Las maniobras del chavismo que desafían la democracia y buscan perpetuar a Maduro en el poder de Venezuela
La persecución y la represión de la libertad de expresión se encuentran entre las maniobras más preocupantes del chavismo en Venezuela. El régimen ha utilizado la detención arbitraria de políticos, periodistas y críticos de la sociedad civil.
El régimen chavista en Venezuela, en varias maniobras que han causado gran inquietud tanto a nivel nacional como internacional, sigue llevando a cabo acciones para debilitar a la oposición y mantener a Nicolás Maduro en el poder, violando los principios básicos de la democracia. Estas acciones han provocado un intenso debate sobre el futuro de la nación, así como sobre la defensa de los derechos humanos y las libertades civiles.
El chavismo ha aumentado sus esfuerzos para consolidar su poder desde las últimas elecciones presidenciales (2018), en las que se cuestionó la transparencia y la legitimidad del proceso electoral, e incluso muchos países se negaron a reconocer a Maduro como presidente, dejando la representación de Venezuela en manos del expresidente interino, Juan Guaidó.
A raíz de estos acontecimientos, la oposición venezolana ha denunciado repetidamente los abusos de poder y la falta de garantías democráticas en el país, como uno de los principales desafíos que enfrenta.
La persecución sistemática de los líderes opositores y la represión de la libertad de expresión se encuentran entre las maniobras más preocupantes. El régimen ha utilizado la detención arbitraria de políticos, periodistas y críticos de la sociedad civil, así como el cierre de medios de comunicación independientes como formas para silenciar a quienes se atreven a criticar al sistema. Estas acciones violan los derechos humanos y obstaculizan la posibilidad de un debate político equitativo y justo en el país.
En ese sentido, el analista en el área política y consultor en temas electorales, Aníbal Sánchez, explicó en una entrevista exclusiva a República que "el gobierno venezolano ha sido hábil en el tema de cómo hacerse de una mayoría electoral a partir de una minoría social. No es casualidad que al salir a cualquier calle o pueblo se pueda encontrar a alguien que critica este régimen e incluso manifiesta 'soy chavista, pero este gobierno no sirve'. Según los estudios de opinión, entre el 80 % y el 85 % de las personas no evalúan positivamente la gestión de Maduro".
"Pero ¿qué hacen en el PSUV? Juegan a debilitar al adversario y existe una fórmula que aplican en todos los eventos para inhibir la participación, que se basa en inducir el fraccionamiento, desmovilizar a los descontentos y perseguir a la disidencia. Esa receta hace que los números de los adversarios se atomizen", puntualizó.
Otra estrategia utilizada por el chavismo a través del control del sistema electoral se da por medio de cambios legislativos y la manipulación de las instituciones electorales. El régimen ha buscado asegurar su victoria en futuros procesos electorales. Las restricciones impuestas a los partidos opositores, la limitación de la observación internacional y la falta de auditoría independiente han generado dudas sobre la imparcialidad de los resultados y la legitimidad de las elecciones.
El impacto de las maniobras del chavismo en la capacidad de movilización de la oposición venezolana en busca de una transición democrática
El régimen chavista ha utilizado su dominio sobre la economía y los recursos del país para ejercer presión sobre la oposición, como es bien sabido. La manipulación de los programas sociales y la distribución de alimentos y medicinas se han utilizado como herramientas de coerción política, condicionando el apoyo y la supervivencia de aquellos que se oponen al régimen.
Sobre este tema, Sánchez señaló que "cada aspecto de esta ecuación conforma una maniobra política que se juega en los distintos escenarios, tanto en el cuerpo legislativo como en el judicial, en los partidos y en el ámbito comunicacional".
"Quieren espantar votos con maniobras y difundir mensajes sobre un Consejo Nacional Electoral (CNE) fraudulento y una máquina para cambiar resultados. Estos mensajes no solo no son desmentidos, sino que en el teatro de las redes sociales se les permite circular, ya que siempre encontrarán eco en una facción disociada de la oposición, alimentada por la estrategia comunicacional de diferentes comandos, que no solo lo creen, sino que lo exacerban y replican. Esto inhibe la participación electoral", aseveró.
Del mismo modo, advirtió que la desmovilización "es un problema más complejo de abordar y explicar, ya que la sociedad reacciona en función de problemas que percibe a nivel personal, como bloquear una calle por falta de agua (...) Pero cuando se trata de bloquearla en busca de un cambio en la dirección del CNE, no lo hace de forma espontánea; es algo inducido y dirigido por operadores políticos".
Asimismo, el especialista insistió en que muchos de estos operadores políticos se encuentran en la diáspora, "mientras que otros se enfocan únicamente en el teatro de operaciones de las redes sociales, que no tienen la penetración o cobertura social necesarias, porque carecen de comprensión y capacitación en activismo político en el ámbito de las protestas callejeras".
Trazando un rumbo hacia la democracia: Acciones y políticas para apoyar a la oposición venezolana y enfrentar el chavismo a nivel nacional e internacional
La comunidad internacional ha mostrado inquietud por las acciones del régimen chavista. Varios países y organizaciones han expresado su repudio a estas acciones y han exhortado al régimen a actuar de manera democrática y a proteger los derechos humanos. No obstante, hasta el momento, las peticiones de la comunidad internacional no han sido suficientes para detener el progreso del chavismo en su intento de mantener su posición de poder.
Sin embargo, Sánchez aseguró que "en la situación actual, solo percibo avances en términos de un aumento en el número de personas que se suman a la vía electoral, una ruta que algunos de nosotros nunca hemos dejado de transitar y, por lo tanto, conocemos bien.
En la política electoral, al igual que en el marketing, es importante comprender el mercado, en este caso, el mercado electoral venezolano, que se encuentra disminuido en términos numéricos a pesar de que el registro muestre 21 millones, ya que está empobrecido, ruralizado y envejecido. A veces trabajamos en segmentar los mensajes necesarios para motivar, captar, organizar, movilizar y defender, entre otros factores que manejamos en las campañas y que la oposición venezolana no logra comprender".
Sánchez, quien ha alertado en repetidas oportunidades sobre los errores políticos que ha cometido la oposición, indicó que "en estos momentos hay un sector de la oposición, quizás el que cuenta con más apoyo nacional e internacional, que se ha puesto en la tarea de organizar una elección de un candidato unitario para las venideras elecciones presidenciales, pero sin haber trabajado el tema de identificación con la gente y el diseño de un programa u oferta electoral que amalgame y atraiga a más electores".
"La oposición representada en la Plataforma Democrática ha dejado pasar muchas oportunidades, por no dar la lectura correcta a los fenómenos políticos".
El experto reiteró que "si algo ha hecho bien el G4 y la Plataforma Unitaria (coaliciones políticas conformadas por los principales partidos de oposición en Venezuela: Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) es monopolizar el mensaje opositor, monopolizar los apoyos internacionales e incluso impedir el lobby o la interacción de otros factores políticos con los aliados internacionales, quienes toman acciones de acuerdo al análisis de la información que manejan. En este aspecto, cabe el llamado a los actores a que presten atención a lo que ocurre en Venezuela desde dentro del país".
En conclusión, en un momento crucial para el futuro de Venezuela, la sociedad civil y la oposición siguen trabajando en la restauración de la democracia y la protección de los derechos y libertades básicas. El desafío para el país y la comunidad internacional radica en encontrar soluciones efectivas y sostenibles que permitan superar esta crisis política y devolverle al pueblo venezolano la oportunidad de elegir su propio destino en un entorno libre y justo.
Es necesario que la comunidad internacional preste atención y solidaridad a la situación en Venezuela, además de encontrar formas de presionar al chavismo y fomentar una transición pacífica hacia un sistema democrático inclusivo. La lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela no ha cesado, y el mundo está atento a las venideras elecciones pautadas para 2024, a las primarias que la oposición venezolana ha pautado para el 21 de octubre de este año, y en general, a los sucesos que marcarán el futuro del país.
Las maniobras del chavismo que desafían la democracia y buscan perpetuar a Maduro en el poder de Venezuela
La persecución y la represión de la libertad de expresión se encuentran entre las maniobras más preocupantes del chavismo en Venezuela. El régimen ha utilizado la detención arbitraria de políticos, periodistas y críticos de la sociedad civil.
El régimen chavista en Venezuela, en varias maniobras que han causado gran inquietud tanto a nivel nacional como internacional, sigue llevando a cabo acciones para debilitar a la oposición y mantener a Nicolás Maduro en el poder, violando los principios básicos de la democracia. Estas acciones han provocado un intenso debate sobre el futuro de la nación, así como sobre la defensa de los derechos humanos y las libertades civiles.
El chavismo ha aumentado sus esfuerzos para consolidar su poder desde las últimas elecciones presidenciales (2018), en las que se cuestionó la transparencia y la legitimidad del proceso electoral, e incluso muchos países se negaron a reconocer a Maduro como presidente, dejando la representación de Venezuela en manos del expresidente interino, Juan Guaidó.
A raíz de estos acontecimientos, la oposición venezolana ha denunciado repetidamente los abusos de poder y la falta de garantías democráticas en el país, como uno de los principales desafíos que enfrenta.
La persecución sistemática de los líderes opositores y la represión de la libertad de expresión se encuentran entre las maniobras más preocupantes. El régimen ha utilizado la detención arbitraria de políticos, periodistas y críticos de la sociedad civil, así como el cierre de medios de comunicación independientes como formas para silenciar a quienes se atreven a criticar al sistema. Estas acciones violan los derechos humanos y obstaculizan la posibilidad de un debate político equitativo y justo en el país.
En ese sentido, el analista en el área política y consultor en temas electorales, Aníbal Sánchez, explicó en una entrevista exclusiva a República que "el gobierno venezolano ha sido hábil en el tema de cómo hacerse de una mayoría electoral a partir de una minoría social. No es casualidad que al salir a cualquier calle o pueblo se pueda encontrar a alguien que critica este régimen e incluso manifiesta 'soy chavista, pero este gobierno no sirve'. Según los estudios de opinión, entre el 80 % y el 85 % de las personas no evalúan positivamente la gestión de Maduro".
"Pero ¿qué hacen en el PSUV? Juegan a debilitar al adversario y existe una fórmula que aplican en todos los eventos para inhibir la participación, que se basa en inducir el fraccionamiento, desmovilizar a los descontentos y perseguir a la disidencia. Esa receta hace que los números de los adversarios se atomizen", puntualizó.
Otra estrategia utilizada por el chavismo a través del control del sistema electoral se da por medio de cambios legislativos y la manipulación de las instituciones electorales. El régimen ha buscado asegurar su victoria en futuros procesos electorales. Las restricciones impuestas a los partidos opositores, la limitación de la observación internacional y la falta de auditoría independiente han generado dudas sobre la imparcialidad de los resultados y la legitimidad de las elecciones.
El impacto de las maniobras del chavismo en la capacidad de movilización de la oposición venezolana en busca de una transición democrática
El régimen chavista ha utilizado su dominio sobre la economía y los recursos del país para ejercer presión sobre la oposición, como es bien sabido. La manipulación de los programas sociales y la distribución de alimentos y medicinas se han utilizado como herramientas de coerción política, condicionando el apoyo y la supervivencia de aquellos que se oponen al régimen.
Sobre este tema, Sánchez señaló que "cada aspecto de esta ecuación conforma una maniobra política que se juega en los distintos escenarios, tanto en el cuerpo legislativo como en el judicial, en los partidos y en el ámbito comunicacional".
"Quieren espantar votos con maniobras y difundir mensajes sobre un Consejo Nacional Electoral (CNE) fraudulento y una máquina para cambiar resultados. Estos mensajes no solo no son desmentidos, sino que en el teatro de las redes sociales se les permite circular, ya que siempre encontrarán eco en una facción disociada de la oposición, alimentada por la estrategia comunicacional de diferentes comandos, que no solo lo creen, sino que lo exacerban y replican. Esto inhibe la participación electoral", aseveró.
Del mismo modo, advirtió que la desmovilización "es un problema más complejo de abordar y explicar, ya que la sociedad reacciona en función de problemas que percibe a nivel personal, como bloquear una calle por falta de agua (...) Pero cuando se trata de bloquearla en busca de un cambio en la dirección del CNE, no lo hace de forma espontánea; es algo inducido y dirigido por operadores políticos".
Asimismo, el especialista insistió en que muchos de estos operadores políticos se encuentran en la diáspora, "mientras que otros se enfocan únicamente en el teatro de operaciones de las redes sociales, que no tienen la penetración o cobertura social necesarias, porque carecen de comprensión y capacitación en activismo político en el ámbito de las protestas callejeras".
Trazando un rumbo hacia la democracia: Acciones y políticas para apoyar a la oposición venezolana y enfrentar el chavismo a nivel nacional e internacional
La comunidad internacional ha mostrado inquietud por las acciones del régimen chavista. Varios países y organizaciones han expresado su repudio a estas acciones y han exhortado al régimen a actuar de manera democrática y a proteger los derechos humanos. No obstante, hasta el momento, las peticiones de la comunidad internacional no han sido suficientes para detener el progreso del chavismo en su intento de mantener su posición de poder.
Sin embargo, Sánchez aseguró que "en la situación actual, solo percibo avances en términos de un aumento en el número de personas que se suman a la vía electoral, una ruta que algunos de nosotros nunca hemos dejado de transitar y, por lo tanto, conocemos bien.
En la política electoral, al igual que en el marketing, es importante comprender el mercado, en este caso, el mercado electoral venezolano, que se encuentra disminuido en términos numéricos a pesar de que el registro muestre 21 millones, ya que está empobrecido, ruralizado y envejecido. A veces trabajamos en segmentar los mensajes necesarios para motivar, captar, organizar, movilizar y defender, entre otros factores que manejamos en las campañas y que la oposición venezolana no logra comprender".
Sánchez, quien ha alertado en repetidas oportunidades sobre los errores políticos que ha cometido la oposición, indicó que "en estos momentos hay un sector de la oposición, quizás el que cuenta con más apoyo nacional e internacional, que se ha puesto en la tarea de organizar una elección de un candidato unitario para las venideras elecciones presidenciales, pero sin haber trabajado el tema de identificación con la gente y el diseño de un programa u oferta electoral que amalgame y atraiga a más electores".
"La oposición representada en la Plataforma Democrática ha dejado pasar muchas oportunidades, por no dar la lectura correcta a los fenómenos políticos".
El experto reiteró que "si algo ha hecho bien el G4 y la Plataforma Unitaria (coaliciones políticas conformadas por los principales partidos de oposición en Venezuela: Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) es monopolizar el mensaje opositor, monopolizar los apoyos internacionales e incluso impedir el lobby o la interacción de otros factores políticos con los aliados internacionales, quienes toman acciones de acuerdo al análisis de la información que manejan. En este aspecto, cabe el llamado a los actores a que presten atención a lo que ocurre en Venezuela desde dentro del país".
En conclusión, en un momento crucial para el futuro de Venezuela, la sociedad civil y la oposición siguen trabajando en la restauración de la democracia y la protección de los derechos y libertades básicas. El desafío para el país y la comunidad internacional radica en encontrar soluciones efectivas y sostenibles que permitan superar esta crisis política y devolverle al pueblo venezolano la oportunidad de elegir su propio destino en un entorno libre y justo.
Es necesario que la comunidad internacional preste atención y solidaridad a la situación en Venezuela, además de encontrar formas de presionar al chavismo y fomentar una transición pacífica hacia un sistema democrático inclusivo. La lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela no ha cesado, y el mundo está atento a las venideras elecciones pautadas para 2024, a las primarias que la oposición venezolana ha pautado para el 21 de octubre de este año, y en general, a los sucesos que marcarán el futuro del país.