Panorama general. La reciente escalada en los precios del petróleo, que alcanzaron el jueves su punto más alto en casi siete semanas, refleja un panorama económico y geopolítico complejo.

• El barril de Brent del Mar del Norte, para entrega en marzo, subió un 2,98%, situándose en 82,43 dólares, marcando un récord desde finales de noviembre. De manera similar, el West Texas Intermediate (WTI) aumentó un 3,02%, llegando a 77,36 dólares.
• Este aumento está vinculado estrechamente con la economía estadounidense, que ha mostrado signos de robustez inesperada.
• Un ejemplo claro es el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el último trimestre de 2023, que alcanzó un 3,3% anual, superando las expectativas del 2%. Bill O'Grady de Confluence Investment destacó la influencia del crecimiento del PIB y los pedidos de bienes duraderos en el alza de los precios del petróleo.

Qué destacar. Además, China, la segunda economía más grande del mundo, está tomando medidas para impulsar su crecimiento. El banco central chino anunció una reducción en el coeficiente de reservas obligatorias para los bancos, buscando prevenir una desaceleración económica.

• Los factores geopolíticos también juegan un papel crucial. Aunque las tensiones en Oriente Medio no han interrumpido el suministro de petróleo, han contribuido a un ambiente de incertidumbre en el mercado, según los analistas de Energi Danmark.
•  Asimismo, la disminución de las existencias de crudo en Estados Unidos la semana pasada añade otro factor que impulsa los precios al alza.