La emergencia nacional en Costa Rica, declarada el 29 de septiembre por el presidente Rodrigo Chávez, supone un nuevo episodio de la crisis migratoria hacia EE. UU.

Panorama general. A lo largo del 2023, unos 390 mil migrantes han ingresado a Costa Rica desde la frontera sur de Paso Canoas, en contraste con 2022, cuando en todo el año ingresaron 248 mil personas. Mientras que el destino final de la mayoría de migrantes es EE. UU., muchos de ellos acaban quedándose en la originalmente pasajera: Costa Rica. 

• La situación ha llevado al gobierno a declarar una emergencia nacional, con el fin de poder recibir el caudal de migrantes y evitar el colapso de las instituciones de asistencia.
   
• De los migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién con rumbo a EE. UU., aproximadamente un 11% decide quedarse en Costa Rica, lo que representaría unos 35,200 inmigrantes que se quedaron en el país en 2023.

Voces (I). De acuerdo con Jorge Rodríguez Bogle, viceministro de la Presidencia, “Estamos sobrepasados en la posibilidad de atender de manera ordinaria lo que las instituciones podrían atender”. 

• “Solo la cantidad de desechos que se acumulan no le permite a la municipalidad de Corredores atender de manera diaria la basura que ahí se genera, ni qué decir en materia sanitaria, ni qué decir en otros ámbitos, el problema del agua potable, por ejemplo ”.

Entre líneas. Mientras que la declaración de emergencia nacional responde, públicamente, a poder darle una mejor asistencia a los migrantes en su camino hacia su destino final, al gobierno le conviene utilizarla para tener un control de las personas que permanecen en el país. Entre las medidas tomadas por el gobierno se destacan:

• Habilitación del Centro de Atención Temporal para Personas Migrantes (CATEM): “con la apertura de este centro, las autoridades quieren evitar que las personas queden varadas en las calles de las comunidades locales”.
   
• Coordinación con Panamá: “Las autoridades de Panamá compartirán información sobre la cantidad de personas que viajan en los autobuses, lo que agilizará los procedimientos de verificación y trasbordo de las personas migrantes hacia el norte de Costa Rica”.
   
• Las medidas responden no solo a dar un trato humanitario a los migrantes, sino a asegurar su no permanencia en Costa Rica y la continuación de su ruta hacia EE. UU.

Voces (II). Reflejo de la urgencia por solventar el problema son las declaraciones del presidente Chávez:  “Este es un pueblo generoso, no confundan esa generosidad con debilidad, ya están los procesos de deportación iniciados y van de vuelta y si quieren jugar ping pong con nosotros, vamos a tener paciencia”. 

• “Quien venga aquí, va a respetar nuestras leyes, a nuestra policía y a los pueblos por los cuales van a transitar”.
   
• “He instruido al Ministerio de Seguridad Pública a tener mano firme con aquellas pocas personas que piensen que la gentileza, la amabilidad y el corazón generoso de los costarricenses se puede confundir con debilidad”.
   
• “A los migrantes que lleguen a Costa Rica y se porten mal, faltándoles el respeto a las autoridades, causando disturbios, el mensaje es que van de vuelta a su país de origen, porque aquí no se lo vamos a tolerar”.

En el radar. La situación llevó, a finales de agosto, a un encuentro entre Chávez y Joe Biden con el objetivo de coordinar esfuerzos para evitar el desborde de migrantes que viven ambos países. Actualmente, se estima que hasta 3 mil personas pasan por la frontera costarricense diariamente, cuando en junio el promedio era de 900 personas diarias. 

• El tema migratorio es el principal punto de la campaña presidencial en EE. UU., dónde la gran mayoría del partido republicano está alineado en endurecer las políticas migratorias.
   
• En cuanto al partido demócrata, existen divisiones entre los moderados que aceptan políticas de sentido común en materia migratoria y facciones más radicales —como la congresista Ilhan Omar— que consideran que las fronteras no deberían de existir.
   
• El desarrollo de la situación en Costa Rica es vital para EE. UU., a quién le conviene que el país centroamericano sirva como un filtro para retener a migrantes sudamericanos que buscan llegar a norteamérica.