El pasado sábado 11, se celebró en Totonicapán una asamblea comunal para elegir a los dirigentes de los 48 Cantones de cara a 2024. Inicialmente se eligió a Vicente Juan Tzoc como presidente de la Junta Directiva, pero, debido a la supuesta cercanía de Tzoc a la Policía, fue reemplazo por Tedy Zapeta.

• Zapeta, el nuevo presidente, aún es una figura relativamente desconocida. Tomará posesión del cargo el 1 de enero, coincidiendo con las postrimerías de la transición de Gobierno.  
• No se perciben grandes diferencias ideológicas entre los dirigentes salientes y entrantes. Previsiblemente, los 48 Cantones mantendrán el interés por actual a nivel nacional.
• El actual presidente, Luis Pacheco, pronunció las palabras de rigor, enfatizando su defensa de la democracia. Puntualizó, sin embargo, que la organización ha mudado de estrategia.

Panorama general. El cambio de métodos descrito por Pacheco obedece a la derrota de los bloqueos, que, además de no lograr su cometido, ocasionaron conflictos internos y dilapidaron las arcas de los 48 Cantones. En efecto, los niveles de financiamiento extranjero no fueron tan elevados como se ha sugerido.

• Los 48 Cantones cuentan con varias divisiones internas. En términos maniqueos, puede hablarse de un indigenismo conservador, preocupado por los asuntos internos, y un indigenismo político que busca influir en el país.  
• La facción actualmente preponderante se asemeja a la línea expuesta por el expresidente Martín Toc, cuya intención siempre fue la de convertir a los 48 Cantones en una fuerza política a nivel nacional.
• A pesar de su poder, esta facción es minoritaria. La mayoría se interesa más por los objetivos tradicionales de la organización, que son la protección de los bosques de Totonicapán y, sobre todo, la garantía del suministro de agua.

Entre líneas. Los 48 Cantones resienten la instrumentalización política que han sufrido. Organizaciones como CODECA se empeñan en presentar un frente indígena unido, cuando lo cierto es que los 48 Cantones que Totonicapán siempre ha procurado aislarse. De hecho, se mantuvieron al margen del conflicto armado.

• Los lineamientos generales de la organización son conservadores y católicos. Defienden a ultranza la propiedad –comunal– de los bosques y de los recursos hídricos, que insisten en administrar sin involucramiento estatal.
• En sustento de su reclamo, aportan títulos de propiedad del reinado de Carlos V. Después de la Revolución Liberal, fueron el único pueblo indígena en delimitar sus tierras ante el Registro General de la Propiedad; por ello, cuentan también con documentos de la época republicana.
• Debe reconocerse su apego al derecho consuetudinario, que, más allá de la apreciación que de él se pueda tener, ha permitido que Totonicapán tenga la tasa de criminalidad más baja del país.

El balance. Los 48 Cantones se opusieron tajantemente a la propuesta de la CICIG de dotar al derecho indígena de reconocimiento constitucional. Temían que esta integración de sistemas les impusiera limitaciones, pues sus métodos y castigos indudablemente entran en conflicto con los derechos humanos occidentales.

• Los 48 Cantones cuentan con un asombroso poder de convocatoria. Es innegable su capacidad de obstaculizar vías y provocar grandes daños económicos al país.
• No se trata de un simple ente izquierdista. A diferencia de grupos estudiantiles con un indigenismo con impronta “intelectual” estadounidense, no han mostrado el menor interés por la plurinacionalidad o la “refundación” jurídica del país.
• Una vez superada la actual coyuntura política en Guatemala, se prevé que los 48 Cantones vuelvan a su habitual reclamo: la práctica independencia administrativa. Hablando con precisión, desean ser dejados en país.