabeceras municipales, donde los drenajes colapsaron; asícomo comisarías destruidas. Todo tiene atraso en su ejecución, luego de 19 mesesdel terremoto; y el reciente sismo aceleró el colapso de  lo que quedó dañado.¿Sobrevaloración millonaria en la reconstrucción de casas?Información oficial de la SCEP,sobre los avances y montos de ejecución para la reconstrucción de viviendas después del terremoto del 2012, indica que se ha invertido unos Q280.7 millones. El total de viviendas contratadas fueron 7,310; sinembargo, sólo se han reconstruido 4,929. Por lo tanto, faltan 2,381 por reconstruir.Las entidades encargadas fueron: el Ministerio de la Defensa, con un total de 2,319 casas; Ministerio deComunicaciones, 2,560; y el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), en liquidación. De las 2,431 que le correspondían a Fonapaz, solamente construyeron 50. Esta asignaciónpasó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides).Además, según la información proporcionada por la SCEP, se invirtióen materiales Q203.8 millones; en mano de obra, Q41.8 millones; y en transporte, Q35 millones.
Según informó Jorge Mario Hurtarte, subcoordinador de reconstrucción por la SCEP, el costo de laconstrucción de cada casa entregada es de Q40 mil. Sin embargo, de acuerdo a los datosproporcionados por la misma SCEP, el costo promedio de cada casa resulta ser más de Q46 mil. Ello significa un incremento de Q6 mil más del costo que indica Hurtarte. Resalta, de los datos proporcionados por la SCEP, que cada institución (Mindef, MCIV y Fonapaz) reporta un costo diferente por casa reconstruida.Al multiplicar ese diferencial entre el costo indicado por Hurtarte (Q40 mil) y el costo promedio reportado por cada ministerio (Q46 mil) se evidencia una posible sobrevaloración de Q6 mil por casa reconstruida. Sumando las casas que reconstruyeron ambos ministerios se evidencia una sobrevaloración de Q31.2 millones: Q14.8 por el Ministerio de la Defensa (invirtió un total de Q107.6 millones) y Q16.4 por el Ministerio de Comunicaciones (invirtió Q118.8 millones).   En el caso de Fonapaz, no se pudodeterminar ese diferencial debido a que los datos proporcionados por la SCEP están incompletos. Indican que lainversión total en materiales de las casas es de Q53.8 millones, perosolamente construyeron 50. No se puede determinar con exactitud cuánto seinvirtió en cada una. En el rubro de mano de obra se cuantifica Q425 mil y el costodel transporte se reporta en cero. 
Otro hecho que resalta es que las casas entregadas miden36 metros cuadrados, que se valoran en Q1,289 por metro cuadrado, cuando las mismas no incluye ningún acabado.  Para Hurtarte hubo un ahorro porque se compró directamente sin intermediarios, pero los datos proporcionados dan cifras de una sobrevaloración. El funcionario justifica el atraso debido a la liquidación de Fonapaz y el proceso de traslado de los fondos para el Mides.Sobre el tema, el ingeniero yanalista político Giovanni Tobar explica que más allá de los costos en los materiales se tenía que contar con una licencia de construcción, que las mismasmunicipalidades tenían que delegar a un profesional responsable de supervisarel tipo de construcción, así como contar con un diseño para soportar niveles permisibles en zonassísmicas. Tobar hace ver que setiene que ser mucho más estrictos, y el Colegio de Ingenieros debe actuar ypenalizar a los profesionales que permiten que las construcciones no seanseguras, porque “aquí no vale equivocarse, porque más que el costo económicohay vidas”, asegura.Sobre los Q35 millones invertidosen transporte, según lo reportado por la SCEP, Hurtarte indica que el material se concentró en la ciudad deGuatemala porque durante el plan piloto, cuando en un mes construyeron 45viviendas, se desabasteció el área de material de construcción. Esa aseveración la adversa Tobar, al indicar que es imposible que con ese número de viviendas segenere un desabastecimiento, sobre todo en la costa sur, tomando en cuenta eltamaño de las casas.Casas recién entregadas no soportaron el temblorVarias fueron las fotografías que circularon en la web y que provocaron indignación, sobre las casas recién construidas que se rajaron en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. El alcalde del lugar, Carlos Bautista, indica que se evidencia la mala calidad del material de las casas construidas por el Gobierno. Aunque reconoce que no fueron más de tres las que se rajaron en su municipio, que lo cataloga como un panorama desolador por la destrucción sufrida por partida doble.“La gente estaba construyendo supropia tumba”, dice el jefe edil, por el peligro que significa lo frágil de la construcción. Sin embargo, Hurtarteindica que aunque tengan un sistema antisísmico no quiere decir que no se puedadañar, sobre todo, si una falla pasa por el lugar, pero el funcionario enfatizaque a sus habitantes les da capacidad y “tiempo para salir”, al momento de untemblor.El ingeniero Tobar agrega queotro elemento que baja la calidad de la obra es la corrupción. “Es un secreto avoces que los niveles de comisiones que pasan por toda la cadena, eleva loscostos y también vulnera la calidad de la construcción”, enfatiza.Mas de 380 escuelas sin repararLa infraestructura escolar se viomuy afectada por el terremoto; 482 edificios fueron evaluados con daños dedistintas magnitudes. Según información de la SCEP, se han reparado 38escuelas del proyecto de la Organización de Padres de Familia (OPF), con unainversión de Q1.2 millones. De éstas, 31 en San Marcos. Además, 63 escuelas queejecuta la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE), con una inversión de Q315.9 millones de un préstamo con el Banco Interamericano deDesarrollo (BID), reportan un avance físico del 34%. El datooficial también detalla que faltan por construir o reparar 381 escuelas, que todavía seencuentran en la etapa de ‘aprobación de contrato’ o de ‘preparación de oferta’ y ‘planificación’.Hurtarte justifica el atraso enla construcción de escuelas argumentando que muchos edificios estánconstruidos en terrenos privados que fueron donados; por lo tanto, el Estado nopuede construir mientras no se solvente legalmente la situación.Casi un centenar de menores sin escuelaUn ejemplo del drama que vivenmiles de niños en la zona afectada por el terremoto del 2012 y el reciente sismo es laescuela Doctor Francisco Asturias, del Municipio La Reforma, San Marcos. Ellistado de evaluación de daños, luego del terremoto del 2012, detalla el “agrietamiento demuros, columnas y piso, así como destrucción de losa”. Varias instituciones llegaron asupervisar y tomar fotografías, indica la directora de plantel, Odilia López. Incluso el presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti hicieron un recorrido después del terremoto, “pero nunca se hizo nada”,dice. Mientras algo ocurría, el sismo del pasado 7 de julio terminó con las esperanzas de 711niños y niñas matriculados en dicho establecimiento. Un módulo con seis aulasquedaron inservibles y tienen que ser demolidos. Los vecinos incluso temen quela construcción caiga sobre sus viviendas. Ante la falta de accionar delEstado, los maestros han solicitado ayuda a los vecinos para improvisaraulas en las casas, debido a que la escuela es inhabitable. Después del terremoto del 2012 estuvieron varios meses en el salón municipal, lugar que sin duda losvolverá albergar y a hacinar.Sobre el tema de los centroseducativos, el alcalde de San Pedro, San Marcos, Carlos Bautista, indica que sumunicipio fue uno de los más afectados, y hay niños que desde el terremotoreciben clases en galeras y casas improvisadas. Esto lo corrobora el listado deestablecimientos evaluados: 51 establecimientos sufrierondaños (incluye aldeas y caseríos). Bautista enfatiza que las escuelas las tieneque reconstruir el Gobierno porque la municipalidad no tiene la capacidadeconómica. Comenta que ha recibido ayuda de la iniciativa privada, que haapoyado en la reconstrucción de varios establecimientos y pone de ejemplo laEscuela Experimental de San Pedro.Más pendientes: Comisarías, centros asistencialesy servicios de agua potableDiez comisarías resultaron con daños en su infraestructura con el terremoto del 2012: 3en San Marcos, igual número enQuetzaltenango y Suchitepéquez, así como una en Retalhuleu. Según datos de la SCEP, se invierte Q179.2 millonesdel presupuesto de Gobernación y falta el 33% de construcción. El jefe edil de San Pedro, SanMarcos, indica que la construcción de la comisaría en su municipio se inició desde el 2012. Sin embargo, la burocracia ha hecho que falte aún el 30% para concluir la obra. Hace ver que lamunicipalidad donó un terreno grande para tener un edificio bonito y esperaque en el 2015 se concluya.Enel área de salud también se reportan atrasos. En ese rubro se invierten 184.1 millones en hospitales, centros y puestos de salud queresultaron dañados. Según los datos oficiales, 47 son las obras. De éstas, 37son ejecutadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), con una inversión de Q39.7 millones y un 99% de ejecución; 10 proyectoscon presupuesto de Q91.6 millones financiados por el BID, a los que falta el 38% de ejecución. En equipamientofueron concluidos los 11 proyectos, con una inversión de Q52.7 millones. El subsecretario de la SCEP indica quehay hospitales que resultaron con daños, que fueron construidos hace 50 años yno habían tenido inversión. Hace ver que el equipamiento ya está en 100% deejecución y se equiparon quirófanos, entre otros. Hay que recordar que la únicavíctima mortal del reciente sismo fueun recién nacido que le cayó encima el techo, cuando se encontraba interno enel hospital de San Marcos.En cuanto al servicio de aguapotable, se proyectó 154 proyectos y 33 rehabilitaciones. Además, 13 proyectosrurales ya están terminados en un 100%, con una inversión de Q6.8 millones. Sinembargo, el proyecto más grande, con inversión de Q167.3 millones, todavía seencuentra ‘en planificación”. Se trata de 6 proyectos de cambio de tubería decabeceras municipales en San Marcos. Uno de ellos es en San Pedro, dondela red de distribución colapsó, dice su alcalde Carlos Bautista. Acepta quehicieron lo posible por repararlo, pero las tuberías son muy viejas, argumenta.Según Bautista se va a financiar con un préstamo del BID, del cual ya se acumulan intereses, pero por papeleola obra iniciará hasta el 2015.

Terremoto 2012: Casas sobrevaloradas y atrasos

Redacción
12 de julio, 2014

El  pasado 7 de julio, habitantes del occidente del país,
sobre todo del departamento de San Marcos, como un dejá vu, revivieron lo
ocurrido en el terremoto que sacudió la zona hace un año y ocho meses. En el 2012, el terremoto tuvo una
magnitud de 7.4 grados Richter; los datos fueron alarmantes. Según un informe
de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), fueron 44 las víctimas mortales; 186 personas heridas; 7,310 casas con daño
severo; más de 29 mil evacuados y 3 millones de personas
afectadas directa o indirectamente.

En esa ocasión, toda la poblaciónvolteó la mirada al suroccidente del país y las autoridades decretaron estadode calamidad pública en los departamentos de San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango, Sololá, Quiché, Retalhuleu y Suchitepéquez. Dicho estado fue renovado 7 veces para ampliar su período de vigencia a más de 30 días. Esta figura legal permiterealizar compras y contrataciones por excepción (sin licitar ni cotizar). A la fecha, según datos oficiales,se ha invertido en la inconclusa reconstrucción más de mil millones de quetzales.
Para el diputado Orlando Blanco,el estado de calamidad que duró 7 meses posibilitó una serie de contratos porcompras y servicios sin permitir ser fiscalizados. Después de 19meses del terremoto, el avance real es de 60% en el proceso de reconstrucción,afirma. El parlamentario asegura queidentificaron que muchas de las compras realizadas no se utilizaron para atender laemergencia. Resalta que el Gobierno no tiene solvencia para solicitar otroestado de calamidad por el terremoto de este mes de julio, aunque reconoce que la gente tiene urgencia en laasistencia. Según Blanco, el estado de calamidad tenía un ‘candado’ que obligabaal Ministerio de Finanzas a abrir una ventana en su portal donde reportara el avance del gasto; sin embargo, no se cumplió.Por su parte, Jorge MarioHurtarte, Subcoordinador de reconstrucción y Subsecretario de la Secretaría deCoordinación Ejecutiva de la Presidencia (SCEP), asegura que el estado decalamidad ayudó  para agilizar losprocesos y, en la parte de transparencia, ‘se puede verificar todo en el portal deGuatecompras’.Pese a que el presidente OttoPérez Molina declaró que los trabajos de reconstrucción, que coordina laVicepresidenta Roxana Baldetti, concluirían en diciembre de 2013, Hurtartereconoce que no se ha avanzado según lo planificado. El funcionario asegura que una “reconstrucciónno es tan rápida” y que siguen trabajando, incluso con el nuevo sismo, porquelevantarán nuevamente inventario para determinar qué infraestructura afectada se daño más. Para el diputado por eldepartamento de San Marcos y presidente de la comisión de Reconstrucción, JulioCésar Longo, el proceso ‘es difícil de cumplir’. Según el parlamentario, la falta de comunicación e información hizo que surgieran nuevos beneficiarios que, por noser orientados correctamente, no fueron incluidos en los listados debeneficiarios del terremoto del 2012 para la reedificación de sus hogares, por loque el número de afectados crecerá.  Muchas han sido las críticas, sobre todo de pobladores locales, que indican que la ayuda ha tardado, aunque no pierden las esperanzas. Personas sin viviendas, que siguen en alberguesprovisionales; niños que reciben clases en galeras, salones comunitarios ocasas improvisadas porque sus escuelas no han sido reparadas; proyectos deagua potable pendientes en cabeceras municipales, donde los drenajes colapsaron; asícomo comisarías destruidas. Todo tiene atraso en su ejecución, luego de 19 mesesdel terremoto; y el reciente sismo aceleró el colapso de  lo que quedó dañado.¿Sobrevaloración millonaria en la reconstrucción de casas?Información oficial de la SCEP,sobre los avances y montos de ejecución para la reconstrucción de viviendas después del terremoto del 2012, indica que se ha invertido unos Q280.7 millones. El total de viviendas contratadas fueron 7,310; sinembargo, sólo se han reconstruido 4,929. Por lo tanto, faltan 2,381 por reconstruir.Las entidades encargadas fueron: el Ministerio de la Defensa, con un total de 2,319 casas; Ministerio deComunicaciones, 2,560; y el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), en liquidación. De las 2,431 que le correspondían a Fonapaz, solamente construyeron 50. Esta asignaciónpasó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides).Además, según la información proporcionada por la SCEP, se invirtióen materiales Q203.8 millones; en mano de obra, Q41.8 millones; y en transporte, Q35 millones.
Según informó Jorge Mario Hurtarte, subcoordinador de reconstrucción por la SCEP, el costo de laconstrucción de cada casa entregada es de Q40 mil. Sin embargo, de acuerdo a los datosproporcionados por la misma SCEP, el costo promedio de cada casa resulta ser más de Q46 mil. Ello significa un incremento de Q6 mil más del costo que indica Hurtarte. Resalta, de los datos proporcionados por la SCEP, que cada institución (Mindef, MCIV y Fonapaz) reporta un costo diferente por casa reconstruida.Al multiplicar ese diferencial entre el costo indicado por Hurtarte (Q40 mil) y el costo promedio reportado por cada ministerio (Q46 mil) se evidencia una posible sobrevaloración de Q6 mil por casa reconstruida. Sumando las casas que reconstruyeron ambos ministerios se evidencia una sobrevaloración de Q31.2 millones: Q14.8 por el Ministerio de la Defensa (invirtió un total de Q107.6 millones) y Q16.4 por el Ministerio de Comunicaciones (invirtió Q118.8 millones).   En el caso de Fonapaz, no se pudodeterminar ese diferencial debido a que los datos proporcionados por la SCEP están incompletos. Indican que lainversión total en materiales de las casas es de Q53.8 millones, perosolamente construyeron 50. No se puede determinar con exactitud cuánto seinvirtió en cada una. En el rubro de mano de obra se cuantifica Q425 mil y el costodel transporte se reporta en cero. 
Otro hecho que resalta es que las casas entregadas miden36 metros cuadrados, que se valoran en Q1,289 por metro cuadrado, cuando las mismas no incluye ningún acabado.  Para Hurtarte hubo un ahorro porque se compró directamente sin intermediarios, pero los datos proporcionados dan cifras de una sobrevaloración. El funcionario justifica el atraso debido a la liquidación de Fonapaz y el proceso de traslado de los fondos para el Mides.Sobre el tema, el ingeniero yanalista político Giovanni Tobar explica que más allá de los costos en los materiales se tenía que contar con una licencia de construcción, que las mismasmunicipalidades tenían que delegar a un profesional responsable de supervisarel tipo de construcción, así como contar con un diseño para soportar niveles permisibles en zonassísmicas. Tobar hace ver que setiene que ser mucho más estrictos, y el Colegio de Ingenieros debe actuar ypenalizar a los profesionales que permiten que las construcciones no seanseguras, porque “aquí no vale equivocarse, porque más que el costo económicohay vidas”, asegura.Sobre los Q35 millones invertidosen transporte, según lo reportado por la SCEP, Hurtarte indica que el material se concentró en la ciudad deGuatemala porque durante el plan piloto, cuando en un mes construyeron 45viviendas, se desabasteció el área de material de construcción. Esa aseveración la adversa Tobar, al indicar que es imposible que con ese número de viviendas segenere un desabastecimiento, sobre todo en la costa sur, tomando en cuenta eltamaño de las casas.Casas recién entregadas no soportaron el temblorVarias fueron las fotografías que circularon en la web y que provocaron indignación, sobre las casas recién construidas que se rajaron en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. El alcalde del lugar, Carlos Bautista, indica que se evidencia la mala calidad del material de las casas construidas por el Gobierno. Aunque reconoce que no fueron más de tres las que se rajaron en su municipio, que lo cataloga como un panorama desolador por la destrucción sufrida por partida doble.“La gente estaba construyendo supropia tumba”, dice el jefe edil, por el peligro que significa lo frágil de la construcción. Sin embargo, Hurtarteindica que aunque tengan un sistema antisísmico no quiere decir que no se puedadañar, sobre todo, si una falla pasa por el lugar, pero el funcionario enfatizaque a sus habitantes les da capacidad y “tiempo para salir”, al momento de untemblor.El ingeniero Tobar agrega queotro elemento que baja la calidad de la obra es la corrupción. “Es un secreto avoces que los niveles de comisiones que pasan por toda la cadena, eleva loscostos y también vulnera la calidad de la construcción”, enfatiza.Mas de 380 escuelas sin repararLa infraestructura escolar se viomuy afectada por el terremoto; 482 edificios fueron evaluados con daños dedistintas magnitudes. Según información de la SCEP, se han reparado 38escuelas del proyecto de la Organización de Padres de Familia (OPF), con unainversión de Q1.2 millones. De éstas, 31 en San Marcos. Además, 63 escuelas queejecuta la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE), con una inversión de Q315.9 millones de un préstamo con el Banco Interamericano deDesarrollo (BID), reportan un avance físico del 34%. El datooficial también detalla que faltan por construir o reparar 381 escuelas, que todavía seencuentran en la etapa de ‘aprobación de contrato’ o de ‘preparación de oferta’ y ‘planificación’.Hurtarte justifica el atraso enla construcción de escuelas argumentando que muchos edificios estánconstruidos en terrenos privados que fueron donados; por lo tanto, el Estado nopuede construir mientras no se solvente legalmente la situación.Casi un centenar de menores sin escuelaUn ejemplo del drama que vivenmiles de niños en la zona afectada por el terremoto del 2012 y el reciente sismo es laescuela Doctor Francisco Asturias, del Municipio La Reforma, San Marcos. Ellistado de evaluación de daños, luego del terremoto del 2012, detalla el “agrietamiento demuros, columnas y piso, así como destrucción de losa”. Varias instituciones llegaron asupervisar y tomar fotografías, indica la directora de plantel, Odilia López. Incluso el presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti hicieron un recorrido después del terremoto, “pero nunca se hizo nada”,dice. Mientras algo ocurría, el sismo del pasado 7 de julio terminó con las esperanzas de 711niños y niñas matriculados en dicho establecimiento. Un módulo con seis aulasquedaron inservibles y tienen que ser demolidos. Los vecinos incluso temen quela construcción caiga sobre sus viviendas. Ante la falta de accionar delEstado, los maestros han solicitado ayuda a los vecinos para improvisaraulas en las casas, debido a que la escuela es inhabitable. Después del terremoto del 2012 estuvieron varios meses en el salón municipal, lugar que sin duda losvolverá albergar y a hacinar.Sobre el tema de los centroseducativos, el alcalde de San Pedro, San Marcos, Carlos Bautista, indica que sumunicipio fue uno de los más afectados, y hay niños que desde el terremotoreciben clases en galeras y casas improvisadas. Esto lo corrobora el listado deestablecimientos evaluados: 51 establecimientos sufrierondaños (incluye aldeas y caseríos). Bautista enfatiza que las escuelas las tieneque reconstruir el Gobierno porque la municipalidad no tiene la capacidadeconómica. Comenta que ha recibido ayuda de la iniciativa privada, que haapoyado en la reconstrucción de varios establecimientos y pone de ejemplo laEscuela Experimental de San Pedro.Más pendientes: Comisarías, centros asistencialesy servicios de agua potableDiez comisarías resultaron con daños en su infraestructura con el terremoto del 2012: 3en San Marcos, igual número enQuetzaltenango y Suchitepéquez, así como una en Retalhuleu. Según datos de la SCEP, se invierte Q179.2 millonesdel presupuesto de Gobernación y falta el 33% de construcción. El jefe edil de San Pedro, SanMarcos, indica que la construcción de la comisaría en su municipio se inició desde el 2012. Sin embargo, la burocracia ha hecho que falte aún el 30% para concluir la obra. Hace ver que lamunicipalidad donó un terreno grande para tener un edificio bonito y esperaque en el 2015 se concluya.Enel área de salud también se reportan atrasos. En ese rubro se invierten 184.1 millones en hospitales, centros y puestos de salud queresultaron dañados. Según los datos oficiales, 47 son las obras. De éstas, 37son ejecutadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), con una inversión de Q39.7 millones y un 99% de ejecución; 10 proyectoscon presupuesto de Q91.6 millones financiados por el BID, a los que falta el 38% de ejecución. En equipamientofueron concluidos los 11 proyectos, con una inversión de Q52.7 millones. El subsecretario de la SCEP indica quehay hospitales que resultaron con daños, que fueron construidos hace 50 años yno habían tenido inversión. Hace ver que el equipamiento ya está en 100% deejecución y se equiparon quirófanos, entre otros. Hay que recordar que la únicavíctima mortal del reciente sismo fueun recién nacido que le cayó encima el techo, cuando se encontraba interno enel hospital de San Marcos.En cuanto al servicio de aguapotable, se proyectó 154 proyectos y 33 rehabilitaciones. Además, 13 proyectosrurales ya están terminados en un 100%, con una inversión de Q6.8 millones. Sinembargo, el proyecto más grande, con inversión de Q167.3 millones, todavía seencuentra ‘en planificación”. Se trata de 6 proyectos de cambio de tubería decabeceras municipales en San Marcos. Uno de ellos es en San Pedro, dondela red de distribución colapsó, dice su alcalde Carlos Bautista. Acepta quehicieron lo posible por repararlo, pero las tuberías son muy viejas, argumenta.Según Bautista se va a financiar con un préstamo del BID, del cual ya se acumulan intereses, pero por papeleola obra iniciará hasta el 2015.