Creados en enero de 2008 mediante Acuerdo Gubernativo 79-2008 e institucionalizados con la instauración del Ministerio de Desarrollo Social en 2012, los programas sociales, que nacieron por la tendencia socialdemócrata de mediados de la década pasada, son replanteados de nuevo por las autoridades.
El relanzamiento incluyó su reducción en aras de procurar su optimización, explican los encargados de los sistemas de apoyo a la población vulnerable y el presidente Jimmy Morales, quien abordó el tema desde la campaña electoral.
-Antes de resultar electo, Morales presentó los lineamientos acerca de los programas sociales:
-Crear equipos de transparencia para ejecutar proyectos sociales
-Fortalecer la base de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Codedes)
-Crear un acuerdo gubernativo para tener maximización de inversión
-Revisar mecanismos para mejorar el Pacto Hambre Cero.
Varios diputados ya empezaron a inquirir sobre los cambios. El ministro de Desarrollo Social José Moreno describió que hay una regionalización en marcha y con ello se permitirá la optimización y ahorro del gasto público y que habrá atención integral en los programas sociales.
En marcha hay una reestructuración y los cambios van desde los nombres: La concebida inicialmente como Bolsa Solidaria en honor a la perspectiva de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y su slogan: “Tiempos de Solidaridad”, para posteriormente pasar a la Bolsa Segura con el Partido Patriota (PP).
Distribución por gobierno en cantidad de programas y los nombres que cada administración les concedió.
Ahora se llama Bolsa de Alimentos, a secas, y será priorizada en cuatro rubros: población en pobreza extrema, personas con discapacidad, madres solteras de 18 a 23 años y familias víctimas de la violencia (incluidas las viudas de pilotos del trasporte).
En el caso de las madres comprendidas en el párrafo anterior, se introdujo una corresponsabilidad que implica apoyo en temas sobre emprendimiento laboral con la obligatoriedad de recibir cursos para que a futuro puedan abrir un negocio propio.
Cuando este programa social fue concebido hubo algunos reparos en las listas de beneficiados debido a la aparición de homónimos y ahora se implementará el sistema de tarjetas de débito, situación que según las autoridades, incidirá en un ahorro. Se prevé que con esta modalidad, había ocho o diez entregas en el año de estos alimentos.
“Anteriormente la Dirección estaba conformada por 334 sedes, entre departamentales y municipales, de lo cual el control y eficiencia en temas de insumos era muy escaso”, expuso.
El objetivo del Mides es cumplir con los programas pero manteniendo la contención del gasto. La reestructuración será así: Región 1: Peten y Alta Verapaz; Región 2: San Marcos, Quetzaltenango, Sololá y Totonicapán; Región 3: Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla y Santa Rosa
Región 4: Quiché y Huehuetenango; Región 5: Izabal, Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa y la Región 6: Baja Verapaz, El Progreso, Guatemala, Sacatepéquez y Chimaltenango.
Pagurut manifestó que lo que se pretende es tener una buena gestión y solicitar una ampliación presupuestaria al Congreso de la República. “Tenemos un presupuesto muy corto para las necesidades que tiene el país. El Estado tienen una deuda social para el pueblo de Guatemala, yo creo que es prioritario ampliar el presupuesto, siempre y cuando nosotros recuperamos la credibilidad de la población”, aseveró.
Condenan clientelismo
Antaño se supo que los alcaldes entregaban bolsas de alimentos, también algunos aspirantes a ocupar esos cargos. También hubo denuncias de distribución por parte de gobernadores. La idea de expertos es que la repartición sea independiente a los cargos de elección popular.
Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, capítulo guatemalteco de Transparencia Internacional, expuso que estos programas “lamentablemente nacieron manoseados en términos político clientelares y después de dos administraciones colapsaron”.
Comentó que ve positivo que haya un nuevo modelo y que la regionalización suena adecuada. “Falta ver la identificación de los beneficiarios y cuáles fueron los criterios para identificarlos para que no sean clientelares.
En el caso de la diputada Nineth Montenegro, comentó que los programas en mención siguen siendo un paliativo y dada la crisis económica, siguen importando, pero recomendó revisar la base de datos para determinar si es real o no y después de ello ver los niveles socioeconómicos porque antaño fueron clientelares.
“Eso fue por el uso que le dio el Partido Patriota (PP), Libertad Democrática Renovada (Lider) y la UNE. Se debe revisar que realmente sean personas que tienen necesidad y que no sean por razones clientelares”, destacó.
La parlamentaria también dijo que se debe bancarizar todo en cuanto a las transferencias condicionadas. “Que sea por tarjeta que lleguen las personas a los bancos y ahí saquen su dinero. La idea es que no medie la presencia de autoridad alguna”.
En cuanto a las Bolsas de Alimentos, Montenegro indicó que la idea de que las mujeres aprendan un oficio o que abran un micronegocio forma parte de las propuestas del plan de Gobierno que Encuentro por Guatemala lanzó desde 2006.
Creados en enero de 2008 mediante Acuerdo Gubernativo 79-2008 e institucionalizados con la instauración del Ministerio de Desarrollo Social en 2012, los programas sociales, que nacieron por la tendencia socialdemócrata de mediados de la década pasada, son replanteados de nuevo por las autoridades.
El relanzamiento incluyó su reducción en aras de procurar su optimización, explican los encargados de los sistemas de apoyo a la población vulnerable y el presidente Jimmy Morales, quien abordó el tema desde la campaña electoral.
-Antes de resultar electo, Morales presentó los lineamientos acerca de los programas sociales:
-Crear equipos de transparencia para ejecutar proyectos sociales
-Fortalecer la base de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Codedes)
-Crear un acuerdo gubernativo para tener maximización de inversión
-Revisar mecanismos para mejorar el Pacto Hambre Cero.
Varios diputados ya empezaron a inquirir sobre los cambios. El ministro de Desarrollo Social José Moreno describió que hay una regionalización en marcha y con ello se permitirá la optimización y ahorro del gasto público y que habrá atención integral en los programas sociales.
En marcha hay una reestructuración y los cambios van desde los nombres: La concebida inicialmente como Bolsa Solidaria en honor a la perspectiva de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y su slogan: “Tiempos de Solidaridad”, para posteriormente pasar a la Bolsa Segura con el Partido Patriota (PP).
Distribución por gobierno en cantidad de programas y los nombres que cada administración les concedió.
Ahora se llama Bolsa de Alimentos, a secas, y será priorizada en cuatro rubros: población en pobreza extrema, personas con discapacidad, madres solteras de 18 a 23 años y familias víctimas de la violencia (incluidas las viudas de pilotos del trasporte).
En el caso de las madres comprendidas en el párrafo anterior, se introdujo una corresponsabilidad que implica apoyo en temas sobre emprendimiento laboral con la obligatoriedad de recibir cursos para que a futuro puedan abrir un negocio propio.
Cuando este programa social fue concebido hubo algunos reparos en las listas de beneficiados debido a la aparición de homónimos y ahora se implementará el sistema de tarjetas de débito, situación que según las autoridades, incidirá en un ahorro. Se prevé que con esta modalidad, había ocho o diez entregas en el año de estos alimentos.
“Anteriormente la Dirección estaba conformada por 334 sedes, entre departamentales y municipales, de lo cual el control y eficiencia en temas de insumos era muy escaso”, expuso.
El objetivo del Mides es cumplir con los programas pero manteniendo la contención del gasto. La reestructuración será así: Región 1: Peten y Alta Verapaz; Región 2: San Marcos, Quetzaltenango, Sololá y Totonicapán; Región 3: Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla y Santa Rosa
Región 4: Quiché y Huehuetenango; Región 5: Izabal, Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa y la Región 6: Baja Verapaz, El Progreso, Guatemala, Sacatepéquez y Chimaltenango.
Pagurut manifestó que lo que se pretende es tener una buena gestión y solicitar una ampliación presupuestaria al Congreso de la República. “Tenemos un presupuesto muy corto para las necesidades que tiene el país. El Estado tienen una deuda social para el pueblo de Guatemala, yo creo que es prioritario ampliar el presupuesto, siempre y cuando nosotros recuperamos la credibilidad de la población”, aseveró.
Condenan clientelismo
Antaño se supo que los alcaldes entregaban bolsas de alimentos, también algunos aspirantes a ocupar esos cargos. También hubo denuncias de distribución por parte de gobernadores. La idea de expertos es que la repartición sea independiente a los cargos de elección popular.
Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, capítulo guatemalteco de Transparencia Internacional, expuso que estos programas “lamentablemente nacieron manoseados en términos político clientelares y después de dos administraciones colapsaron”.
Comentó que ve positivo que haya un nuevo modelo y que la regionalización suena adecuada. “Falta ver la identificación de los beneficiarios y cuáles fueron los criterios para identificarlos para que no sean clientelares.
En el caso de la diputada Nineth Montenegro, comentó que los programas en mención siguen siendo un paliativo y dada la crisis económica, siguen importando, pero recomendó revisar la base de datos para determinar si es real o no y después de ello ver los niveles socioeconómicos porque antaño fueron clientelares.
“Eso fue por el uso que le dio el Partido Patriota (PP), Libertad Democrática Renovada (Lider) y la UNE. Se debe revisar que realmente sean personas que tienen necesidad y que no sean por razones clientelares”, destacó.
La parlamentaria también dijo que se debe bancarizar todo en cuanto a las transferencias condicionadas. “Que sea por tarjeta que lleguen las personas a los bancos y ahí saquen su dinero. La idea es que no medie la presencia de autoridad alguna”.
En cuanto a las Bolsas de Alimentos, Montenegro indicó que la idea de que las mujeres aprendan un oficio o que abran un micronegocio forma parte de las propuestas del plan de Gobierno que Encuentro por Guatemala lanzó desde 2006.