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La personalización del Estado: la infantil riña entre Petro, AMLO y Milei

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
05 de abril, 2024

Tres presidentes latinoamericanos han protagonizado una serie de riñas infantiles —amenazando las relaciones diplomáticas entre sus países—, ejemplificando la crisis de liderazgo que enfrenta la región.  

Panorama general. A finales de marzo, el gobierno colombiano ordenó la expulsión de diplomáticos de la embajada Argentina en Colombia. La medida fue una respuesta a las palabras del presidente Milei, que tildó a Gustavo Petro de “asesino terrorista”. La Cancillería colombiana comunicó: “en nombre del gobierno de Colombia, repudia declaraciones hechas por el Señor Javier Milei, presidente de Argentina, en una entrevista al canal CNN en las que se expresa de forma denigrante en contra del primer mandatario (sic) de los colombianos, el respetado señor Gustavo Petro”.

  • En el comunicado se afirmó, además: “No es la primera vez que el señor Milei ofende al mandatario colombiano, afectando las históricas relaciones de hermandad entre Colombia y Argentina”.

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  • No obstante, estos comentarios forman parte de una cadena de insultos mutuos desde que el argentino era solamente un candidato.  

Hemeroteca. No es la primera vez que Petro se toma personal una acción en otro Estado y amenaza con romper relaciones. Cuando el Ministerio Público de Guatemala anunció que posiblemente investigaría a Iván Velásquez –excomisionado de CICIG y actual ministro de Defensa de Colombia– intercambió epítetos con el entonces presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei. 

  • Aún de candidato, Milei dio una entrevista para la radio colombiana RNC, dónde declaró: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, es excremento humano”. La respuesta del presidente Petro fue: “esto decía Hitler”. La guerra fría entre los mandatarios siguió con declaraciones cruzadas, pero escaló con la victoria de Milei en la segunda vuelta.  

Entre líneas. El conflicto entre Israel y Palestina intensificó las tensiones, debido a la postura de Petro quién, por simpatía ideológica con Hamás, llegó a comparar las acciones de Israel en la franja de Gaza con el holocausto. Milei, por simpatía ideológica –y religiosa con Israel– continuó retando al mandatario colombiano, llamándolo terrorista y asesino en reiteradas ocasiones, debido a su pasado guerrillero.  

  • En la pelea también se vio involucrado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha señalado que la presidencia de Milei representa un retroceso para Argentina, comparándolo con el dictador argentino Rafael Videla.

  • En respuesta, Milei afirmó que “Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece”.  

Por qué importa. El pleito entre los Jefes de Estado ha llevado a poner en riesgo las relaciones bilaterales de México y Colombia con Argentina. Más allá de las batallas de declaraciones inmaduras en redes sociales, detrás se esconde un conflicto ideológico reforzado por un factor común: la personalización del Estado en la figura del presidente.  

  • A pesar de que los mecanismos diplomáticos han logrado des escalar las tensiones —especialmente entre Colombia y Argentina—, la mera amenaza de romper relaciones entre dos países por herir los sentimientos de un mandatario demuestra un exceso de ego en el ejercicio de sus funciones.

  • Argentina, México y Colombia, a pesar de sus profundas diferencias sociales, económicas y políticas comparten un rasgo común: son gobernados por presidentes que se adjudican a sí mismos la personalidad del Estado, recordando la frase de Luis XIV: “El Estado soy yo”.

  • Iberoamérica atraviesa una crisis de liderazgo, dónde los proyectos políticos se sostienen por liderazgos más emocionales que racionales. La región cae, cada vez más, en manos de regímenes populistas que amenazan la institucionalidad republicana de sus países.

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La personalización del Estado: la infantil riña entre Petro, AMLO y Milei

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
05 de abril, 2024

Tres presidentes latinoamericanos han protagonizado una serie de riñas infantiles —amenazando las relaciones diplomáticas entre sus países—, ejemplificando la crisis de liderazgo que enfrenta la región.  

Panorama general. A finales de marzo, el gobierno colombiano ordenó la expulsión de diplomáticos de la embajada Argentina en Colombia. La medida fue una respuesta a las palabras del presidente Milei, que tildó a Gustavo Petro de “asesino terrorista”. La Cancillería colombiana comunicó: “en nombre del gobierno de Colombia, repudia declaraciones hechas por el Señor Javier Milei, presidente de Argentina, en una entrevista al canal CNN en las que se expresa de forma denigrante en contra del primer mandatario (sic) de los colombianos, el respetado señor Gustavo Petro”.

  • En el comunicado se afirmó, además: “No es la primera vez que el señor Milei ofende al mandatario colombiano, afectando las históricas relaciones de hermandad entre Colombia y Argentina”.

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Hemeroteca. No es la primera vez que Petro se toma personal una acción en otro Estado y amenaza con romper relaciones. Cuando el Ministerio Público de Guatemala anunció que posiblemente investigaría a Iván Velásquez –excomisionado de CICIG y actual ministro de Defensa de Colombia– intercambió epítetos con el entonces presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei. 

  • Aún de candidato, Milei dio una entrevista para la radio colombiana RNC, dónde declaró: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, es excremento humano”. La respuesta del presidente Petro fue: “esto decía Hitler”. La guerra fría entre los mandatarios siguió con declaraciones cruzadas, pero escaló con la victoria de Milei en la segunda vuelta.  

Entre líneas. El conflicto entre Israel y Palestina intensificó las tensiones, debido a la postura de Petro quién, por simpatía ideológica con Hamás, llegó a comparar las acciones de Israel en la franja de Gaza con el holocausto. Milei, por simpatía ideológica –y religiosa con Israel– continuó retando al mandatario colombiano, llamándolo terrorista y asesino en reiteradas ocasiones, debido a su pasado guerrillero.  

  • En la pelea también se vio involucrado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha señalado que la presidencia de Milei representa un retroceso para Argentina, comparándolo con el dictador argentino Rafael Videla.

  • En respuesta, Milei afirmó que “Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece”.  

Por qué importa. El pleito entre los Jefes de Estado ha llevado a poner en riesgo las relaciones bilaterales de México y Colombia con Argentina. Más allá de las batallas de declaraciones inmaduras en redes sociales, detrás se esconde un conflicto ideológico reforzado por un factor común: la personalización del Estado en la figura del presidente.  

  • A pesar de que los mecanismos diplomáticos han logrado des escalar las tensiones —especialmente entre Colombia y Argentina—, la mera amenaza de romper relaciones entre dos países por herir los sentimientos de un mandatario demuestra un exceso de ego en el ejercicio de sus funciones.

  • Argentina, México y Colombia, a pesar de sus profundas diferencias sociales, económicas y políticas comparten un rasgo común: son gobernados por presidentes que se adjudican a sí mismos la personalidad del Estado, recordando la frase de Luis XIV: “El Estado soy yo”.

  • Iberoamérica atraviesa una crisis de liderazgo, dónde los proyectos políticos se sostienen por liderazgos más emocionales que racionales. La región cae, cada vez más, en manos de regímenes populistas que amenazan la institucionalidad republicana de sus países.