Organizaciones nacionales e internacionales instaron a la población guatemalteca y empresas a unirse al esfuerzo de rescatar a 9 mil 902 niños con desnutrición aguda, que del 7 al 13 de mayo de 2023 hay en todo el país. 

Gabriela Lima, gerente de incidencia de World Vision Guatemala, informó que aunque el foco en la actualidad está en Alta Verapaz, por las seis muertes de menores por desnutrición aguda y dos más en el departamento de Guatemala, otros municipios puntean con el mayor número de casos registrados de desnutrición en menores de cinco años de edad, como lo es Escuintla. 

Los fallecidos se reportaron en Panzós, Alta Verapaz, con dos muertes; uno en Cobán; uno en Chisec; uno en Tamahú; uno en Senahú y uno en Tucurú, en el mismo departamento. También uno en San Pedro Ayampuc y otro más en San José Pinula. 

El sistema de seguridad alimentaria de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia (SESAN), revela que hasta la referida semana epidemiológica, además de Escuintla, los otros municipios con mayor riesgo de desnutrición aguda severa son Izabal, Escuintla y Guatemala Sur.

Asimismo, que los 9 mil 902 casos a nivel nacional representan un incremento de 43% con respecto al mismo período en 2022. Solo en Alta Verapaz se contabilizan 891 casos de desnutrición aguda en menores de cinco años. 

Lima aclaró que aunque se habló de un subregistro, aunque no intencionado, reconoció que el barrido desnutricional hecho por el Ejército de Guatemala e ingresar a los lugares más lejanos permitió tener un contexto más claro de la situación. 

Entre las posibles causas de la invisibilización de los casos de desnutrición aguda en Alta Verapaz es la lejanía de los lugares, las tormentas Eta e Iota que destruyeron cosechas y el fenómeno del Niño (sequía) "impidiendo a la población vulnerable a recuperar su producción alimentaria", dijo Lima. 

Necesidades y la práctica de estrategias 

Carolina Coloma, directora ejecutiva de La Fundación de Especialidades Materno Infantil (Fundaemi), mencionó que la alerta que levantó todas las banderas en Panzós, ocasionó la movilización de varias organizaciones y el sector privado, para evitar muertes. 

A partir de entonces,  una mesa técnica en la que participan junto con World Vision, Plan Internacional, ChildFund, United Way y la fundación Castillo Córdova, "con el fin de tener insumos una metodología similar para uniformizar procedimientos y tener los mismos metrajes, nutrientes y tiempo de intervención, lo que aún afinan", dijo Coloma.

Lima insistió en que la urgencia de pasar de la programación a la práctica o implementación "porque allí es donde vemos la problemática", aseguró.  

"Tenemos leyes, presupuesto, estrategias y protocolos que son burocráticos y no ágiles para simplificar los procesos que mejoran las condiciones de las familias", agregó.

Dio como ejemplo el niño que se recupera, pero al retornar a su hogar vuelve a las mismas condiciones y al poco tiempo vuelve a ingresar al sistema. "Hay que evaluar qué tan efectivos somos en el campo", insistió.

Aclaró que la acción a corto plazo es entrega de bolsas de nutrientes y que ayudará para un par de mesas, no obstante, el apoyo debe ser a mediano y largo plazo.

"No solo se trata de asistencia alimentaria, sino un esfuerzo colectivo para rescatar a los niños desnutridos como entregando semillas de zanahorias, pilones, o filtros de agua", mencionó.

Y puntualizó: "La intervención conjunta ayudará y la vemos por el acercamiento que ya se tiene con empresas como Naturaceites para mayor incidencia".