¿América Latina entrará en recesión? Claves sobre la relevancia económica a nivel mundial y sus perspectivas para el futuro
Muchos analistas se preguntan hacia dónde se dirige la economía latinoamericana, aunque es difícil predecir con certeza el futuro, hay algunas tendencias y desafíos importantes a tener en cuenta en la región.
América Latina desempeña un papel importante en la economía global debido a su abundancia de recursos naturales, su cultura diversa y su mercado en constante expansión. Entender el panorama actual y las perspectivas futuras de la economía latinoamericana se vuelve esencial para los actores globales, a medida que el mundo se enfrenta a desafíos económicos y políticos.
En las últimas décadas, la economía de América Latina ha experimentado una serie de altibajos. A pesar de los obstáculos, la región sigue siendo una zona con un gran potencial y una creciente influencia sobre el panorama global. Para este 2023 el PIB combinado de Latinoamérica se estima en aproximadamente seis millardos de dólares, según los últimos datos disponibles del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es probable que 2023 sea un año difícil para la región. El crecimiento este año apunta a desacelerarse a apenas 2%, en un contexto de tasas de interés más altas y precios más bajos de las materias primas”, reportó el Fondo Monetario Internacional en un reporte de febrero de este año.
La exportación de productos básicos como petróleo, minerales, alimentos y productos agrícolas es fundamental para los países latinoamericanos. La región tiene un papel importante para el suministro global debido a su abundancia de recursos naturales. América Latina tiene una fuerza laboral joven y una clase media en aumento, eso que fomenta el consumo interno y atrae inversiones internacionales.
Sin embargo, durante los últimos años, la región ha enfrentado importantes desafíos a pesar de su potencial. La pandemia de COVID-19 causó importantes recesiones, aumentos en la pobreza y la desigualdad en las economías latinoamericanas. También, la falta de estabilidad política, la corrupción y la ausencia de infraestructura adecuada han obstaculizado el progreso económico sostenible en varias naciones.
La necesidad de diversificar las economías y reducir la dependencia de los productos básicos, es uno de los mayores desafíos. Es necesario que los países de Latinoamérica inviertan en la innovación, la tecnología y la educación para fomentar sectores como la tecnología de la información, la manufactura avanzada y los servicios financieros.
En ese contexto, Paulo De León, analista financiero y económico, cofundador de la empresa de consultoría Central American Business Intelligence (CABI), explicó a República que, “aunque Latinoamérica es una región entera que no llega a pesar más del 5% de la economía mundial como PIB, sí es un gran proveedor de commodities, particularmente Sudamérica. Algunos segmentos y mercados a nivel mundial que dan gran relevancia a América Latina son particularmente el cobre, café, azúcar, litio, aluminio, etc.”.
Los retos geopolíticos que enfrenta la región para su crecimiento
El fortalecimiento de la integración regional es otro elemento esencial. Los países latinoamericanos pueden aumentar su competitividad y atraer más inversiones extranjeras a través de acuerdos comerciales y cooperación en áreas como la infraestructura y la energía. Además, para fomentar el crecimiento económico inclusivo y sostenible, es esencial abordar los desafíos sociales como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a la educación y la atención médica de alta calidad.
En ese sentido, para De León Latinoamérica “es una región muy importante en materia geopolítica en este momento, porque está dividida también a lo interno. Es decir, una sección de Latinoamérica que está muy ligada a Europa y Estados Unidos, en especial a Estados Unidos, que es el centro y Norteamérica, y Sudamérica que está comprometida con China en esta batalla geopolítica por la dominancia mundial. Así que creo que Latinoamérica es importante también desde el punto de vista geopolítico”.
Por su parte, países como Venezuela se han aliado mucho más a otras naciones como Rusia, particularmente durante la invasión a Ucrania y esto ha causado grandes tensiones geopolíticas y retos económicos.
Ganadores y perdedores: ¿Quiénes tienen las peores y las mejores economías?
Para De León, Latinoamérica se encuentra actualmente entrando a una “una desaceleración económica”. Sin embargo, entre los países más fuertes el analista señala que los mejores pronosticados serán Guatemala, República Dominicana y Paraguay.
“Para el año 2023 van a haber un buen crecimiento en Guatemala. Creo que Guatemala es de los mejores países en materia de crecimiento para este año. República Dominicana se proyecta bien y también Paraguay, pero al resto de los países no los veo tan fuertes”, explicó.
Entre las peores economías para este año, según De León, destacan: “Chile que está en recesión ya. Argentina que está sumido en una crisis monetaria inflacionaria de otro calibre, así que va muy mal. Brasil ha empezado a desacelerarse fuerte. Colombia que entra en una caída fuerte de crecimiento y de consumo, está muy golpeada”.
En ese sentido concluye que, “hay tres países fuertes y los demás debilitándose de alguna manera. México lo sacaría de los débiles porque si bien se está desacelerando, sí hay segmentos de la economía mexicana que se ven bien por el tema del net-insuring. Es un país que está agarrando mucho dinero, mucha inversión y creo yo que es momentánea la desaceleración”.
¿Hacia dónde nos encaminamos como región?
“Vamos a una desaceleración de la economía, que vamos al ritmo de cómo se desacelere Europa y Estados Unidos, el hemisferio occidental. Todavía hay dudas si entramos en una recesión o es una desaceleración fuerte. Yo descarto una desaceleración suave. El escenario de soft landing no lo vemos, vemos una desaceleración fuerte o recesión suave, Así que entramos en tiempos de crecimiento bajo, una suerte de estancamiento económico. Estoy hablando de los drivers mundiales que desaceleran desde Europa y Estados Unidos”, aseveró De León
El futuro de la economía latinoamericana depende de la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. La zona cuenta con un amplio potencial para la implementación de energías renovables como la energía solar, eólica, hidroeléctrica y bioenergía. Aprovechar estas fuentes de energía puede no solo contribuir a la lucha contra el cambio climático, sino también fomentar el desarrollo económico a largo plazo.
Por último, es importante que los actores económicos internacionales consideren que la economía de América Latina tiene un papel importante en el contexto global y hacia dónde se dirige. A pesar de que la región enfrenta desafíos, como la desigualdad social y la dependencia de los productos básicos, existen oportunidades para el crecimiento sostenible a través de la diversificación económica, la integración regional y la transición hacia una economía más sostenible.
América Latina tiene la capacidad de mejorar su posición en la economía global y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos mediante un enfoque estratégico y político adecuado.
¿América Latina entrará en recesión? Claves sobre la relevancia económica a nivel mundial y sus perspectivas para el futuro
Muchos analistas se preguntan hacia dónde se dirige la economía latinoamericana, aunque es difícil predecir con certeza el futuro, hay algunas tendencias y desafíos importantes a tener en cuenta en la región.
América Latina desempeña un papel importante en la economía global debido a su abundancia de recursos naturales, su cultura diversa y su mercado en constante expansión. Entender el panorama actual y las perspectivas futuras de la economía latinoamericana se vuelve esencial para los actores globales, a medida que el mundo se enfrenta a desafíos económicos y políticos.
En las últimas décadas, la economía de América Latina ha experimentado una serie de altibajos. A pesar de los obstáculos, la región sigue siendo una zona con un gran potencial y una creciente influencia sobre el panorama global. Para este 2023 el PIB combinado de Latinoamérica se estima en aproximadamente seis millardos de dólares, según los últimos datos disponibles del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es probable que 2023 sea un año difícil para la región. El crecimiento este año apunta a desacelerarse a apenas 2%, en un contexto de tasas de interés más altas y precios más bajos de las materias primas”, reportó el Fondo Monetario Internacional en un reporte de febrero de este año.
La exportación de productos básicos como petróleo, minerales, alimentos y productos agrícolas es fundamental para los países latinoamericanos. La región tiene un papel importante para el suministro global debido a su abundancia de recursos naturales. América Latina tiene una fuerza laboral joven y una clase media en aumento, eso que fomenta el consumo interno y atrae inversiones internacionales.
Sin embargo, durante los últimos años, la región ha enfrentado importantes desafíos a pesar de su potencial. La pandemia de COVID-19 causó importantes recesiones, aumentos en la pobreza y la desigualdad en las economías latinoamericanas. También, la falta de estabilidad política, la corrupción y la ausencia de infraestructura adecuada han obstaculizado el progreso económico sostenible en varias naciones.
La necesidad de diversificar las economías y reducir la dependencia de los productos básicos, es uno de los mayores desafíos. Es necesario que los países de Latinoamérica inviertan en la innovación, la tecnología y la educación para fomentar sectores como la tecnología de la información, la manufactura avanzada y los servicios financieros.
En ese contexto, Paulo De León, analista financiero y económico, cofundador de la empresa de consultoría Central American Business Intelligence (CABI), explicó a República que, “aunque Latinoamérica es una región entera que no llega a pesar más del 5% de la economía mundial como PIB, sí es un gran proveedor de commodities, particularmente Sudamérica. Algunos segmentos y mercados a nivel mundial que dan gran relevancia a América Latina son particularmente el cobre, café, azúcar, litio, aluminio, etc.”.
Los retos geopolíticos que enfrenta la región para su crecimiento
El fortalecimiento de la integración regional es otro elemento esencial. Los países latinoamericanos pueden aumentar su competitividad y atraer más inversiones extranjeras a través de acuerdos comerciales y cooperación en áreas como la infraestructura y la energía. Además, para fomentar el crecimiento económico inclusivo y sostenible, es esencial abordar los desafíos sociales como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a la educación y la atención médica de alta calidad.
En ese sentido, para De León Latinoamérica “es una región muy importante en materia geopolítica en este momento, porque está dividida también a lo interno. Es decir, una sección de Latinoamérica que está muy ligada a Europa y Estados Unidos, en especial a Estados Unidos, que es el centro y Norteamérica, y Sudamérica que está comprometida con China en esta batalla geopolítica por la dominancia mundial. Así que creo que Latinoamérica es importante también desde el punto de vista geopolítico”.
Por su parte, países como Venezuela se han aliado mucho más a otras naciones como Rusia, particularmente durante la invasión a Ucrania y esto ha causado grandes tensiones geopolíticas y retos económicos.
Ganadores y perdedores: ¿Quiénes tienen las peores y las mejores economías?
Para De León, Latinoamérica se encuentra actualmente entrando a una “una desaceleración económica”. Sin embargo, entre los países más fuertes el analista señala que los mejores pronosticados serán Guatemala, República Dominicana y Paraguay.
“Para el año 2023 van a haber un buen crecimiento en Guatemala. Creo que Guatemala es de los mejores países en materia de crecimiento para este año. República Dominicana se proyecta bien y también Paraguay, pero al resto de los países no los veo tan fuertes”, explicó.
Entre las peores economías para este año, según De León, destacan: “Chile que está en recesión ya. Argentina que está sumido en una crisis monetaria inflacionaria de otro calibre, así que va muy mal. Brasil ha empezado a desacelerarse fuerte. Colombia que entra en una caída fuerte de crecimiento y de consumo, está muy golpeada”.
En ese sentido concluye que, “hay tres países fuertes y los demás debilitándose de alguna manera. México lo sacaría de los débiles porque si bien se está desacelerando, sí hay segmentos de la economía mexicana que se ven bien por el tema del net-insuring. Es un país que está agarrando mucho dinero, mucha inversión y creo yo que es momentánea la desaceleración”.
¿Hacia dónde nos encaminamos como región?
“Vamos a una desaceleración de la economía, que vamos al ritmo de cómo se desacelere Europa y Estados Unidos, el hemisferio occidental. Todavía hay dudas si entramos en una recesión o es una desaceleración fuerte. Yo descarto una desaceleración suave. El escenario de soft landing no lo vemos, vemos una desaceleración fuerte o recesión suave, Así que entramos en tiempos de crecimiento bajo, una suerte de estancamiento económico. Estoy hablando de los drivers mundiales que desaceleran desde Europa y Estados Unidos”, aseveró De León
El futuro de la economía latinoamericana depende de la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. La zona cuenta con un amplio potencial para la implementación de energías renovables como la energía solar, eólica, hidroeléctrica y bioenergía. Aprovechar estas fuentes de energía puede no solo contribuir a la lucha contra el cambio climático, sino también fomentar el desarrollo económico a largo plazo.
Por último, es importante que los actores económicos internacionales consideren que la economía de América Latina tiene un papel importante en el contexto global y hacia dónde se dirige. A pesar de que la región enfrenta desafíos, como la desigualdad social y la dependencia de los productos básicos, existen oportunidades para el crecimiento sostenible a través de la diversificación económica, la integración regional y la transición hacia una economía más sostenible.
América Latina tiene la capacidad de mejorar su posición en la economía global y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos mediante un enfoque estratégico y político adecuado.