La iniciativa de una migrante guatemalteca permitirá conseguir fondos para la casa hogar San José La Montaña ubicado en la zona 2 de la ciudad.
Se trata de una ex interna del lugar, quien vivió en carne propia una especie de abandono familiar pero encontró en el centro educativo los conocimientos necesarios para salir adelante en la vida, según su testimonio.
El lugar está destinado a la atención integral de niños y jóvenes pero tiene escasos recursos económicos. Los ideales con los cuales fue concebida la institución son proteger y servir a aquellos que están en desventaja por duras circunstancias y para evitar que se queden sin hogar.
El perfil de los estudiantes son niñas provenientes de hogares, de escasos recursos económicos, comprendidas en las edades de 3 a 18 años de edad, niñas hijas de madres solteras, niñas hijas de padres solteros por viudas, niñas huérfanas de padre y/o madre así como niñas con buen estado de salud física y mental.
Entre las necesidades para este 2016, las monjas necesitan el apadrinamiento de 25 niñas en situación de extrema pobreza; Q5 mil anuales para pago de inscripción, colegiatura mensual y bus escolar; reparación de trece duchas, la compra de 70 sillas de comedor, diez persianas para los dormitorios de las niñas y la reparación de 13 duchas.
Ahora, más de cuatro décadas después, la migrante Ingrid Osorio Méndez decidió regresar con una idea que permita conseguir fondos en Fontana, California, Estados Unidos, ya que el centro no cuenta con recursos y las familias de las niñas que ahí viven están en pobreza y abandono.
El evento benéfico será el próximo 9 de abril, lugar en donde se prevé llevar a cabo una degustación de vinos, entretenimiento y otros aperitivos.
La iniciativa de una migrante guatemalteca permitirá conseguir fondos para la casa hogar San José La Montaña ubicado en la zona 2 de la ciudad.
Se trata de una ex interna del lugar, quien vivió en carne propia una especie de abandono familiar pero encontró en el centro educativo los conocimientos necesarios para salir adelante en la vida, según su testimonio.
El lugar está destinado a la atención integral de niños y jóvenes pero tiene escasos recursos económicos. Los ideales con los cuales fue concebida la institución son proteger y servir a aquellos que están en desventaja por duras circunstancias y para evitar que se queden sin hogar.
El perfil de los estudiantes son niñas provenientes de hogares, de escasos recursos económicos, comprendidas en las edades de 3 a 18 años de edad, niñas hijas de madres solteras, niñas hijas de padres solteros por viudas, niñas huérfanas de padre y/o madre así como niñas con buen estado de salud física y mental.
Entre las necesidades para este 2016, las monjas necesitan el apadrinamiento de 25 niñas en situación de extrema pobreza; Q5 mil anuales para pago de inscripción, colegiatura mensual y bus escolar; reparación de trece duchas, la compra de 70 sillas de comedor, diez persianas para los dormitorios de las niñas y la reparación de 13 duchas.
Ahora, más de cuatro décadas después, la migrante Ingrid Osorio Méndez decidió regresar con una idea que permita conseguir fondos en Fontana, California, Estados Unidos, ya que el centro no cuenta con recursos y las familias de las niñas que ahí viven están en pobreza y abandono.
El evento benéfico será el próximo 9 de abril, lugar en donde se prevé llevar a cabo una degustación de vinos, entretenimiento y otros aperitivos.