En la actualidad muchas personas han dejado de creer en el amor. Es común escuchar frases como: “mejor solo que mal acompañado”, “mejor lo casual” o “todos o todas son iguales”.
Según expertos, son muchos los factores que hacen que las personas dejen de creer en el amor. Sin embargo, hay historias que nos enseñan que el verdadero amor aún existe.
Historias únicas, diferentes, incomparables y en ocasiones conmovedoras como la de Eva Sazo de 77 años y Carlos Méndez de 84 años. Una pareja de guatemaltecos que lleva 58 años de casados y cuya historia nos hace reflexionar sobre el verdadero sentido del matrimonio.
Un gran amor
Es cierto que todas las relaciones evolucionan de diferentes formas, de acuerdo a las personalidades e intereses de cada uno.
Sin embargo, en general hay “cosas en común” que son las que permiten construir una unión sólida, llena de amor y respeto.
Eva y Carlos se conocieron muy jóvenes. Ella tenía 15 años y él 23. Ambos disfrutan de la plenitud de un matrimonio estable. Coinciden en que no existe una receta o instrucción para forjar una relación duradera.
Eva: “Nos enamoramos muy jóvenes, teníamos la edad en la que uno se apasiona y se entrega. Ni siquiera pensábamos en casarnos, estábamos muy enamorados.”
Para Eva eso fue un buen comienzo, luego de conocerse descubrieron que tenían muchas cosas en común, entre ellas su gusto por la lectura.
Eva: “Es un chiste que cuando mi esposo llegó a mi casa y vió la biblioteca, se enamoró más de la biblioteca que de mí.”
Pero eso no fue lo único en lo que coincidieron. Ambos compartían ideologías políticas, principios, valores, metas y sueños, entre otras cosas.
Un amor invencible
Sin duda, las parejas que están más unidas en momentos difíciles o estresantes se sienten mejor y más satisfechas con su relación.
Eva y Carlos han vivido experiencias únicas, pero también duras, que en lugar de separarlos los han mantenido unidos.
Eva: “Soy sobreviviente de cáncer y él estuvo a mi lado en las quimioterapias, radioterapias y cirugías.”
Ellos se han dado apoyo uno al otro en momentos difíciles demostrando que la unión hace la fuerza.
Lo principal en su matrimonio ha sido la paciencia, la capacidad de reconciliarse ante cualquier discusión.
Pero también han puesto en práctica la comprensión, el manejo de sus emociones y el trabajo en equipo.
Carlos: “Nos enojamos pero al final puede más la comprensión y la comunicación.” Eva: “Nuestros hijos dicen que somos ‘Los Melaza’.”
Una relación maravillosa
La personalidad de Eva y Carlos es muy diferente, ella se considera más sociable, él es más reservado, sin embargo, para ellos su relación es maravillosa.
Han estado juntos en cada momento importante de desarrollo personal y profesional.
Él le ha acompañado a ella en actividades que van desde un Baby Shower hasta un pésame y ella le ha acompañado a él en viajes importantes.
Eva: “Es alegre encontrar a una persona con la que uno pueda compartir gustos y sueños. Carlos: “Caminamos juntos ante cualquier circunstancia y eso nos ayuda”.
Es cierto que todas las relaciones evolucionan de diferentes formas, de acuerdo a las personalidades e intereses de cada uno. Pero la relación de Eva y Carlos nos demuestra que se puede lograr una relación estable, duradera, pero sobretodo feliz.
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En la actualidad muchas personas han dejado de creer en el amor. Es común escuchar frases como: “mejor solo que mal acompañado”, “mejor lo casual” o “todos o todas son iguales”.
Según expertos, son muchos los factores que hacen que las personas dejen de creer en el amor. Sin embargo, hay historias que nos enseñan que el verdadero amor aún existe.
Historias únicas, diferentes, incomparables y en ocasiones conmovedoras como la de Eva Sazo de 77 años y Carlos Méndez de 84 años. Una pareja de guatemaltecos que lleva 58 años de casados y cuya historia nos hace reflexionar sobre el verdadero sentido del matrimonio.
Un gran amor
Es cierto que todas las relaciones evolucionan de diferentes formas, de acuerdo a las personalidades e intereses de cada uno.
Sin embargo, en general hay “cosas en común” que son las que permiten construir una unión sólida, llena de amor y respeto.
Eva y Carlos se conocieron muy jóvenes. Ella tenía 15 años y él 23. Ambos disfrutan de la plenitud de un matrimonio estable. Coinciden en que no existe una receta o instrucción para forjar una relación duradera.
Eva: “Nos enamoramos muy jóvenes, teníamos la edad en la que uno se apasiona y se entrega. Ni siquiera pensábamos en casarnos, estábamos muy enamorados.”
Para Eva eso fue un buen comienzo, luego de conocerse descubrieron que tenían muchas cosas en común, entre ellas su gusto por la lectura.
Eva: “Es un chiste que cuando mi esposo llegó a mi casa y vió la biblioteca, se enamoró más de la biblioteca que de mí.”
Pero eso no fue lo único en lo que coincidieron. Ambos compartían ideologías políticas, principios, valores, metas y sueños, entre otras cosas.
Un amor invencible
Sin duda, las parejas que están más unidas en momentos difíciles o estresantes se sienten mejor y más satisfechas con su relación.
Eva y Carlos han vivido experiencias únicas, pero también duras, que en lugar de separarlos los han mantenido unidos.
Eva: “Soy sobreviviente de cáncer y él estuvo a mi lado en las quimioterapias, radioterapias y cirugías.”
Ellos se han dado apoyo uno al otro en momentos difíciles demostrando que la unión hace la fuerza.
Lo principal en su matrimonio ha sido la paciencia, la capacidad de reconciliarse ante cualquier discusión.
Pero también han puesto en práctica la comprensión, el manejo de sus emociones y el trabajo en equipo.
Carlos: “Nos enojamos pero al final puede más la comprensión y la comunicación.” Eva: “Nuestros hijos dicen que somos ‘Los Melaza’.”
Una relación maravillosa
La personalidad de Eva y Carlos es muy diferente, ella se considera más sociable, él es más reservado, sin embargo, para ellos su relación es maravillosa.
Han estado juntos en cada momento importante de desarrollo personal y profesional.
Él le ha acompañado a ella en actividades que van desde un Baby Shower hasta un pésame y ella le ha acompañado a él en viajes importantes.
Eva: “Es alegre encontrar a una persona con la que uno pueda compartir gustos y sueños. Carlos: “Caminamos juntos ante cualquier circunstancia y eso nos ayuda”.
Es cierto que todas las relaciones evolucionan de diferentes formas, de acuerdo a las personalidades e intereses de cada uno. Pero la relación de Eva y Carlos nos demuestra que se puede lograr una relación estable, duradera, pero sobretodo feliz.