El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su desacuerdo con el nuevo plan migratorio de Estados Unidos, propuesto en el Senado, que busca imponer más restricciones en la frontera y deportar a México a los solicitantes de asilo.

Lo que se debe saber. Esta posición se hizo pública tras una llamada con el presidente estadounidense Joe Biden. López Obrador sostiene que tal política, influenciada por intereses electorales, no alcanzará los resultados esperados y critica el uso de México como moneda de cambio en negociaciones políticas de EE. UU., especialmente en temas no relacionados, como el apoyo militar a Ucrania, Israel y Taiwán.

• Durante la llamada, que tuvo lugar el fin de semana pasado, López Obrador compartió con Biden diez propuestas para mejorar la situación migratoria.
• Entre ellas, la regularización de mexicanos que han vivido y trabajado en EE. UU. por más de cinco años, así como un llamado a la inversión en países latinoamericanos pobres y la suspensión de sanciones a Venezuela y el bloqueo a Cuba para disminuir la migración.
• Además, López Obrador criticó duramente la propuesta bipartidista del Senado estadounidense, que incluiría tácticas previamente utilizadas por el expresidente Donald Trump, como cerrar la frontera si el número de migrantes irregulares supera los 5,000 en un día. Para el presidente mexicano, estas medidas son vistas como una estrategia de propaganda política y electoral que no refleja una solución real al problema migratorio. Enfatizó la importancia de mantener abiertas las fronteras para el bienestar económico de ambos países y rechazó la idea de construir muros como solución.