Guatemala cumple 10 días de bloqueos. La paralización del país tiene efectos negativos económicos y sociales, de alto impacto, que ya se empiezan a sentir.

En perspectiva. El lunes 2 de octubre iniciaron los bloqueos convocados por los 48 Cantones de Totonicapán y otras organizaciones indígenas. La falta de acción de las autoridades para buscar una solución al problema agravó la situación y ahora la respuesta es tardía, opinan analistas.

• El libre paso de personas fue interrumpido para presionar por la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, y otros fiscales. También se demanda la salida del juez que autorizó los allanamientos por los casos Semilla y del Tribunal Supremo Electoral.
   
• Los bloqueos fueron apoyados por el partido Movimiento Semilla y las autoridades electas de esa entidad. Según el presidente electo Bernardo Arévalo, las protestas son “pacíficas” y ellos no tienen relación con los hechos.
   
• El artículo 26 de la Constitución de la República establece el derecho de locomoción, que garantiza que todo ciudadano es libre para movilizarse dentro y fuera del país. Impedir ese derecho es un delito.

Voces (I). Para el abogado José Quezada la respuesta del gobierno de Alejandro Giammattei frente a los bloqueos fue “tardía”. Los bloqueos constituyen delito y, por tanto, las autoridades debieron actuar a tiempo, insiste.

• “Es una respuesta tardía, se debió actuar de inmediato. Es evidente que hay peligro de violación de muchos derechos cuando no se permite la libre locomoción. Se generan una seria de violaciones como los derechos a la salud, trabajo y otros. De manera que no hay que esperar a resolver qué hay detrás de quienes bloquean, son delincuentes y deberían de estar conscientes que es un delito”, asegura.
   
• Sobre el anuncio del presidente Giammattei de disolver los bloqueos, Quezada opina que “la decisión es correcta”, aunque insiste en que dialogar “para que alguien deje de cometer un delito no es concebible”.
   
• Acerca de la participación del presidente electo, Bernardo Arévalo, en los bloqueos, el entrevistado considera que “debería reflexionar sobre los métodos que están usando para sus objetivos políticos, porque confrontar a la población para esos fines no es justificable”.

Voces (II). La politóloga Christa Walters coincide con Quezada en que Giammattei actuó tarde. Comenta que no debió permitir que el problema aumentara porque ahora es complicado resolverlo.

• La analista resalta que el 2 de octubre el país amaneció con 22 bloqueos, tres días después eran 34 y a los ocho días aumentó a 146, lo que demuestra cómo fueron escalando.
   
• “La semana anterior se pudo instalar una mesa de diálogo entre las autoridades” y los inconformes, pero ninguna institución actuó, “hasta el punto de pedir la intervención de la OEA”, cuando la tensión es demasiado alta. “Ahora corresponde aplicar mecanismos de disuasión y diálogo para “calmar los ánimos”.
   
• Opina que el apoyo de la OEA “puede tener un efecto en la medida que se tome en cuenta a diferentes actores y se haga visible la responsabilidad de todos los involucrados. No solo cómo abordar el tema de bloqueos, también que se incluya la protección del proceso electoral y los resultados, lo cual es una exigencia legítima ciudadana”.

En conclusión. Los entrevistados están de acuerdo con que la respuesta de Giammattei a los bloqueos llega tarde, pero también coinciden en que un llamado del presidente electo puede “tener un efecto” favorable, pero hasta ahora Arévalo está lejos de esa actitud.