Andrew McCabe, el número 2 del FBI se quedó sin trabajo. El presidente Donald Trump, junto a los conservadores, pidieron su cabeza: la justificación fue la polémica rusa y el caso de los correos de Hillary Clinton.
FBI pierde a un directivo
Donald Trump demostró quién manda ante el FBI. El número dos de la agencia, Andrew McCabe, de 49 años, renunció ayer tras meses de críticas. En pocas palabras ni el presidente ni la liga republicana lo dejaron en paz.
Quizá a McCabe seguiría en el puesto de no haber continuado con la investigación de la trama rusa. Tal era la presión que se decía que no llegaría a marzo. Pero ante la presión, McCabe deja el puesto, aunque su salida de la agencia se materializará en unas cinco semanas.
Presión y más presión
La principal presión Sobre McCabe fue su papel en el cierre del caso de los correos de Hillary Clinton.
Para Trump se trató de un carpetazo inducido por el prejuicio. Una maniobra política destinada a salvar a su adversaria y maquinada por un FBI adverso a su ideología.
La segunda le señala su papel en las pesquisas sobre la posible coordinación entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin en las elecciones de 2016. En opinión de Trump eso fue “una caza de brujas”, en su contra.
Pero aún han más, la Casa Blanca supo que la esposa de McCabe había sido candidata demócrata al Senado de Virginia y que había recibido dinero de donantes próximos a Clinton.
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Quizá a McCabe seguiría en el puesto de no haber continuado con la investigación de la trama rusa. Tal era la presión que se decía que no llegaría a marzo. Pero ante la presión, McCabe deja el puesto, aunque su salida de la agencia se materializará en unas cinco semanas.
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La principal presión Sobre McCabe fue su papel en el cierre del caso de los correos de Hillary Clinton.
Para Trump se trató de un carpetazo inducido por el prejuicio. Una maniobra política destinada a salvar a su adversaria y maquinada por un FBI adverso a su ideología.
La segunda le señala su papel en las pesquisas sobre la posible coordinación entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin en las elecciones de 2016. En opinión de Trump eso fue “una caza de brujas”, en su contra.
Pero aún han más, la Casa Blanca supo que la esposa de McCabe había sido candidata demócrata al Senado de Virginia y que había recibido dinero de donantes próximos a Clinton.