Es noticia. Bernardo Arévalo destituyó ayer en horas de la tarde a la ahora exministra de Ambiente y Recursos Naturales, María José Iturbide. La remoción se deriva de un reportaje que mostraba a la hija de la ministra utilizando un vehículo y seguridad de la institución.

• Las redes sociales se “incendiaron” al conocerse el hecho; tanto la exministra como su hija trataron de dar explicaciones, pero ninguna fue suficiente.

En perspectiva. El Presidente comunicó en redes sociales que había hablado con la entonces ministra y que le había hecho saber su “error”. La mantuvo en el cargo. 

• Más allá de la crítica generalizada, la vicepresidenta Karin Herrera dio declaraciones el domingo por la tarde dejando entrever que ella respetaba la decisión, pero disentía. Minutos después de eso, fue comunicada la destitución de Iturbide.

• En el 2012 se aprobó la Ley Contra la Corrupción que añadió el artículo 445 Bis al Código Penal, tipificando el peculado por uso.

• El delito lo comete el funcionario o empleado público que, para fines distintos al servicio establecidos en la administración pública, utilice o permita que otro utilice, en provecho propio o de terceros, vehículos, maquinaria, cualquier otro equipo o instrumento bajo su administración. 

El Balance. Una de las promesas de campaña que, presumiblemente, hicieron el milagro que ganara el partido Movimiento Semilla las elecciones fue su discurso anticorrupción.  

• A menos de 100 días de la toma de posesión, Arévalo debe prescindir de uno de sus ministros. Es la segunda vez que ocurre, pues habiendo sido ya anunciada la designación, la fallida ministra de Energía y Minas, Anayté Guardado, puso a disposición su cargo y no asumió.

• En aquella ocasión también estuvo involucrada la vicepresidenta. Fuentes cercanas confirmaron que Herrera le recriminó a Guardado posturas ejercidas en su ámbito profesional, que la primera rechazaba.

• Luego de la salida de la segunda mujer de equipo de Arévalo (una ni siquiera llegó a asumir) no solo la paridad que prometió está en juego, sino que la estabilidad misma del gabinete de gobierno.