Tras dos semanas de bloqueos, manifestaciones y sabotaje, Guatemala sigue sumida en un ambiente de tensión, común en Latinoamérica, causado por grupos de izquierda.   

Panorama general. Los bloqueos que exigen la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, persisten, aunado al fracaso del gobierno en la negociación con los organizadores. 

• No obstante, existe un precedente histórico regional que indicaría que la situación actual no es excepcional, sino que un prefacio de lo que se puede esperar en un gobierno del partido Movimiento Semilla. 
   
• La izquierda, a lo largo y ancho de Latinoamérica, suele acudir al sabotaje y la protesta social como medio para avanzar su agenda política. 

Hemeroteca (I). En Chile, entre el 2019 y el 2020, un estallido social paralizó el país por casi seis meses, debido a un aumento en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago. Inició con evasiones al pago del transporte y se convirtió en manifestaciones, saqueos, incendios y el surgimiento del futuro presidente: Gabriel Boric, que comparte asesores de campaña con el presidente Bernardo Arévalo.   

• Poco después, los grupos de manifestantes empezaron a enfrentarse con las fuerzas de seguridad, generando el peor malestar civil desde el fin del gobierno de Augusto Pinochet.  
   
• Tras sufrir pérdidas económicas de hasta US$3,300M, el gobierno tuvo que ceder con un paquete de reformas, denominado “Nueva Agenda Social”, además de un plebiscito dónde se decidió por la creación de una nueva constitución.  
   
• Mientras que las protestas se caracterizaron por ser, supuestamente, espontáneas, fueron aprovechadas por grupos radicales de los que surgieron figuras políticas como el actual presidente chileno.  

Hemeroteca (II). Otro ejemplo de este modus operandi se dio en Colombia, entre abril y diciembre de 2021, sumiendo al país en las protestas más extendidas de su era republicana. El paro nacional se convocó a raíz del rechazo de sindicatos y grupos estudiantiles a una propuesta de reforma tributaria del presidente Iván Duque.

• En un caso similar al guatemalteco, el paro nacional se llevó a cabo a través de bloqueos de carreteras, manifestaciones y sabotaje de infraestructura. El gobierno colombiano agravó la situación con la fuerte represión policial. Las protestas se originaron en Cali, la trinchera electoral del posteriormente electo presidente, Gustavo Petro.  
   
• La izquierda promovió el caos para imponer su agenda, sabotear al gobierno de Duque y debilitar a la derecha de cara a las elecciones de 2022, dónde triunfó un candidato de izquierda, por primera vez en su historia.  
   
• En un informe de junio de 2021, la OEA y la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenaron los bloqueos por violaciones al derecho de libre locomoción; daños a la propiedad pública y privada; el impacto económico, el desabastecimiento de combustible y alimentos en municipios como el Valle del Cauca y Risaralda, dos de los más pobres del país.   

Entre líneas. Gabriel Boric y Gustavo Petro son ejemplos de lo que se puede esperar de Bernardo Arévalo, en especial Boric, cuya génesis es similar a la de Semilla, además de compartir equipo de asesores.   

• Petro, por su parte, es miembro del grupo de alianzas diplomáticas que Arévalo buscó a partir de su presencia en la cumbre del Grupo de Puebla en México.  
   
• Es de esperarse que un partido progresista busque alianzas con otros partidos de izquierda latinoamericanos, sin embargo, esa misma asociación puede guiar la estrategia política Arévalo y Semilla en el gobierno. 
   
• Mientras que Colombia pudo soportar hasta seis meses de bloqueos y caos —debido a la magnitud y resiliencia de su economía— Guatemala es un país mucho más vulnerable y susceptible a un colapso en caso de prolongarse el caos.    

Por qué importa. Mientras que, ni Arévalo ni su partido convocaron al paro, sí han sido promotores de la participación en los mismos, a través de llamados a unirse a las “manifestaciones pacíficas”, —haciendo referencia a los bloqueos existentes como forma de protesta no violenta—.   

• Algunos diputados, como Samuel Pérez y Román Castellanos, así como diputados electos como Patricia Orantes y Raúl Barrera han asistido en los mismos. Este último, en su cuenta de X anunció, dos días antes de los primeros bloqueos, que se encontraba “en occidente, organizando la resistencia ciudadana”. 
   
• Adicionalmente, Pérez, un día después de la primera vuelta mencionó: “si no alcanzamos acuerdos en el Congreso, saldremos a las calles”, explicando de manera anticipada su simpatía con la protesta como medio de presión política. 
   
• Si bien los bloqueos fueron convocados por la Junta Directiva de los 48 cantones de Totonicapán, el involucramiento y comentarios de distintos miembros del partido son una declaración de intenciones de recurrir a estos medios para impulsar su agenda desde el gobierno.