Pilotos y ayudantes de las rutas 36 y 37 continuarán con el paro de buses porque están siendo amenazados por pandilleros al negarse a pagar la extorsión, por lo que temen por su vida, según indicaron. La medida ha afectado durante tres días a los usuarios de ese transporte colectivo porque tienen dificultad para movilizarse.

Han tenido que utilizar transporte improvisado, como picops y taxis, para llegar a sus destinos lo que les representa elevados costos, indican los afectados.

Los conductores aseguran que no reanudarán el servicio hasta que las autoridades resuelvan la situación, ya que temen ataques en su contra por no pagar las extorsiones. En tanto, patrullas de la Policía Nacional Civil (PNC) y buses de la Municipalidad capitalina han transportado a los usuarios; sin embargo, no han sido suficientes para movilizar todos los vecinos de las colonias Amparo, Bethania y Granizo, zona 7.