Para ampliar su presencia militar en el Pacífico, Estados Unidos ha empezado a desplegar armamento avanzado en la región, incluyendo misiles de crucero Tomahawk y submarinos de ataque, como parte de una estrategia de defensa y disuasión ante las presiones expansionistas de China. La reciente legislación aprobada por el presidente Joe Biden incluye un paquete de ayuda militar suplementario valorado en 95 mil millones de dólares, con un enfoque especial de 8,1 mil millones para fortalecer la posición estadounidense frente a China.

Lo que se debe saber. Las bases estratégicas se están fortaleciendo con nuevas unidades, como el regimiento del Cuerpo de Marines en Okinawa, diseñado para operaciones en islas menores y para la intercepción naval. La expansión incluye también el acceso a múltiples aeródromos y bases navales en Filipinas, lo que reduce la dependencia de portaaviones vulnerables a ataques en potenciales conflictos.

• La cooperación internacional se ha intensificado, con Estados Unidos estrechando lazos de seguridad con países clave como Australia, donde se desplegarán submarinos avanzados, y Papúa Nueva Guinea, con quien se ha firmado un nuevo acuerdo de seguridad. Además, se han fortalecido los lazos defensivos con Japón y Filipinas, quienes jugarán roles cruciales en la estrategia defensiva regional.
• Durante una reciente cumbre en la Casa Blanca, los líderes de Filipinas y Japón se comprometieron a una mayor cooperación en defensa, incluyendo ejercicios navales y entrenamientos conjuntos. Esto se suma a un pacto tripartito de defensa con Japón y Corea del Sur.
• La administración Biden también continúa apoyando a Taiwán, enviando armas y entrenadores militares para asegurar su capacidad de defensa frente a posibles agresiones. La situación de Taiwán es un punto de especial tensión con China, cuyo líder, Xi Jinping, ha expresado su intención de integrar la isla a la nación, incluso mediante la fuerza si fuese necesario.