La semana anterior nuestros honorables diputados estuvieron algo ajetreados, entre la juramentación a los integrantes de las Cortes, la bancada naranja con su respectiva celebración en Santa Rosa sumado a la aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el próximo año. Con ese presupuesto los Diputados del Partido Patriota y del Partido Líder, quienes fueron los que firmaron el dictamen favorable dentro de la Comisión de Finanzas, por decreto nos recetaron tres nuevos impuestos a la telefonía, al cemento y a la minería y además nos clavaron con deuda de ochocientos noventa millones de dólares y seis mil ochocientos millones de quetzales en nueva deuda pública para Guatemala. Lo que es sin lugar a dudas un foco de corrupción y componenda entre ambos partidos para el próximo año y que seguramente pretenden extender para el próximo gobierno.
Si hacemos cuentas y sumamos desde el año 70 al año 2000 la deuda pública del país se había duplicado 27 veces a lo que podemos sumar que desde el 2005 la deuda se ha triplicado, pasando de 43 mil millones a los más de 130 mil millones de quetzales, haciendo evidente que estos políticos conocen cero de historia y no analizan que elevar la deuda público es lo que ha llevado a otros países de la región al fracaso y a las crisis insostenibles.
Es importante señalar que los Partidos Patriota y Líder no actuaron solos pues contaron con el apoyo de la bancada de TODOS, WINAQ y URNG, con otros votos de diputados independientes quienes aprobaron con 106 votos y de urgencia nacional dicho presupuesto. Y es que además de los impuestos, los bonos y la deuda, con este presupuesto hicieron de la corrupción un decreto, abriendo las puertas a la discreción en el subsidio del transporte público (habrá que investigar quienes son los socios) y de ahora en adelante todos los intereses de todas las cuentas de los fondos del Estado serán trasladados a una sola cuenta en el Banco del Crédito Hipotecario Nacional CHN, el cual vale la pena recordar ha estado involucrado en los grandes desfalcos del país. Y esto es importante que la gente lo sepa y lo entienda porque esto abre la puerta a una cuenta casi imposible de fiscalizar y controlar, por el sin número de cuentas y de montos de intereses, lo que lo convierte en una ventana perfecta para el lavado de dinero tanto de la corrupción, como al servicio del crimen organizado y el narcotráfico.
De tal forma estimados lectores que los avances en transparencia logrados en el pasado fueron nuevamente vulnerados, de ahora en adelante las ONG´s podrán construir obra y manejar recursos del Estado, fundaciones con vínculos tenebrosos tendrán millones que ejecutar y lo más peligroso aun, que de no aprobarse un nuevo presupuesto para el 2016 o de reformarse el que fue aprobado recientemente, será el que se utilice para el primer año del nuevo gobierno, lo que sumará cerca de diecisiete mil millones de quetzales más en deuda.
Habrá que estar atentos con el último gol que nos pueden echar este año, con la elección del próximo Contralor General de Cuentas. Lo que sí es cierto es que nosotros mismos tenemos la culpa de permitir que nuestros diputados actúen de esta forma, nosotros los elegimos, no escudriñamos y por lo visto hasta el momento, ni si quiera nos hemos manifestado
Eduardo José Smitt Sandoval
La semana anterior nuestros honorables diputados estuvieron algo ajetreados, entre la juramentación a los integrantes de las Cortes, la bancada naranja con su respectiva celebración en Santa Rosa sumado a la aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el próximo año. Con ese presupuesto los Diputados del Partido Patriota y del Partido Líder, quienes fueron los que firmaron el dictamen favorable dentro de la Comisión de Finanzas, por decreto nos recetaron tres nuevos impuestos a la telefonía, al cemento y a la minería y además nos clavaron con deuda de ochocientos noventa millones de dólares y seis mil ochocientos millones de quetzales en nueva deuda pública para Guatemala. Lo que es sin lugar a dudas un foco de corrupción y componenda entre ambos partidos para el próximo año y que seguramente pretenden extender para el próximo gobierno.
Si hacemos cuentas y sumamos desde el año 70 al año 2000 la deuda pública del país se había duplicado 27 veces a lo que podemos sumar que desde el 2005 la deuda se ha triplicado, pasando de 43 mil millones a los más de 130 mil millones de quetzales, haciendo evidente que estos políticos conocen cero de historia y no analizan que elevar la deuda público es lo que ha llevado a otros países de la región al fracaso y a las crisis insostenibles.
Es importante señalar que los Partidos Patriota y Líder no actuaron solos pues contaron con el apoyo de la bancada de TODOS, WINAQ y URNG, con otros votos de diputados independientes quienes aprobaron con 106 votos y de urgencia nacional dicho presupuesto. Y es que además de los impuestos, los bonos y la deuda, con este presupuesto hicieron de la corrupción un decreto, abriendo las puertas a la discreción en el subsidio del transporte público (habrá que investigar quienes son los socios) y de ahora en adelante todos los intereses de todas las cuentas de los fondos del Estado serán trasladados a una sola cuenta en el Banco del Crédito Hipotecario Nacional CHN, el cual vale la pena recordar ha estado involucrado en los grandes desfalcos del país. Y esto es importante que la gente lo sepa y lo entienda porque esto abre la puerta a una cuenta casi imposible de fiscalizar y controlar, por el sin número de cuentas y de montos de intereses, lo que lo convierte en una ventana perfecta para el lavado de dinero tanto de la corrupción, como al servicio del crimen organizado y el narcotráfico.
De tal forma estimados lectores que los avances en transparencia logrados en el pasado fueron nuevamente vulnerados, de ahora en adelante las ONG´s podrán construir obra y manejar recursos del Estado, fundaciones con vínculos tenebrosos tendrán millones que ejecutar y lo más peligroso aun, que de no aprobarse un nuevo presupuesto para el 2016 o de reformarse el que fue aprobado recientemente, será el que se utilice para el primer año del nuevo gobierno, lo que sumará cerca de diecisiete mil millones de quetzales más en deuda.
Habrá que estar atentos con el último gol que nos pueden echar este año, con la elección del próximo Contralor General de Cuentas. Lo que sí es cierto es que nosotros mismos tenemos la culpa de permitir que nuestros diputados actúen de esta forma, nosotros los elegimos, no escudriñamos y por lo visto hasta el momento, ni si quiera nos hemos manifestado