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La crisis que pone en jaque al PP

Redacción República
28 de octubre, 2014

En
las últimas semanas el Congreso de la República ha sido escenario de las más férreas pugnas de poder político, que de alguna manera han evidenciado una pobre capacidad de negociación para lograr apoyos y/o consensos por el Partido Patriota (PP). Ello ha retrasado aún más la ya estancada agenda legislativa. La situación ha provocado un desgaste al oficialismo, al punto que podría quedar fuera de la Junta
Directiva del Legislativo para el próximo año, crucial por ser período electoral.

La
oposición se comienza a configurar pactando una nueva Directiva sin la presencia de representantes del partido
oficial, lo cual demuestra que esta vez el Patriota no sólo perdió fuerza sino
el poder de maniobra dentro del Legislativo. La alianza de oposición propone para la Presidencia de ese Organismo al diputado Roberto Alejos, quien se había alejado
del Congreso para seguir su carrera hacia la Presidencia de la República y
que regresó como parte de esa alianza desde la bancada TODOS.

Para el analista Renzo
Rosal existen dos lecturas de la situación en la que actualmente se encuentra el Congreso
de la República. La primera confirma que el Partido Patriota (PP) ha
perdido “gasolina” en el proceso de Gobierno por un proceso errático de conducción
política que comienza a
“cobrarle factura”. La segunda es que ese proceso de desgaste del partido oficial da como
resultado que la bancada Libertad Democrática Renovada (LIDER) y otras bancadas, “entre comillas de oposición”, aprovechen esa coyuntura para tratar de capitalizar
y poner en riesgo tres cosas en concreto: Junta Directiva, aprobación de Bonos del Tesoro y avance de la agenda legislativa.

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Las
bancadas de oposición se aprovechan de la coyuntura y el desgaste del partido oficial, argumentando que no es
provocado por ellos, sino que los mismos oficialistas se autoprovocan, lo cual se capitalizaría para erosionar cada vez más el protagonismo del partido de Gobierno. Según
Rosal, si el Partido Patriota quedara fuera de la Junta Directiva sería algo algo histórico ya que el partido que hace Gobierno pierde, no por negociación
sino por imposición de otros. 

La Junta Directiva en el último año, en términos políticos
y simbólicos es crucial desde la perspectiva del poder político.
Una Junta Directiva dirigida por la oposición se convertiría en una herramienta de mucha volatilidad, donde la dinámica del Congreso se disminuye al mínimo y se tendrían ataques a través del Legislativo al
partido de Gobierno. Sería un Congreso configurado como el espacio de la oposición para
desgastar al Gobierno.

Según la lectura política, con la situación que se presenta en el Congreso quien más
gana es la bancada LIDER y algunos otros actores de la oposición como UNE,
TODOS y CREO, que se han posicionado como bancadas pequeñas pero que ponen en “jaque” al Partido Patriota. La situación evidencia que el partido oficial ha perdido poder en el legislativo, según analistas, y podría
ser peor si no estuviera Arístides Crespo como Presidente de la Junta Directiva. Crespo sumó capacidad de maniobra al oficialismo por su larga experiencia parlamentaria que unió a los recursos del oficialismo. 

Según José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios
Sociales (ASIES), la situación en el Congreso es una estrategia para posicionar a los
bloques legislativos que están haciendo oposición, por la pérdida de poder del
Partido Patriota y la forma de cómo manejaron la
agenda.

Para el analista, dicha situación se ha dado en otras oportunidades pero esta vez, al no tener la capacidad de maniobra y de incluir temas para manejar los tiempos en el Legislativo, complica al partido oficial. Sanabria identifica algunos elementos importantes que erosionan al partido de Gobierno. Por ejemplo, el Presupuesto o el manejo financiero que requiere del respaldo del Legislativo, y que podría complicarle el escenario al Patriota en el momento de no estar en la Directiva. No obstante, llama a rescatar una perspectiva de madurez política, con una visión de nación y dejar las diferencias
partidarias para darle paso a acuerdos que permitan alcanzar la gobernabilidad
del país;
así como, permitir que se avance en una agenda legislativa que tenga beneficios
para la población.

Según los analistas, otro desgaste importante que evidencia el PP es la fuga y pérdida de diputados a lo largo de los últimos meses y en las
dificultades que tiene para impulsar los temas en la agenda legislativa.

Oficialismo u oposición: Los votos mandan en el Pleno

El jefe de la bancada Patriota, Juan José Porras, argumenta que la conformación de la Junta Directiva del Congreso no se ha discutido, ya que el presidente del Congreso, Arístides Crespo, solo ha convocado a sesión plenaria. Afirma que será la dinámica del Congreso la que determine si hay temas a tratar en la agenda del Legislativo. De acuerdo con Porras, la agenda sigue con la interpelación de la ministra de Educación, Cinthya del Águila, la juramentación de quien sustituirá al diputado Amildo Morales, quien murió atacado por un toro, y el conocimiento de un estado de calamidad. 


A criterio del jefe de la bancada oficial, no pasará nada si el Pleno del Congreso decide dejar fuera al Partido Patriota de la Junta Directiva porque será la voluntad soberana de éste la que decida. “Los votos mandan en el pleno”, dice y agrega que el partido entiende esa situación y están buscando los consensos necesarios para evitar que esto suceda. Añade que los pactos políticos en el Legislativo son normales, lo que se busca es que haya gobernabilidad en el Congreso y en el país, ya que el trasfondo de esto es básicamente dar un golpe a la imagen del partido oficial, un golpe político. Porras asegura que el partido oficial no está perdiendo poder porque la bancada se ha mantenido con 47 diputados finalizando un tercer año de Gobierno, lo que muestra que se ha logrado mantener una bancada homogénea, opina. 
Por su parte, Roberto Alejos, del partido TODOS, indica que durante tres años la Dirección del Congreso ha estado en manos del Partido Patriota quien ha cerrado las puertas al diálogo, negociación y la discusión de leyes importantes para la población. Según el parlamentario, han marginando a la oposición, lo que ha provocado que sea un Congreso improductivo. Hace ver que con esta situación “el pueblo de Guatemala sale ganado, si uniéndose la oposición se logra desentramparlo y salir adelante”. Según Alejos, hay una agenda consensuada desde hace cinco años, y que en estos momentos es prioritario el tema financiero del país, la carrera judicial y las Comisiones de Postulación.
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28 de octubre, 2014

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las últimas semanas el Congreso de la República ha sido escenario de las más férreas pugnas de poder político, que de alguna manera han evidenciado una pobre capacidad de negociación para lograr apoyos y/o consensos por el Partido Patriota (PP). Ello ha retrasado aún más la ya estancada agenda legislativa. La situación ha provocado un desgaste al oficialismo, al punto que podría quedar fuera de la Junta
Directiva del Legislativo para el próximo año, crucial por ser período electoral.

La
oposición se comienza a configurar pactando una nueva Directiva sin la presencia de representantes del partido
oficial, lo cual demuestra que esta vez el Patriota no sólo perdió fuerza sino
el poder de maniobra dentro del Legislativo. La alianza de oposición propone para la Presidencia de ese Organismo al diputado Roberto Alejos, quien se había alejado
del Congreso para seguir su carrera hacia la Presidencia de la República y
que regresó como parte de esa alianza desde la bancada TODOS.

Para el analista Renzo
Rosal existen dos lecturas de la situación en la que actualmente se encuentra el Congreso
de la República. La primera confirma que el Partido Patriota (PP) ha
perdido “gasolina” en el proceso de Gobierno por un proceso errático de conducción
política que comienza a
“cobrarle factura”. La segunda es que ese proceso de desgaste del partido oficial da como
resultado que la bancada Libertad Democrática Renovada (LIDER) y otras bancadas, “entre comillas de oposición”, aprovechen esa coyuntura para tratar de capitalizar
y poner en riesgo tres cosas en concreto: Junta Directiva, aprobación de Bonos del Tesoro y avance de la agenda legislativa.

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Las
bancadas de oposición se aprovechan de la coyuntura y el desgaste del partido oficial, argumentando que no es
provocado por ellos, sino que los mismos oficialistas se autoprovocan, lo cual se capitalizaría para erosionar cada vez más el protagonismo del partido de Gobierno. Según
Rosal, si el Partido Patriota quedara fuera de la Junta Directiva sería algo algo histórico ya que el partido que hace Gobierno pierde, no por negociación
sino por imposición de otros. 

La Junta Directiva en el último año, en términos políticos
y simbólicos es crucial desde la perspectiva del poder político.
Una Junta Directiva dirigida por la oposición se convertiría en una herramienta de mucha volatilidad, donde la dinámica del Congreso se disminuye al mínimo y se tendrían ataques a través del Legislativo al
partido de Gobierno. Sería un Congreso configurado como el espacio de la oposición para
desgastar al Gobierno.

Según la lectura política, con la situación que se presenta en el Congreso quien más
gana es la bancada LIDER y algunos otros actores de la oposición como UNE,
TODOS y CREO, que se han posicionado como bancadas pequeñas pero que ponen en “jaque” al Partido Patriota. La situación evidencia que el partido oficial ha perdido poder en el legislativo, según analistas, y podría
ser peor si no estuviera Arístides Crespo como Presidente de la Junta Directiva. Crespo sumó capacidad de maniobra al oficialismo por su larga experiencia parlamentaria que unió a los recursos del oficialismo. 

Según José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios
Sociales (ASIES), la situación en el Congreso es una estrategia para posicionar a los
bloques legislativos que están haciendo oposición, por la pérdida de poder del
Partido Patriota y la forma de cómo manejaron la
agenda.

Para el analista, dicha situación se ha dado en otras oportunidades pero esta vez, al no tener la capacidad de maniobra y de incluir temas para manejar los tiempos en el Legislativo, complica al partido oficial. Sanabria identifica algunos elementos importantes que erosionan al partido de Gobierno. Por ejemplo, el Presupuesto o el manejo financiero que requiere del respaldo del Legislativo, y que podría complicarle el escenario al Patriota en el momento de no estar en la Directiva. No obstante, llama a rescatar una perspectiva de madurez política, con una visión de nación y dejar las diferencias
partidarias para darle paso a acuerdos que permitan alcanzar la gobernabilidad
del país;
así como, permitir que se avance en una agenda legislativa que tenga beneficios
para la población.

Según los analistas, otro desgaste importante que evidencia el PP es la fuga y pérdida de diputados a lo largo de los últimos meses y en las
dificultades que tiene para impulsar los temas en la agenda legislativa.

Oficialismo u oposición: Los votos mandan en el Pleno

El jefe de la bancada Patriota, Juan José Porras, argumenta que la conformación de la Junta Directiva del Congreso no se ha discutido, ya que el presidente del Congreso, Arístides Crespo, solo ha convocado a sesión plenaria. Afirma que será la dinámica del Congreso la que determine si hay temas a tratar en la agenda del Legislativo. De acuerdo con Porras, la agenda sigue con la interpelación de la ministra de Educación, Cinthya del Águila, la juramentación de quien sustituirá al diputado Amildo Morales, quien murió atacado por un toro, y el conocimiento de un estado de calamidad. 


A criterio del jefe de la bancada oficial, no pasará nada si el Pleno del Congreso decide dejar fuera al Partido Patriota de la Junta Directiva porque será la voluntad soberana de éste la que decida. “Los votos mandan en el pleno”, dice y agrega que el partido entiende esa situación y están buscando los consensos necesarios para evitar que esto suceda. Añade que los pactos políticos en el Legislativo son normales, lo que se busca es que haya gobernabilidad en el Congreso y en el país, ya que el trasfondo de esto es básicamente dar un golpe a la imagen del partido oficial, un golpe político. Porras asegura que el partido oficial no está perdiendo poder porque la bancada se ha mantenido con 47 diputados finalizando un tercer año de Gobierno, lo que muestra que se ha logrado mantener una bancada homogénea, opina. 
Por su parte, Roberto Alejos, del partido TODOS, indica que durante tres años la Dirección del Congreso ha estado en manos del Partido Patriota quien ha cerrado las puertas al diálogo, negociación y la discusión de leyes importantes para la población. Según el parlamentario, han marginando a la oposición, lo que ha provocado que sea un Congreso improductivo. Hace ver que con esta situación “el pueblo de Guatemala sale ganado, si uniéndose la oposición se logra desentramparlo y salir adelante”. Según Alejos, hay una agenda consensuada desde hace cinco años, y que en estos momentos es prioritario el tema financiero del país, la carrera judicial y las Comisiones de Postulación.