Migrantes de diversas nacionalidades se reunieron en Tijuana, México, el Viernes Santo, para llevar a cabo un Viacrucis. Este evento, distinto a cualquier otro, se realizó para poner en primer plano las penurias y desafíos que enfrentan en su búsqueda de una vida mejor. Con cada paso, estos viajeros no solo compartieron su peregrinación espiritual sino también la física, marcada por la esperanza de un futuro prometedor.

Lo que se debe saber. Daniel Novelo Huerta, del Centro LaSalle y líder de esta actividad, explicó que el viacrucis no fue tradicional, sino uno lleno de simbolismo. Según Novelo, la cruz cargada por los participantes simbolizaba las arduas experiencias vividas durante su viaje, mientras que el rostro y el cuerpo de Cristo se convirtieron en un lienzo para narrar sus historias personales y recordar a aquellos que perdieron la vida en el intento.

• Antes de iniciar la caminata desde el Desayunador Salesiano Padre Chava, los migrantes decoraron una cruz con dibujos que representaban sus travesías y los nombres de compañeros caídos en el camino.
• Esta iniciativa buscó visibilizar las historias de lucha y sacrificio detrás de cada viaje, creando un momento de profunda reflexión y comunidad.
• El recorrido culminó en la Plaza México, cerca del puerto de El Chaparral, donde se llevó a cabo una ceremonia para honrar a los migrantes fallecidos.