La Ventana de los Mil Días, un componente esencial del Pacto Hambre Cero para combatir la desnutrición crónica en Guatemala, parece empezar a cerrarse. El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) decidió cancelar 220 contratos a 18 Organizaciones no Gubernamentales (ONG) encargadas de brindar los servicios de extensión de cobertura de servicios de salud en el interior del país en 2 mil 300 centros de convergencia, lugares donde el Estado ha sido incapaz de prestar ese servicio. 

Aunque se había posicionado como una política prioritaria de la actual administración, que se autoimpuso la meta de reducir en un 10% la desnutrición crónica durante la administración de Otto Pérez Molina, ahora se tambalea ante tal decisión. Las contrapartes del Gobierno en el Pacto Hambre Cero (sector privado y organizaciones sociales) muestran su preocupación por la incapacidad del Gobierno de brindar la cobertura necesaria a nivel nacional y, aún así, rescindir los contratos a aquellas organizaciones que cubrían esa deficiencia. 

Esa decisión tendrá una incidencia directa en el combate de la desnutrición en un momento crítico en la vida de un infante, por la carencia de acceso a los servicios de salud: los primeros mil días de vida, que abarca desde su concepción (mujeres embarazadas) hasta los primeros dos años.

“Si cancelan los contratos, el 70% de las actividades de la Ventana de los Mil Días se mueren porque las cubrimos las ONG y ellos (el Ministerio) tendrían una cobertura sólo del 30%”, asegura Abilio Vicente López, presidente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Extensión de Cobertura (CONEC). 

Por la suspensión de los prestadores del servicio de salud, más de 2.6 millones de personas, entre ellos niños menores de 5 años y mujeres embarazadas, no recibirán atención médica a partir del 1 de agosto. Los 1,200 centros de comunitarios de salud cerrarán sus puertas y dejarán de entregar insumos como Vitacereal, zinc, Chispitas nutritivas y vitaminas prenatales, entre otros, según CONEC. 

“Esta es una gran desventaja para la proveeduría de las acciones de la Ventana de los Mil Días”, según Juan Carlos Zapata, director de la Fundación para el Desarrollo (FUNDESA), porque estas organizaciones son muy importantes para la atención primaria de los niños y mujeres”. Según Zapata, es urgente que el Ministerio de Salud informe cómo sustituirá a las organizaciones para no dejar sin atención médica a muchas personas. 

El presidente Pérez Molina ha afirmado que se mantiene la decisión de cancelar los contratos a las 18 organizaciones ONG´s ‘porque se verificó en el terreno que no estaban prestando los servicios en las comunidades más lejanas”. Según el funcionario, el ahorro monetario que se obtendrá será utilizado para comprar medicamentos y el trabajo que hacían las organizaciones será ‘apoyado con los servicios de los doctores cubanos, quienes serán los que cubran todos los sectores’. 

Según CONEC, el monitoreo al Programa de Extensión de Cobertura realizado por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) es incorrecto porque reportaba que las ONG´s no contaban con los insumos necesarios para brindar la atención a los pacientes, pero no explicaba que el desabastecimiento se debía a que el Ministerio de Salud no había asignado los recurso para adquirirlos. La Coordinadora explica que problema surge por la mala coordinación logística y la burocracia en los procesos financieros de desembolso de la cartera de Salud, que atrasan el trabajo de las ONG´s. ‘Ese fue el pretexto para rescindir los contratos’, afirma Abilio López de CONEC. 

William Sandoval, viceministro administrativo de Salud, reconoció que esa institución no cuenta con los recursos necesarios ‘por la poca recaudación tributaria‘. Asimismo, comentó que, anticipándose a la problemática, en el Ministerio se trabajó un plan para la readecuación y sustitución. Sin embargo, al consultarlo sobre el, éste no supo como funcionaría.

El Programa de Extensión de Cobertura de salud (PEC) solicitó un presupuesto de Q415 millones a inicios del 2014, con el objetivo de contar con los recursos para atender a 4.5 millones de personas. Esto lo haría en regiones donde el Ministerio no tiene la capacidad de llegar. En el interior del país la cartera de Salud brinda atención a un 17% de la población, mientras que las ONG atienden un 32%. 

Sin embargo, por las readecuaciones y procesos administrativos del MSPAS, el presupuesto actual del Programa es de Q275 millones. De esta cantidad, solamente les han entregado Q83 millones a las 65 organizaciones. Estos recursos financieros han servido de enero a la fecha. 

El PEC no cuenta con una partida presupuestaria propia, según Hugo Morán, presidente de la Comisión Parlamentaria del Frente Contra el Hambre, lo que dificulta la recepción de los fondos. El Ministerio de Salud debe readecuar el presupuesto y en lugar que los fondos aumenten, éstos disminuyen, aseguró.
Además, agregó que en el 2012 fue el único año donde hubo un monto fijo de Q194 millones; luego en el 2013 hubo un aumento a Q350 millones; y este año hubo una disminución de Q75 millones. ‘Es preocupante por que las acciones del Gobierno son contrarias a las que anuncia, sobre todo el Pacto Hambre Cero‘, afirma el parlamentario. 

Para evitar problemas futuros se recomienda monitorear las acciones de las organizaciones no gubernamentales. Es por ello que FUNDESA propone implementar una página en los portales de Gobierno donde se publique toda la información de estas instituciones y se conozcan los desembolsos y su ejecución. Asimismo, serviría para conocer los avances de ejecución presupuestaria.