El entusiasmo y las propuestas abundaron en la Comisión de Actualización y Modernización Electoral (CAME), de donde saldrá una iniciativa de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). Sin embargo, el camino se ve cuesta arriba.

• Durante seis sesiones que concluyen hoy, los diferentes sectores analizaron estos ejes: sistema electoral, organizaciones políticas, régimen de financiamiento político y medios de comunicación, justicia electoral, fortalecimiento de la autoridad y proceso electorales.
• Previo a las reuniones iniciadas el 11 de marzo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), recibió más de 1,200 sugerencias para agregar, quitar o reformar de la LEPP. Todas las recomendaciones fueron justificadas en las mesas de análisis que reunió a delegados de migrantes, partidos políticos, organizaciones indígenas, entidades académicas, sector empresarial y otras de la sociedad civil.
• El siguiente paso es analizar cada propuesta. Solo se propondrán, en el proyecto de ley, las que no requieran cambios a la Constitución.

Por qué importa. La LEPP faculta al TSE a promover las reformas electorales, mediante la CAME. Este mecanismo se creó en 2016 con los cambios impulsados luego de la crisis política de 2015, que terminó anticipadamente el gobierno de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.

• "El TSE, de ser procedente, presentará la correspondiente iniciativa de ley, ante el Congreso, que tendrá que conocer de las mismas previo a finalizar el primer período ordinario de la nueva legislatura", establece el artículo 256 de la LEPP.
• Ese plazo obliga a agilizar el análisis porque el proyecto de ley debe enviarse lo más pronto posible al Legislativo. Algunos diputados, sobre todo los afines al gobierno del partido Movimiento Semilla, consideran, incluso, que el dictamen estará antes de finalizar mayo.  
• Otros opinan que la situación es complicada porque el pacto oficialista se sigue debilitando y Semilla no logró recuperar su estatus para dirigir comisiones. La Comisión de Asuntos Electorales, responsable de analizar la iniciativa de ley, es dirigida por Juan Quijada Heredia, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

En el radar. Algunos abogados que participaron en la CAME no le ven futuro. Consideran que fue un ejercicio interesante, que logró una alta convocatoria, pero sin resultados concretos porque son tantas las propuestas, como los desacuerdos.

• Establecer una justicia especializada en tema electoral, empadronamiento automático, voto electrónico en el extranjero, son algunos de los temas generales planteados en las propuestas.
• Lo que corresponde ahora es establecer cuáles sugerencias tienen viabilidad política, jurídica –y constitucional– para no redactar una iniciativa que, al final, no avance. El lobby con los diputados también es importante. En las elecciones de 2023 no se logró ninguna reforma electoral porque, entre otros problemas, todo se hizo contra el tiempo.
• La magistrada Blanca Alfaro, presidenta del TSE, podría encabezar los acercamientos con los congresistas. La funcionaria tiene ventajas fundamentales: conoce el ambiente electoral porque participó en política partidaria y es una abogada con amplios conocimientos de la norma jurídica.

Qué destacar. Este ejercicio fue importante porque evidenció el interés de diversos sectores por establecer un nuevo marco regulatorio. Luego del análisis, algunos opinan que la creación de una justicia electoral especializada es un cambio urgente. Otros dicen que para ello se requiere de un cambio profundo de la LEPP.

• El tiempo de campaña, las barreras o requisitos -dependiendo de quién lo diga- a los candidatos, la idoneidad, financiamiento y campaña anticipada, fueron otros puntos analizados en la CAME.
• El abogado Francisco Quezada califica el ejercicio como un "punto de convergencia", una "sana discusión", pero sin criterios unánimes y sin consenso. La gran conclusión es: no hay acuerdos; no existen mayores expectativas de la CAME.
• En el caso de la entidad que representó, el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), se presentó una propuesta para corregir 40 errores que ven en la ley actual. Su opinión es que antes de avanzar en más cambios, es necesario enmendar lo señalado.

En conclusión. El ejercicio de la CAME despertó genuino interés, pero no es un foro para alcanzar acuerdos para una reforma. La propuesta que el TSE se propone entregar al Congreso en abril, seguro no será del agrado de muchos de los participantes en las discusiones.  

• Si la alianza oficialista se fragmenta, como ocurre ahora apenas dos meses después de tomar posesión la nueva legislatura, seguro no habrá cambios. Las reglas seguirán iguales para las Elecciones Generales de 2027.
• Y si se aprueban reformas, no serán las de la CAME. Los diputados harán los cambios que les interesan a sus organizaciones, no importando el "clamor popular", o las más de 1,200 sugerencias planteadas. El ejercicio, entonces, resulta fútil.